Ocean eyes

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La semana transcurrió tranquila y sin mucho trabajo, hasta que llegó el sabado.
Ese dia era la fiesta de Halloween y en el Saturday's como no, lo celebramos.

Eran las doce de la noche cuando me puse en la barra, junto con Kassie y Michael. Los tres íbamos disfrazados de vampiros. Con capa, colmillos y sangre.
A la una de la madrugada el bar ya estaba lleno, la gente pedia copas, habia cola para el baño, y algunas chicas se me acerdaban.
Siempre he sabido que me gustaban las chicas, pero nunca he tenido una relación seria con ninguna. Todo han sido relaciones espontáneas o de una noche.

-Si te invito a una copa, te la beberias conmigo? O no te dejan beber en el trabajo? -me dijo una chica rubia, disfrazada de mujer lobo, apoyándose intimidante en la barra.

-No, no me dejan. -su expresión cambió a triste. -Pero por ti hago una exepción. -Y sonreí.

-Me llamo Rue, y tu? -dijo mientras le daba un sorbo a su copa.

-Julia, pero llamame Jul. -le dije chocando su copa con la mia. Parece que la noche no será aburrida esta vez.

Las horas pasaban y Rue no se movia de la barra. Me observaba llendo y viniendo, sirviendo copas y recogiendo mesas, lanzándome miradas de vez en cuando.
Pasé por su lado y le susurré:
-Ven conmigo.

La cogí de la mano y nos dirigimos al pasillo del baño, que aunque habia gente nos dió igual.
Me aplastó en la pared y me besó con furia. Yo la cogí de la nuca y la apretaba aún más hacia mi. La chica era sexy y muy guapa, tenia los ojos verdes y el pelo rubio, y ese disfraz me sacaba de órbita.
El alcohol me estaba haciendo efecto y si iba borracha y me besaban así, no podria parar.
Le acariciaba los muslos y a veces los apretaba, mientras de su boca salían pequeños gemidos, cuando le besé el cuello, Rue levantó levemente la pierna, y en cuanto tocó mi entrepierna con su muslo la separé delicadamente.

-Rue. -intenté decir entre besos. -Rue espera.

-¿Qué pasa? -dijo separándose.

-Estamos en medio del pasillo y como sigas así no podré parar. Aún me queda una hora para cerrar aquí. Si quieres puedes subir a mi piso luego, tienes coche?

-Por supuesto, tomaré una copa de mientras y te espero, guapa. -me dió un beso corto y se fué a sentarse en la barra.

Mientras me ponia bien el pelo y el disfraz, me dí cuenta de que muchas chicas que hacian cola para el baño me miraban como diciendo: menudo lote te has dado.

Me sonrojé y entré al baño a mirar mi maquillaje.
La sangre falsa de los labios estaba echa un asco, parecia que me habia comido 2 quilos de fresas.

-Parece que alguien ha ligado hoy.

Mierda, esa voz.

-Hola Billie, que sorpresa. -le dije nerviosa, otra vez, ¿por qué me ponia tan nerviosa esta chica?

-Tengo un poco de sangre falsa en el bolso, por si quieres...

-Claro, si gracias. -le dije desviando la mirada.

Iba disfrazada de vampira igual que yo, pero diferente.
Su pelo azul lo llevaba en media cola, con algunos mechones callendo por su cara, sangre falsa en la boca y no llevaba colmillos. Iba totalmente vestida de negro con una camiseta ancha y unos pantalones cortos hasta las rodillas. Con unos calcetines negros altos y unas Jordan negras. Las cadenas que salian de su cuello le caían largas hasta la barriga y las manos estaban llenas de anillos. Más o menos del mismo estilo que la ví el lunes en el parque, pero con sangre en la boca.

-Me parece que te has dejado la capa. -le dije cogiendo el potecito de pintura roja y girándome hacia el espejo.

-Muy graciosa, pero no. No me gusta disfrazarme mucho pero mis amigos han insistido en almenos ponerme algún detalle. -decia mientras me observaba desde el espejo.

-¿Vienes mucho por aquí? No te he visto nunca. -pregunté, mientras le devolvía el frasco.

-Es la primera vez, ¿y tu? -contestó dándo un paso al frente, a lo que inconscientemente yo di uno atrás y acabé cogiendome del lavamanos.

-Trabajo aquí, deberia volver. Hasta pronto. -Y salí prácticamente corriendo de allí. Su mirada me intimidaba y me gustaba a la misma vez, pero me ponia muy nerviosa y eso no me gustaba.

Cuando cerrabamos el bar Billie pasó por delante se mi y se despidió con un movimiento de cabeza. Mientras se alejaba por la calle me la quedé mirando, su manera de caminar me atrapó.

-Vamos? -Ah si, Rue me esperaba.

Le indiqué el camino hacia mi casa y subimos por el ascensor.

No dió tiempo a que se cerrara la puerta que Rue ya atacó mis labios.
De repente hacia mucha calor y parecia que nunca iba a llegar al quinto piso. Las puertas se abrieron y como pude abrí la puerta.
Al cerrar Rue me empujó contra la puerta y me quitó la camisa blanca, yo la suya y así hasta que nos quedamos en ropa interior.
No tubo que buscar la habitación porque mi salón y mi habitación eran uno, así que me dirigió hasta allí y la tumbé.

Rue gemia debajo de mi mientras besaba su fino cuello y pasaba mis manos por todo su cuerpo. Le quité el sujetador y ella a mi, faltaba una última prenda que molestaba, no tardó mucho en desacerse de ella.
Nuestros cuerpos desnudos y humedos se rozaron y el ambiente comenzó a ser más caluroso.

En un movimiento ágil Rue cambió de posiciones y de un momento a otro introdujo un dedo.

-Estas muy mojada cielo. -me dijo

-Pues como tu. -le dije mientras colaba mi mano por sus piernas.

Comenzamos a hacer movimientos, primero suaves y despacio hasta que se convirtieron más rapidos y salvajes.

Cuando estube apunto de estallar en un orgasmo unos ojos azules vinieron a mi mente. Grité de placer y Rue a los pocos segundos también.

-Aún no emos acabado. -me dijo sensualmente mientras acercaba su boca peligrosamente a mi zona sensible.

El sol salió y me encontraba en la terraza fumando un cigarrillo.

-Deberia irme ya. -dijo Rue acercándose.

-Claro. -le dije mientras miraba el amanecer.

-¿Me das tu número o algo? Tranquila no quiero presionar ni nada, solo que me ha gustado esta noche. -dijo mientras acariciaba mis hombros desde atrás.

Le apunté mi número en su móvil y le di un beso en la mejilla.

-Gracias por la noche, ha estado bien. -me despedí mientras le acompañaba a la puerta.

-A ti, vampira. -me guiñó un ojo y se fué.

Gracias a Dios que los domingos no trabajaba, porque estaba destrozada y muy cansada.

Me puse a dormir sin pensar en ninguna hora para despertarme. Y adivinad con quién soñé.

I met an angel | Billie EilishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora