SAY YOU LOVE ME. (Neji Hyuuga)

❤️Primos.❤️

Kata.

Me encontraba en la misma cabaña que Naruto mientras ambos reímos al recordar nuestras viejas aventuras. Por la puerta entró Neji cruzado de brazos y con el seño fruncido, detrás de el entraron los demás y se sentaron frente a nosotros.

— ¿Cómo siguen? — Preguntó Tenten.

— Muy bien. — Contesté abrazando por los hombros a Naruto.

Neji los miro con enojó y observó a otro lado.

— Son unos verdaderos héroes, salvaron a la aldea. — Dijó Ino.

— Sí. — Naruto Observó a Hinata.

— Me alegra que estés bien, Hinata. — La nombrada se sonrojó.

— Gracias, Naruto-kun. — Solté una leve risa.

— Las cosas han mejorado... Para nosotros. — Dije mientras Naruto y yo reímos cómplices.

— ¿A qué se refieren? — Preguntó Lee.

— ¿A caso engañas a Neji con Naruto? — Preguntó Kiba cruzado de brazos.

— ¡No digas esas cosas! — Le grité. — Es horrible que piensen que Naruto y yo tenemos ese tipo de relación, y peor aún cuando él es mi primo. — Al decir eso todos se sorprendieron y Neji nos miró.

— ¿¡Primo!? — Ambos Asentimos.

— El cuarto Hokage, mi padre, me lo dijo. — Naruto sonrió al recordarlo.

— Sí, y también me lo dijo a mi. — Solté un suspiro. — Mi madre era su hermana menor.

— Eso es... Sorprendente. — Admitió Shino.

— ¡Lo sé! ¡Naruto y yo somos primos y los mejores amigos! — Dije con emoción.

— No puedo creer que Kakashi-sensei sea tu tío. — Habló Sakura.

— Es increíble, ¿Verdad? — Presumió Naruto. — Kata-chan es mi prima.

— Bueno, iré por algo se comer. — Me puse de pie. — Nos vemos luego. — Observé a Naruto. — Adiós, primo.

Salí de la cabaña y comencé a caminar por la aldea, no hay personas en las calles ya que todas están dispersar ayudando en el centro de la aldea. Seguí mi camino hasta que sentí como alguien sujetaba mi brazo y le giraba.

— Neji. — me solté de si agarre. — ¿Que quieres?

— ¿Estás molesta conmigo? — No conteste. — Bien, admito que fui muy idiota al sentir celos de Naruto, pero siempre has estado a su lado y ahora que se que son primos, lo siento.

— Eres un idiota, aunque no fuéramos primos, sabes que por alguna razón estoy contigo, y esa razón es que te amo. — Neji formó una sonrisa.

— También te amo. — Tomó mi rostro y me besó.

— Eres tan idiota. — Solté un suspiro y tomé su mano y comenzamos a caminar.

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Me encontraba con Hinata en su habitación luego de un día largo ayudando en la aldea.

— Lo sé, me alegra saber que es mi primo.

— Siempre lo has protegido. — Asentí.

— Y lo seguiré haciendo, si alguien se sobrepasa con el, lo mató. — Hinata soltó una leve risa.

— ¿Quieres tomar algo? — Asentí.

Hinata y yo fuimos a la cocina y comenzamos a tomar limonada y ver un par de Dangos.

— El amigo de madre, Shisui, le gustaban los Dangos... Y a Itachi también. — Murmuré con una sonrisa pequeña.

— ¿Los extrañas? — Asentí.

— Sí. — Le sonreí un poco.

— ¡Hinata! — La llamo con un grito su hermana.

— Ahora vuelvo. — Asentí y se fue.

Observé la cocina mientras juego con mis pies.

— ¿Por qué tan sola? — oí la voz de Neji a mis espaldas.

— Hinata fue llamada por Hanabi. — Neji se detuvo frente a mi y yo pasé mis manos por sus hombros. — Hola. — Le sonreí.

— Hola. — Acerqué mi rostro al suyo. — Deberías de venir a visitarme a mi.

— Hinata es mi mejor amiga, ella merece mi atención. — Besé su mejilla.

— Neji... — Ambos nos separamos al oír la voz de Hiashi-sama. — Oh, Kata.

— Hiashi-sama. — Lo saludé.

— ¿Para que me necesita? — Preguntó Neji cruzado de brazos.

— ¿Sabes dónde se encuentra Hinata?

— Se encuentra con Hanabi en el cuarto de entrenamiento. — Hiashi asintió y se dirigió a la salida, pero se detuvo.

— Me alegra que ustedes dos estén juntos, te conseguiste una buena novia, Neji. Hinata estará o ocupada. — Y se fue.

— Que lindo. — Neji observó a otro lado. — Vamos, gruñón. — Me observó mal, sujeté su mano y salimos de la mansión Hyuuga.

— ¿A dónde vamos? — Preguntó Neji.

— A la biblioteca recién abierta. — Neji me Observó.

— ¿Vas a leer? — Asentí.

— Quiero distraerme con algo, sacaré unos libros para leer hoy. — Me sujeté de su brazo.

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— Y ahora todos quieren mi autógrafo. — Me contó Naruto soltando un suspiro.

— Sí, bueno, tal vez es por qué salvamos la aldea. — Observé a Neji a mi lado quien carga los libros que elegí.

— Cuando todos se enteraron de nuestro parentesco, nadie lo ha podido creer. — Sujete el libro que llevó contra mi pecho.

— Tal vez sea porque yo soy bonita. — Dije en tono divertido mientras muevo mi mano. — Y tu... Tienes salud.

— Que cruel eres, Kata-chan. — Dijo bajando la cabeza.

— Es broma. — Solté una leve risa.

— Pensé unos momentos y... ¡Neji debe pedirme permiso para salir contigo! — Me abrazó protectoramente.

— ¿Que? Deja de decir tonterías, ni loco te pediré permiso. — Le contesto con el seño fruncido.

— ¡Pero estás saliendo con mi prima!