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Mientras tanto, Mark y Donghyuck...

La recién formada pareja de amantes se encontraban en un taxi, el cuál los llevaba hacía la casa del menor para que éste pudiese estar en su hogar.

El mayor de ambos dormía plácidamente en el sofá del transporte público, mientras que Donghyuck intentaba descifrar la dirección del dichoso video del tal Jackal. Ya eran las 11 de la noche y no había podido conseguir ni una sola pista, que le pudiese guiar hacía aquellos malechores que habían sembrado temor en la ciudad.

Y ahora sin un alcalde, la situación se complicaba. Los pobladores tendrían que irse a votación, para elegir a su nuevo dirigente político el cuál debería dedicarse a proteger la ciudad, las amenazas de ese villano. Porque esa era la única y la más grande verdad: eran solamente blasfemias sin fundamento alguno.

--Demonios... Estos idiotas son listos.. La dirección está inscriptada y no creo que pueda conseguir la dirección de un día para otro..-- susurró el de tez morena; furioso.

--¿Mmm?, ¿qué te pasa amor?-- susurró Mark, con su voz evidentemente adormilada.

--Nada... Tranquilo-- respondió el contrario, con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

--¿Seguro? Te veo un poco preocupado-- dijo Mark; inconforme con la respuesta del mayor.

--Está bien... La verdad tengo miedo, el tal Jackal parece estar hablando en serio y no quiero que más inocentes sufran por la ambición de un villano. Bueno, por lo menos Icy Monster ya no será problema para nosotros ni para las personas que residen en esta urbe-- dijo Donghyuck, entre un suspiro.

--Bebé, no te preocupes pronto encontrarémos la manera de encontrar a ese hombre y ponerlo tras las rejas. Ahora relájate y disfrutemos del viaje-- exclamó Mark, para luego abrazar al de tez bronceada y proveerle de su calor corporal al menor, quién se ruborizó rápidamente con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.

Los minutos pasaron rápidamente, y en cuestión de estos ambos chicos ya se hallaban al frente de la casa del menor. Éste último tragó em seco, con el temor reflejado en su cara... No quería estar con su padre, no después de lo que intentó hacerle en la tarde.

Quería quedarse con Mark y aferrarse a éste hasta perder el aliento... Lo neceistaba, necesitaba a Mark de su lado y viceversa.

--Mark-- llamó Donghyuck; tímido.

--¿Qué te pasa Haechan?-- cuestionó el mayor, con una sonrisa que demostraba toda su amabilidad hacía el contrario.

--¿¡Pu-Puedes entrar conmigo a casa!?-- preguntó Donghyuck; nervioso. Actitud que provocó la extrañeza de Mark.

--Eh.. Está bien-- accedió el ya mencionado, para luego empezar a caminar junto Donghyuck a la casa de éste último. El de tez morena, abrió la puerta sin tocar y se aterró al encontrar a su padre en un estado etílico, como solía estar siempre.

--¿¡Dónde estabas!?-- preguntó su progenitor, con un terrible olor que provenía de su persona.

--Papá.. Puedo explicartelo-- susurró Donghyuck; intimidado mientras que Mark era testigo de toda la escena que simplemente provocaba su ira.

--¿¡Y él quién es!?... Ah ya se, supongo que te fuiste de puta como solía hacerlo tú madre, porque ella era eso: ¡una zorra!-- insultó aquel hombre, cosa que hirió los sentimientos más profundos de Donghyuck quién ya estaba a punto de romper en llanto. Sin previo aviso, el hombre de mayor se acercó hacía su único hijo y con una increíble fuerza le dió una bofetada al menor, que lo hizo caer al suelo.

SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌 Where stories live. Discover now