SAY YOU LOVE ME. (Neji Hyuuga)

✨Urgencias.✨

Kata.

— Hinata. — Hiashi entró a la habitación. — Han traído a los chicos, están en el hospital.

Me puse de pie y salí corriendo de la habitación dirigiendome a la salida de la mansión para ir directo al hospital.

Al entrar corri hasta la sala de espera dónde encontré a Shikamaru y Temari. Observé a Shikamaru.

— ¿Cómo está Neji? — Pregunté nerviosa.

Shikamaru me observó durante unos segundos para después bajar la mirada a sus manos.

— Está en estado criticó. — Mi respiración se detuvo. — Sufrió mucho daño en la batalla que tuvo... Estuvo a punto de morir.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al oír eso, me recargue en la pared para evitar caer.

— Neji... — Cerré los ojos con fuerza soltando un par de lágrimas. — ¿Donde está Naruto? — limpie mi rostro.

— El siguio a Sasuke, aún no llega... Solo queda esperar.

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La tía Tsunade tenía uno de sus brazos sobre mis hombros después de terminar de atender a Chouji, ella trataba de consolarme diciéndome que Neji estará bien y que Naruto llegará pronto.

— ¡Lady Tsunade! — Shizune llegó corriendo. Me puse de pie esperando por lo que debe decir. — Neji Hyuga está a salvó, ya logró estabilizarse. Kakashi Hatake y Naruto Uzumaki llegaron, lo están examinando.

— Shizune... — Me acerque a ella y la abrace. — Gracias.

— No hay de que. — Me separé de ella.

— ¿Puedo verlo? — Pregunté ansiosa.

— El se encuentra descansando, pero Naruto está despierto. — Shizune me dijo la habitación de ambos y corri a ver a Naruto.

Al entrar ví a Sakura de pie frente a Naruto, me acerque y la aparte abrazando a Naruto.

— Estás bien... — Cerré los ojos con alivio. — Estaba preocupada por todos. — Me separé un poco de el. — Pero afortunadamente todos están bien.

— Pero no logré traer a Sasuke. — Solté una leve risa.

— Naruto, eso no importa ahora, ya lo solucionaremos después. — Le sonreí volviendo a abrazarlo.

Me senté junto a Naruto mientras ambos hablamos sobre lo ocurrido en la misión y yo le cuento cómo llegaron los demás y en qué estado se encuentran. Estuve unos minutos hasta que la puerta fue abierta y por ella entró mi padre.

— Naruto, ¿Cómo te sientes? — Me puse de pie.

— Saldré un momento. — Salí de la habitación y me dirigí  a la de Neji.

Di un par de golpes y escuché un "pase". Al abrir la puerta lo encontré sentado sobre la camilla mirando por la ventana.

— Neji. — Su mirada se puso sobre mi al oír mi voz, me acerque cerrando la puerta y me detuve al estar al lado de su camilla.

— Hola.

— Crei que habías dicho que volverían bien. — Su mirada se puso sobre sus brazos llenos de vendas

— Sí, creo que me equivoqué. — Asentí sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas. — Como sea, volvimo... — Se interrumpió cuando lo abracé con fuerza recargando mi frente en su hombro.

Sus brazos me rodearon apretándome más a su cuerpo, es la primera vez que corresponde rápidamente a mis abrazos.

— Creí que moririas... — Cerré los ojos con fuerza tratando de no llorar. — Estuve esperando saber de tu destado por tres horas. — Me separé un poco de él para mirarlo sin ser soltada por él.

— Lo siento, el enemigo era muy poderoso. — Solté una pequeña risa.

— Pero tu eres más fuerte, el murió, tú no. — Neji Asintió con sus ojos sobre los míos incapaz de apartarlos ni por un segundo.

— Encontré una razón para vivir... — Murmuró lo suficientemente bajo para que yo lo escuché.

— Espero que sea una buena razón. — Dije sin borrar mi sonrisa.

— Lo es. — No me había dado cuenta de la cercanía de nuestros rostros, hasta que al hacerlo me sonroje mucho.

La puerta fue abierta de golpe, ambos miramos a esa dirección encontrando a Hiashi y Hinata viéndonos sorprendidos. Neji y yo nos miramos y nos soltamos rápidamente, me aleje de él poniendo de pie.

— Veo que estás bien acompañado. — Le dijo su tío con cierto tono divertido, difícil de notar.

— Neji-niisan, ¿Cómo te encuentras? — Hinata me miró con una sonrisa lo que provocó que me sonrojara aún más.

— Me siento mucho mejor, Hinata-sama. — Hiashi se acercó a él colocandose a su lado.

— Me pregunto por qué será. — Neji me miró un poco sonrojado.

— Eh... Tengo que irme... Creo que golpeare un poco a mi distraído padre. — Me acerque a la puerta, pero en el camino tropecé con una silla. — Maldición. — Dije por lo bajo.

— Kata Hatake. — Mi padre apareció en la puerta. — Ven. — Asentí.

— Eh... Nos vemos después, espero te recuperes pronto, Neji. — Él me observó con una pequeña sonrisa burlona. — Adiós, que tengan linda mañana, digo noche, tarde... Día...

— Kata-chan... — Hinata me miró conteniendo una pequeña risa.

— Kata. — Mi padre me hizo señas y salí detrás de el totalmente avergonzada por mi torpeza de hace unos momentos.

Seguí a mi padre por el hospital hasta llegar al jardín de éste y entonces nos detuvimos. Mi padre soltó un suspiro pasando su mano por su cabello.

— Lamento no haber notado tu chaleco Jounin... Soy el peor padre del mundo, creo que me centre mucho en el entrenamiento de Sasuke que descuide a mi propia hija. — Me observó con arrepentimiento. — Lo siento.

— Tranquilo, está bien... Por lo menos otras personas importantes para mí lo notaron. — Asintió.

— Y seguramente una de esas personas fue el Hyuga. — Miré el suelo sintiendo el calor volver a mi rostro. — Lo imaginé, Jiraiya me dijo que es tu novio.

— ¡Claro que no! — Me defendí. — Neji es mi amigo... Y... Nada más. — Dije no tan segura.

— Claro, haré como que te creo. — Puso su mano en mi cabeza mientras caminamos a casa. — Pero no me culpes si pasa más tiempo en esa camilla.

— ¡Papá!