-No te preocupes, lo que tenga que pasar pasará y mientras eso ocurra, aprovecharé el tiempo.

Esa noche le prometí a mi hermana que pasaria el resto de noches con ella, porque no sabia hasta cuando la volveria a ver y aprovecharia el tiempo al máximo. A ella le encantó la idea.

-Pon Ocean eyes, seguro que me duermo más rápido. -me dijo.

-Oh no me hagas esto, que la extraño demasiado... -le hice un puchero.

-Parece que hayas escrito tu la canción, la letra me recuerda a lo que sientes por ella. Anda ponla y duérmete pensando en Bil. -me dió la mano.

-De acuerdo, buenas noches pequeña, te quiero. -le di un beso en la frente y me acomodé en el sillón de su lado.

-Yo a ti también hermanita. -me dijo, cerrando los ojos.

El día que le dieron el alta nos fuimos a comer todos juntos, en familia. Aunque mi madre y mi padre solo eran amigos, nos gustaba mucho verlos juntos sin discutir ni hecharse cosas en cara.
Comimos entre risas, anécdotas y historias y yo les dije que debian venir a NY y conocer a las dos bellisimas personas que me salvaron la vida. A Michael y Kassie les gustaria conocer a mi familia.
Me prometieron venir los cuatro por navidad, y me hicieron la chica más feliz del mundo.
Saliendo del restaurante y caminando hacia nuestra vieja casa, vi algo que me paró el corazón y mi sangre se congeló.
Salí corriendo como nunca antes habia corrido, ignorando los gritos y advertencias que gritaba mi familia.

-Te voy a matar! -salté encima suyo y lo tiré al suelo. -Te juro que te mato! Casi me mataron por tu culpa hijo de puta. -le pegaba en la cara mientras el sonreia maliciosamente.

-Vamos pégame, dale fuerte. -me decia.

Mis puños se enrojecieron de tanto pegarle, mi cara estaba roja de la rabia y no podia parar hasta que alguien me cogió por atrás y me levantó de allí.

-Suéltame papá! Te digo que me sueltes! Lo mato! -gritaba.

-Julia por favor déjalo! -grito mi madre. -Llévatela de aquí por favor. -le suplicó a mi padre.

Me separé de su agarre y corrí para darle una patada en los huevos, y cuando se agachó por el dolor le dí un rodillazo en la cara. A pesar del dolor se incorporó y me cogió por el cuello, levantándome del suelo.

Su asquerosa cara me miró a los ojos mientras yo le sonreía y mi piel se tornava lilosa.

-Ojalá hubieses muerto ese dia, asquerosa. -me dijo.

Le escupí en el ojo y me soltó. Mi padre le dió un puñetazo en la cara tumbándolo el en suelo y nos fuimos de allí.
Cuando mi rabia menguó, vi que casi todo el pueblo estaba mirando la escena que monté, pude reconocer a Iris, mi antigua mejor amiga. Mirándome con sorpresa y tristeza, pero giré la cara y continué caminando.

Al llegar mi madre me metió la bronca del siglo.

-¿Pero tu estas loca? Te podria haver echo mucho daño! Tu hermana acaba de salir del hospital, Jul! ¿Crees que le ha ido bien tanta preocupación!? -me gritaba.

-Entendedme, joder! Ese tio por poco acaba con mi vida, no lo he vuelto a ver desde que se fué de casa y todo lo malo que me ha pasado ha sido su culpa! Lo siento por haver montado un pollo pero lo necesitaba, joder lo necesitaba. -lloré de la rabia que sentia mi cuerpo hacia esa persona. -Tu no sabes cómo me sentí al ser secuestrada en medio de la calle mamá, sentí mucho miedo y podrian haverme matado a su gusto. -lloré.

Mi hermana me abrazó.
-Gracias por darle una paliza, enserio que lo hubiera echo yo si tubiera fuerzas. Estoy genial no te preocupes. Has echo lo que sentias. -dijo Paula.

Mi madre se sintió mal, me abrazó fuertemente junto con mi hermana y acabamos en un abrazo familiar muy reconfortante.

-Ve a curarte los nudillos, anda. Lo siento por ponerme así, me he asustado por lo que podria haverte echo. Te quiero hija. -dijo mi madre dándome un beso en la frente.

Mientras me dirigia al baño, no me percaté que volvia a pisar esa casa. Todo estaba igual a cuando me fuí, idéntico. Subí las escaleras hacia la planta de arriba y entré a mi habitación.
Intacta.
Mi madre no habia movido ni tocado nada, mis posters y dibujos seguian colgados en la pared, las sábanas eran las mismas con las que dormí el dia antes de irme. Miles de recuerdos horribles llegaron a mi cabeza y me senté sobre la cama.
Lloré por el pasado que aún me dolia, por los recuerdos de mi madre medio inconsciente drogándose con ese malnacido, lloré por que me veia estirada en esa cama llorando del dolor que sentia mi cuerpo cuando me dieron la paliza.
Al rato, recapacité. No debia de llorar, debia recordarlo con valentia y orgullo por haver aguantado tanto. Ahora mi madre estaba limpia, con una orden de alejamiento para Manuel, yo estaba bien y tenia a mi lado a la chica más preciosa de este planeta, vivo en la ciudad que siempre me gustó, des de las películas que veia cuando era pequeña. Mi padre ayudaba a mi madre y mi hermana habia sobrevivido a un horrible accidente y a un coma que podria haver acabado con ella. ¿Qué más queria? Sonreí y me limpié las lágrimas y di gracias a la vida por darme tanto.

I met an angel | Billie EilishWhere stories live. Discover now