Un dia cualquiera

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*Suena el despertador a las 6am*
-De vuelta a la rutina... puto lunes. -digo en voz alta.

Me dirigí al baño para ducharme y vestirme, para luego prepararme el café.
Como de costumbre, me tomé el café en la pequeña terraza acompañado de un cigarro.
Si, sé que fumar me perjudica a la salud pero nunca he tenido a nadie para que me lo prohibiera, además todos moriremos de algo algún dia.

Admiré las vistas de Nueva York, aunque viviera en un piso pequeño y en un barrio de las afueras, los edificios, las luces, los árboles y los ruidos de la ciudad se veian y escuchaban perfectamente.

Sin muchas ganas cogí un autobús y me dirigí al centro para estar en mi puesto de trabajo a tiempo.

El Saturday's no estaba mal, era una cafeteria frecuentada por las mañanas y una discoteca conocida por las noches.

-Buenos días pequeña! -se acercó Michael, mi jefe. -Siempre tienes esa cara de pocos amigos? -dijo y me dejó un beso en la frente.

-La verdad es que si, tengo pocos amigos. -le dije sonriendo de lado.

Por las mañanas trabajabamos Michael y yo, por las tardes cerrabamos y por las noches se encargaba Kassie su mujer, Camila y si necesitaban ayuda me llamaban.
Cuando me mudé a NY tube mucha suerte de encontrarme con Michael, desde el primer momento supo que mi vida no habia sido fácil y me dió un puesto de trabajo en su bar. Aparte de mi jefe lo consideraba un amigo, de los pocos que tengo aquí. También estaban Jordan y Claudia, son pareja y nos conocimos aquí en el bar.

La mañana pasó lenta como siempre, y más si es lunes, y antes de ir a casa decidí sentarme en mi banco de Central Park.
Me ayudaba a relajarme y a ordenar mi mente, mientras escuchaba música a todo volumen.
Mi movil sonó y miré la pantalla:

-Todo bien por NY? Hace tiempo que no sé de ti hermanita... Escribeme cuando puedas, besos.

Decidí contestar más tarde, la nostalgia y los recuerdos me invadieron y no pude evitar llorar.
Era mi hermana Paula.
La echaba mucho de menos, siempre emos estado muy unidas hasta que todo cambió y tube que alejarme de ese pueblo tan tóxico de España, y que mejor que irme a uno de mis sitios de ensueño, NY.
Me sequé las lágrimas y levanté la cabeza.
Cuando me dí cuenta, una chica que no habia visto nunca me estaba mirando desde el banco de delante de mi. Al conectar nuestras miradas ella se levantó y se fué, dejandome a mi con la boca abierta.
¿Que por qué tenia la boca abierta? No lo sé ni yo, pero esa chica era extremadamente preciosa. Por lo que pude ver en la distancia tenia el pelo azul oscuro, los ojos azul claro y la piel bastante blanca.
Salí de mi burbuja y me dirigí a casa.

Como siempre me dieron ganas de llorar, entrar en casa y no escuchar las peleas de mis hermanos, a mis perros corretear para saludarme, mi madre gritando: A comer!! Des de la cocina... Echaba de menos todo eso pero irme a los 18 años de mi antigua casa fué lo mejor.
Me miré al espejo y me odié a mi misma. No me gustaba lo que veia, me parecia horrible en todos los sentidos.
Mi pelo era corto y marrón oscuro, era bastante alta y delgada, aunque yo siempre me veia gorda. Tenia varios tatuajes en los brazos, entre ellos destacaba el león en el antebrazo izquierdo y el lobo en el derecho. También tenia en el gemelo izquierdo y una mandala en la espalda. Me sentia bien con mis tatuajes, sentia que tapaban mi cuerpo.

Era de noche y no me llamaron para ayudar en el bar, así que decidí volver a mi banco de Central Park, en cierto modo queria ver si esa chica volvia a pasar por ahí. ¿El por qué? No lo sé.

Me senté y me encencí un cigarro, estube escuchando música y mirando al cielo varias horas hasta que decidí que era hora de volver y dormir. Estaba llegando a la salida cuando escuché unos pasos correr hacia mi por detrás.

-Hey! Perdona! -gritó alguien.

Al girarme, vi a la chica del banco con mis llaves en la mano mientras corria hacia mi.

-Uf, menudo spring, déjame coger aire. -dijo la chica entrecortadamente por la falta de aire.

Mientras recuperaba el aliento me tendió las llaves, sonrió y dijo:

-Esto es tuyo, se te cayó mientras caminabas.

Tardé en responder, y me dí cuenta cuando ella puso una mueca triste.

-Vaya, oh, perdona sisi, muchas gracias. -¿Por qué hablaba tan nerviosa?

-Claro, de nada. Por cierto soy Billie. -dijo tendiéndome la mano.

"Billie", me pareció un nombre diferente y bonito.

-Yo soy Julia, pero llamame Jul. -le dije estrechando su mano. Vaaaya, que suave.

Me pareció una eternidad los segundos en los que nuestras miradas, más cerca que esta mañana, se cruzaron. Pude observar que sus ojos tenian tonos grises y azules, me perdí por unos segundos y cuando me dí cuenta de la incomodidad me sonrojé.

-Bueno, eh, tengo que irme. Gracias a ti podré entrar en casa. -le dije nerviosamente mientras me rascaba la nuca.

-Me alegro, Jul. Buenas noches! -dijo mientras se iba por el lado opuesto a mi.

Al volver a casa tube que calmarme, esa chica era jodidamente guapa y nunca habia visto a nadie así. Con esos ojos, esos labios y esa cara tendria que ser ilegal andar por la calle.
Decidí intentar no darle importancia, no era bueno que me obsesionara con una desconocida después de todos mis desastres platónicos que dejé atrás.

Me puse a dormir, mañana será otro dia

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Hola!! He decidido empezar un fanfic de Billie Eilish. Hacia tiempo que queria hacerlo.Tengo buenas perspectivas para este fic, espero que os guste!!
Disfrutadlo😘

I met an angel | Billie EilishWhere stories live. Discover now