Who Cares? -♡[McLennon]♡

#1.2

--No tienes porque estar enojado.-- Volteó a verme sonriendo mientras caminábamos para dirigirnos a su despacho.

--Es que... No quiero ir.

--Oh vamos, te agradará. No soy tan amargado.

--¿"Tan"?

Dio una carcajada mientras palabra mi hombro.

--Tranquilo, nadie te va a regañar, sólo conversaremos.

Entramos a su despacho, era un poco pequeño pero muy lindo. Había una mesa pequeña con dos sillas a lado de una ventana donde se veía un bonito panorama del bosque que estaba cerca de la escuela. Su escritorio con diseño minimalista y con su computadora, unas hojas y unos pequeños casilleros.

--Siéntate ahí. --apuntó a una de las sillas.

Noté que había una foto de él con una niña pequeña y rubia junto a otra mujer rubia. El cuadro estaba en cima de uno de los casilleros junto unos pequeños cactus.

--¿es...tu familia?

--¿eh?--estaba de espaldas acomodando unas hojas y volteó rápido. -- Oh sí --Se acercó un poco más-- ella es Mary, mi hija --apuntó a la niña castaña-- y ella... era mi esposa. --apuntó a la mujer.-- su nombre era Linda.

--¿Era?

--Este... sí, murió de cáncer.

--Ay... lo...lo siento.

--chasqueó la lengua-- no importa, ella está mejor y no está sufriendo. Pero no importa, porque estoy saliendo con una mujer llamada Nancy.

--Oh...ya veo.

No entendía porque ese comentario me había incomodado bastante.

--Soy feliz de que Linda esté mejor, pero siéntate.

Me senté en la silla y él lo hizo en la otra.

--Y dime John...te voy a hacer una serie de preguntas y si te incomoda puedes pasar esas preguntas, ¿si?

--Sí.

--Bien, ¿tienes novia?

--Uh.. No.

--Bien, ¿te masturbas?

Yo me ruboricé ante aquella pregunta. Puse mis ojos como plato dando a notar que su pregunta me había hecho sentir raro.

--Tranquilo, no tienes que responder si no quieres, estas preguntas son para saber como vas en tu vida sexual. Me dijeron lo de las revistas y de que aveces a cosas a tus compañeras, sólo quiero ayudarte.

--Este... sí... aveces me... masturbo.--miré al suelo con un rubor grande en mi rostro.

--Okay, ¿qué tanto lo haces?

--¿eres doctor o psicólogo?

--No tienes que responder.

--Cada vez que puedo, ¿okay?

--¿ya haz tenido relaciones sexuales?

No entendía porque sus preguntas me ponían horny.

--No quiero contestar eso.

--Okay. --acomodó unas hojas de máquina.-- Pues mira John, eres alguien que siente necesidades, y no controlas mucho esas necesidades.  ¿alguna vez una persona mayor te ha hecho algo? Como tocarte.

--No.

--Okay. Entiendo que te sientas incómodo,  Cuéntame mejor, ¿cómo te sientes?

《Muy caliente..》 pensé.

--Bien, no estoy incómodo.

el sonrió de lado y me extendió una hoja blanca con un lápiz.

--¿puedes dibujar a tu familia como animales?

--Ya lo son...

Él rió, todo él era muy lindo, como acomodaba su cabello era muy sensual.

--Me refiero a que por ejemplo: si dibujas a tu mamá, dibujala como el primer animal que te recuerde a ella.

--Mi mami está muerta.

--Ah...perdón.

--Está bien, es un ejemplo, como tu dijiste.

--Bien. Dibuja.

Empecé a hacer animales, a mi tío lo puse como un perro y a mi tía como un León, aún pensaba que era algo tonto pero él: Paul, me hacía sentir tranquilo.

--Muy bien...dibujas muy bonito--sonrió-- ¿por qué un perro?

--Mi tío es de mis mejores amigos.

--¿y el león?

--Mi tía a veces me regaña muy feo..

Rió un poco fuerte haciendo que yo me sintiera un poco tonto pero feliz.

--Ya veo, el dibujo es muy bonito.
Y dime John, ¿te gusta la escuela?

--Pfff No. Para nada. Lo que me gusta es tocar mi guitarra o la armónica.

--¿en serio? Yo también tocó la guitarra y estoy aprendiendo a tocar el piano.

--Genial.

--Y bueno, ¿no te gusta alguna compañerita?

Su diminutivo me había hecho reír, pero no por eso dejó de ser atractivo para mi.

--Pues... Me gusta una chica llamada Yoko.

--Yoko, ¿eh?

--Sí, es japonesa, está en la universidad, es siete años mayor que yo.

--¿no se te hace muy mayor para ti?

--No.

--Rió un poco-- Es normal que sientas atracción por las mujeres, ¿y ella es linda?

--Eh... sí.

--Lo principal es enfocarse en sus sentimientos.

--Supongo.

--Oye, y Cuéntame, ¿qué quieres ser de grande?

--No soy un niño.

--Pero tu actitud es como la de uno.

Me crucé de brazos y funcí un poco mi ceño.

--Oh vamos, no te enojes, pareces un niño pequeño, un lindo niño pequeño...

Ante aquel elogio mi rostro volteó a verlo rápidamente con un semblante de sorpresa.

--¡Digo! --aclaró su garganta-- perdón, así le digo a mi hija.

--Entiendo...

Los nervios de Paul salieron a flote y se puso de un color más rojizo.

--Este... creo que ya acabó mi hora contigo--Se levantó -- te veo mañana...

--Ah... claro.

Me levanté y me dirigí a la puerta. Su comportamiento era extraño pero no dejaba a la vez de ser normal.

--Eh..supongo que ¿gracias?

--De nada, es mi trabajo. Mañana voy a tu salón por ti.

--Me refería al elogio.--sonreí de lado y me puse en frente de él.

Volvió a aclarar su garganta y a acomodar su cabello.

--Este... sí,  emmm, te veo, mañana, adiós.

--Adiós.