SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌

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Y en la Fortaleza de Hierro...

El pequeño niño jugaba dulcemente junto con su otro amigo, menor que él. Ambos reían a carcajadas mientras que sus poderes salían a flote de vez en cuando.

Estaban específicamente en los jardines de la guardería, en dónde todos los menores de aquel lugar iban a distraerse cuando no los llamaban para "hablar y jugar", en privado con ellos.

Una sonrisa burlona se posó en sus labios al ver cómo el menor se quemaba con sus propios dones, mientras que se quejaba de dolor.

--Hey... Me duele~-- se quejó el pequeño, con sus ojos llorosos mientras le mostraba su mano, la cuál tenía una pequeña quemadura al de mayor edad.

--¡Pero si eso casi ni se ve, además, se supone que tú controlas el fuego!-- reprochó el mayor, mientras hacía una mueca.

--Pe-Pero me duele-- insistió el menor, mientras hacía un pequeño puchero.

--Ay bueno..-- respondió el mayor para luego colocar su mano sobre la del menor. El vapor frío salió rápidamente de su mano y cubrió la del menor, brindandole así toda la temperatura helada que necesitaba para reducir el dolor de la pequeña quemadura.

Finalmente, el mayor de ambos quitó su mano dejando así muy feliz al menor, al ver que no sentía ninguna clase de molestia gracias a su hyung, cómo el solía llamarlo.

--¡Hyung!, ya no me duele te quiero mucho-- exclamó el menor; eufórico. Por consiguiente, éste último abrazó al mayor con todas sus fuerzas haciendo que el contrario se quedara sin aire.

--Sí, yo ta-también... Te quiero-- respondió el mayor, con un poco de dificultad. De repente, una potente explosión proveniente de la torre de la guardería provocó que los niños gritaran y que el ambiente se tensara repentinamente y que todo se volviera totalmente oscuro y tétrico.

Luego de eso vino la desgracia, mientras todo se venía abajo lentamente por culpa de aquella maquiavélica creación. Gritos agonizantes se hicieron presentes, y la fila de muertos era interminable.

Todos los pequeños corrían mientras intentaban buscar una salida, incluyendo a los dos criaturas apacibles las cuáles iban tomadas de las manos. Accidentalmente, un escombro provocó que el mayor de ambos quedara atorado y sin posibilidad alguna de escapar...

--¡NO VOY A DEJARTE AQUÍ!-- gritó el menor, mientras intentaba liberar al contrario.

--ESCUCHAME, TOMA ÉSTE DIBUJO-- pidió el mayor, para luego sacar un pequeño papel arrugado de su bolsillo-- LO HICE ANOCHE PENSANDO EN TI... Nunca te voy a olvidar... Jaemin--.

--Te amo... Jaeno--.

--PROYECTO: 1308_00 apresúrese-- ordenó uno de los guardias, quién se estaba encargando de evacuar el lugar.

El menor de ambos le dió un corto beso al mayor, y por consiguiente corrió hacía la salida de aquella guardería... En dónde lo esperaba su nueva vida...

¿Y el monstruo?

¿Qué pasó después?

...El tiempo lo sabe todo, él te lo dirá todo...

..Muy pronto..

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Jeno despertó repentinamente de su profundo sueño, uno tan nostálgico y que reflejaba la situación ocurrida en aquel fatídico día que permanecía en su memoria. Extrañamente, parecía que una voz serena la relataba lo sucedido... Uno que le decía que el tiempo le respondería todas sus dudas respecto a su gran amor y ya tenía una respuesta.