Destino || Terminada

Sin ti no puedo

Calle.

Cuándo Poché se fue quise detenerla, pero me sentía tan aturdida con todo lo que vivió, sentía ganas de vomitar con solo recordarlo y es que me sentía cómo esas personas, porque yo le hice daño a María José.

El solo hecho de tener una relación con Sebastián, el tipo que ayudó a su desaparición me provocaba un tipo de odio hacia mi, por ser tan estúpida, tan ciega e ingenua.

Una estúpida por no creer en la mujer que amo.

La he buscado en estos días, pero Poché no responde mis llamados y no sé por qué motivo me está alejando de ella, he llegado a la conclusión de que lo hace por dejarla ir.

Era mi culpa que pensará así, pero necesitaba decirle que no me importa lo que mandó a hacerle ese hombre, después de todo era una persona que no merecía una segunda oportunidad en esta vida.

Poché estaba llena de odio y rencor hacia el, no me tomó por sorpresa descubrir su lado vengativo, pero cuando ella me contó todo, pude ver el arrepentimiento, la angustia y la tristeza.

Ella de verdad no quiso tomar ese camino, pero no le quedó opción.

Solté un suspiro llegando a la firma, Alba me había llamado para darme noticias de mi dichosa investigación y la del caso.

— Hola, Valeria. — saludé.

— Señorita Calle, me da gusto verla por acá.

— ¿Y Alba?— indagué.

— En su oficina.

Asentí antes de dirigir mis pasos hacia la oficina de Alba, toqué antes de entrar, al estar dentro me encontré con mi socia y una abogada que yo conocía.

— ¿Camila?

Ella al oír mi voz se puso de pie para verme, apartó la vista arreglando sus gafas.

— Hasta que llegas, castaña hueca. — se quejó la pelinegra.

— Esa eres tú, española idiota. — repliqué cruzandome de brazos. — ¿Qué noticias me tienes?

Alba señaló a Camila a su lado, fruncí el ceño y pude ver cómo la chica alzó su vista para verme y tragar grueso.

— ¿Tiene algo por decir, abogada Cabello?

— Yo... — vaciló.

— Habla, ya te prometí que no habrá repercusiones si dices todo. — mencionó Alba con firmeza, fruncí el ceño.

— ¿De qué carajos hablas?

— De que... — Camila tragó grueso. — Yo tengo el archivo original del caso que la metió en problemas.

— ¿Qué?— arrojé sin entender.

— Señorita Calle, le juro que-

— No me jures nada y di todo lo que sabes antes de que busque la forma de que no ejerzas en ninguna firma.

Camila negó con su cabeza y miró a Alba, esta se hizo la desentendida caminando hasta su silla de escritorio.

— Todo empezó con la abogada nueva que llegó hace tres años, Lauren Jáuregui. — carraspeó su garganta. — Ella siempre fue muy linda conmigo y empezamos a salir, todo iba bien, pero ella pidió tener una relación en secreto por la regla de las relaciones personales en el trabajo.

— Eso no me interesa, me interesa saber cómo es que ella falsificó todo el archivo.

— ¿Recuerda cuándo le pedí ayuda con el caso y al final lo tomó usted?— asentí lentamente, me parece que fue cuando regresé con Poché de mi viaje. — Cuando ella iba a mi casa supongo que tomó el archivo original y por ello le di el falsificado.