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Me lave la cara en el tocador del baño. Me mire al espejo y solté un largo suspiro.

La idiota de Jisoo tenía razón, me jodia que lo tuviera.

Poco después salí de baño resignada a discúlpame con ella y contarle sobre mi ruptura. Pero, cuando llegue a la sala de descanso no vi a nadie más que a Minho.

- ¿Dónde está...?

- ¿Tú amiga?

Asentí.

- Salió a tomar aire.

- ¿Eso te dijo?

- No realmente. Cuando vino de no se donde me saco el dedo sagrado al momento que trate de hablarle. -Rio-. Parecer ser algo complica...

No lo deje terminar, ya que, para ese entonces me encontraba yendo al patio. Quizás estaba ahí.

- Perdón por lo que te dije -Hablo Jisoo como si tuviera ojos en la espalda. Cerré la puerta y me acomodé a su lado. Ella estaba sentada en la última grada, mientras que sus zapatos ya tocaban el césped.

- No importa.

Nos quedamos sin articular ninguna palabra. El frío era algo abrazador. Coloque mis brazos en equis y con la palma de mis manos comencé a frotar mi piel. Jisoo se dio cuenta. Se paró y me tendió la mano para entrar.

-

Era poco decir que Chaerin quedó maravillada con Jisoo. Casi en toda la cena se la pasaron conversando sobre cosas que no presté atención.

Mientras jugaba con el tenedor en el guisante logre percibir la mirada preocupada de SanDara.

Al terminar, yo no había articulado casi ningún palabra.

Cuando llegamos a los pasillos, para ingresar a nuestras respectivas habitaciones, me detuve en seco.

- ¿Sucede algo? -Interrogó. Me volteé y negué.

- Bueno, en realidad... Creo que ya debes saber esto.

Arqueo una ceja e hizo un ademán para que prosiguiera.

- Creo que ya termine con Kai... -Pronuncie apenas en un susurro. Jisoo artículo un: "¿Qué?" Lo repetí una vez más. Ella no pareció creerme para nada.

- Me lo hubieras dicho antes y nos hubiésemos ahorrado todo en embrollo -Se quejó. Rodé los ojos y negué.

- Realmente no se si terminamos.

- ¿Qué? ¿Entonces?

Solté un profundo suspiro-. Kai se... -Trague en seco-. Tuvo algo con mi primo. En fin, ambos nos pusimos los cuernos. ¿Eso no suena como una ruptura?

- Probablemente.

Me acerqué a ella y comencé a moverle el hombro mientras un puchero se adueñaba de mi semblante.

- Ya... Jisoo-yah. Puedes ser la misma de siempre?

- Déjame pensarlo.

No sabía si lo decía en broma o que, pero me moleste un poco. Me crucé de brazos y la fulminé con mirada. Ella no pareció notar la indirecta de que estaba molesta, ya que se comenzó a reír. Se acercó a mi y con las yemas de sus manos agarro mis dos cachetes y los amaso con algo de fuerza.

Agarre sus muñecas para detenerla, pero lamentablemente ella poseía más fuerza que yo.

- ¡Jisoo! -Me queje en voz alta.

- Te perdonó pero... -Una media sonrisa apareció en sus labios. Se alejo y me miró medio raro- ¿Sabes hacer masajes? El viaje en coche me hizo doler la espalda.

CAMPAMENTO DE LESBIANAS | JENSOO & CHAELISA Where stories live. Discover now