Desayuno

15.1K 703 29
                                    

Calle.

Desperté con un pequeño cuerpo agazapado a mi, al voltear me encontré con Poché quien me tenía encarcelada con sus brazos situados en mi cintura, una de sus piernas enredadas en las mías.

Me muevo despacio entre sus brazos quedando cara a cara.

Observó su rostro y no puedo evitar sonreír ante la imágen, tiene la boca entreabierta soltando pequeños suspiros, algunos mechones peliazulados regados por su cara, con cautela quito los mechones para despejar su rostro y ver una imagen adorable.

Poché completamente pérdida en sueños con un lindo puchero.

Suelto un suspiro para delinear su cara con mi dedo, pasándolo por sus párpados, sus labios que me han convertido adicta a ellos y su nariz.

Nunca pensé que le iba a dar una oportunidad a Poché, el miedo, la incertidumbre no me lo permitían, pero toda mi vida he seguido un plan y por primera vez no lo estoy siguiendo.

El que la mujer frente a mí apareciera hizo que todo ese supuesto plan se fuera al demonio.

No niego que aún siento miedo, nunca he sentido esto por nadie y mucho menos por una mujer, pero por ella estoy dispuesta a hacerlo, espero no me falle.

Dispuesta vuelvo a dormir, siento cómo Poché me estrecha más entre sus brazos hasta el punto de que nuestras narices se queden juntas, vuelvo a caer en un sueño profundo con una sonrisa.

Despierto más tarde y Poché sigue agazapada a mi, la quito de encima para salir de la cama, veo cómo rueda en la y queda boca abajo abrazando la almohada, voy al baño a hacerme mi rutina de aseo personal, al terminar salgo y Poché sigue igual.

«Está mujer si tiene pesado el sueño» pensé.

Al ver la hora me percato de que es demasiado tarde, voy en busca de mi teléfono en mi bolso observando que tiene poca batería. Antes de ponerlo a cargar le llamo a Valeria y ella me dice que Alba tenía todo bajo control.

Eso me pareció extraño, pero lo agradecí, después de todo ayer no llegó aunque era mejor así porque apareció Poché en vez de ella.

Tenía el día libre después de mucho tiempo.

Algo hambrienta decidí ir a la cocina haciéndome una coleta, iba a cocinar para la mujer que duerme en mi cama.

Me dispongo a hacer pan tostado con huevos y fruta, mientras tanto pongo música baja, escucho una canción movida que desconocía logrando moverme por la cocina de buen humor.

— Se me juntaron la suerte con las ganas de verte si te tengo de frente no me digas que no...

Pongo el pan tostado en el plato junto con los huevos, sirvo el café tarareando la canción por lo bajo.

— Pregúntale al destino por qué nos enamoró, pregúntale al camino que por qué nos separó...

Me muevo al ritmo de la canción cortando la fruta, moviendo la cabeza de un lado a otro.

— Tú sabes la respuesta siempre he sido tuya y sola solamente tú y yo...

Al terminar con la fruta tomó el bowl para ir a ponerlo a la mesa, pero un rostro sonriente me hace dar un pequeño salto en mi lugar.

María José se veía encantadora toda despeinada y sin ninguna gota de maquillaje, era simplemente hermosa.

— ¿Cuánto llevas ahí viéndome?— preguntó sintiendo mi cara arder.

— El suficiente.

Se acerca dándome un corto beso para regalarme una sonrisa.

— ¿Te ayudo?— se ofrece quitándome el bowl de las manos.

Destino || TerminadaWhere stories live. Discover now