I met an angel | Billie Eilish

Gris

Después de salir de aquel estudio y de que mi chica se tomara fotos con sus fans, me llebó hacia su casa.

-Tendrás que esperarme aquí por dos horas. ¿Podrás hacerlo? -me dijo, entrando en su habitación y cerrando la puerta.

-Claro pero, ¿a dónde iras tu? -pregunté confusa.

-Iré lo más rápido posible, pero es una sorpresa por eso debes quedarte aquí, con Finneas. -se acercó a mi y rodeó mi cintura con sus manos.

-Sabes perfectamente que no me puedo negar a nada si me miras así. -le dije, admirando sus preciosos ojos.

Mientras nos besamos, alguien llamó a la puerta.

-¿Lista? -dijo Maggie, entrando.

-Vamos. -me dió un rápido beso y se fué. Maggie me sonrió.

¿Qué estará tramando?

Me pasé dos horas con Finneas en el estudio. Supe que el también tenia sus propias canciones y descubrí que los hermanos tenian una voz preciosa los dos.

-Vaya Finneas, tienes una voz realmente bonita. -mi cuñado sonrió ante mi comentario.

-Me gusta saber que te gustan. ¿Cuál es tu favorita? -preguntó.

-Sin duda "Heaven", hay unos giros de voz hermosisimos. -contesté. -¿Publicarás alguna?

-La semana que viene abriré mi canal de youtube y subiré unas cuantas, a ver que tal. -dijo emocionado.

-Sin duda les gustará a la gente, tienes talento.

Me senté en la mesa con botones infinitos mientras él entraba en la sala de grabación. Grabó un trozo de la canción que se llamaria "Angel", y mi canal auditivo sintió felicidad al escuchar sus perfectos agudos.

Finneas salió de la sala y me dijo que debia subir a la habitación de Billie, cuando entré y me senté en la cama, Fin envió un mensaje y me sonrió, dejándome allí con cara confusa.
A los pocos minutos la puerta se abrió y si no fuera porque me tapé la boca con las manos, mi boca habria caido al suelo.
Billie apareció con una sonrisa tímida y su pelo totalmente gris. Un gris plateado que combinaba a la perfección con sus preciosos ojos azules grisáceos.

-Creía que era imposible ser más hermosa, pero acabas de demostrarme todo lo contrario. -le dije sin poder apartar mis ojos de ella.

-¿De verdad te gusta? -dijo tímida, acercándose a mi. Yo seguía sentada en el borde de su cama, me habia quedado petrificada en el sitio.

-No tengo palabras para describir lo bien que te queda ese color. Te va a juego con esos ojazos. -mi corazón se aceleró cuando su mano se posó en mi mejilla.

-Te amo. -me dijo sin aviso, pillando a mi corazón totalmente desprevenido.

-Yo también te amo. -la atraje hacia mi y la besé, mientras yo estaba sentada y ella de pié enfrente de mi. El beso fué subiendo de tono y se sentó encima de mi, rodeando mi cintura con sus piernas.

-No hagas eso, por favor. -le dije.

-¿Hacer el qué? -preguntó, mordiéndome el labio mientras ella sonreia.

-Besarme así, tus padres estan en casa y si me provocas tendremos un serio problema. -le dije, besando tiernamente su cuello mientras ella ladeó la cabeza, para darme más espacio.

-Es que no sé cómo lo haces, pero tengo necesidad de ti todo el tiempo. -dijo con la respiración entrecortada, por mis besos húmedos en su cuello.

Decidimos salir a dar una vuelta, ya que el ambiente en su habitación comenzaba a ser caluroso y sentia una presión molestosa en mi bajo vientre. Paseamos por Central Park, y fuimos a parar a un conocido banco, nos sentamos ahí mientras tomábamos un refresco.