NATALIE
No pienso confiar en alguien que no conozco.
Puede que sea una trampa de Magda para poner a prueba para quién se supone que estamos trabajando.
Si seguimos las instrucciones de este sujeto que se ha metido en la computadora, no estoy segura si saldrán las cosas bien, incluso para poner en juego la vida del prototipo es ya arriesgado.
Si además esto nos mata, no podría ser viable.
—El tiempo se termina, Nat—anuncia Nick y mi corazón sufre un giro inesperado al darme cuenta de que él me está pidiendo confiar.
Demás que todo podría tratarse de una trampa, pero prefiero dejarme llevar por la idea de que Vicent me ha llamado "Pastelito", es decir que me conoce
Como Magda, después de todo ella era...Samurai.
Carajo.
—La anestesia lo está durmiendo—anuncia mi cuasi médico favorito, sacándome del ensimismamiento—. Avísame en cuanto el sistema electrónico esté interrumpido así desligo las conexiones ventriculares del dispositivo.
"Desconéctalo. El sistema ya no es sirve". La indicación es clara por parte de nuestro amigo Vicent (por qué diablos estoy confiando en él, por qué diablos no puedo hacer esto yo solita, como siempre lo he hecho y ahora esto me supera). ¡No tengo idea de qué otra cosa podría hacer!
—Bien—le digo.
Y noto desde un costado que está preparando las herramientas para efectuar la incisión y abrirle la cabeza. Carajo.
La computadora muestra los signos vitales. Es hora.
—Ya puedes abrir—le digo.
Nick asiente y comienza.
El dispositivo no deja de funcionar, pero las herramientas de contención para la pérdida de sangre entran en ejecución. Un tipo de cirugía de esta complejidad suele realizarse con un equipo de personas, ahora en cambio, debo dejar solo a Nicholas Jefferson actuar de acuerdo con sus conocimientos. Yo soy algo así como una asistente de cómputos, valiéndome de un quirófano que ha digitalizado casi toda su maquinaria.
—Desactiva el algoritmo—anuncia Nick—. Avísame y lo quitaré.
El tal Vicent me da las indicaciones precisas para dar de baja el software sin que vaya a matar al sujeto.
"¿Y ahora qué?" le digo.
"Deben colocar otro".
"Cómo carajos quieres que hagamos eso."
"Hay que fabricarlo".
"No tienes que estar hablando en serio".
"Si están pensando en montar una compañía, es porque tienen un armamento para lanzar al mercado".
"¿Conoces este lugar?"
"Solo en los mapeos informáticos".
"Dime qué hacer".
"Ve a las vitrinas de crioconservación. Deben tener repuestos para implantar con células madre. Esteriliza los elementos que vayas a utilizar para sacarlas".
"No hay tiempo".
"Hazlo o podrás meterle una infección. Y de prisa porque la sangre no se puede contener durante mucho tiempo con el catéter, por más avanzada que sea su tecnología".
Carajo.
Hago lo que me pide mientas Nick lo contiene.
—Nat, ¿qué haces?—pregunta mi colega, consternado al verme abandonar el puesto de base.
—Lo que me pediste, genio.
—Pero va a morir desangrado si no lo cerramos rápido.
—Mantenlo así. Ahora te daré lo que hace falta, y no hagas preguntas. En situaciones extremas, no hay que preguntarse si es o no lo correcto...
Esto es una puta locura, es una puta locura.
SOPHIA
—¿Qué es todo esto?
Serge se hace a un lado y me deja ver las vitrinas de termofusión en el laboratorio. Desde que Jefferson no está, se permite libertad de poder obrar según su gusto experimental.
—Estoy mejorando el material genético para perfeccionar un proyecto.
—¿CUERPOS?—le pregunto.
—No exactamente.
El cabello negro ondulado de Serge se ve muy desprolijo. Aparentemente lleva horas trabajando en esto.
—¿Qué tal va tu tesis?—me dice.
—Creo que no seré genetista.
—Ni bioingeniera. Pero créeme que estas cosas son fascinantes.
Observo una a una las vitrinas con los aislantes de crioconservación.
Todos guardan un código que va sufriendo leves modificaciones, a cada vitrina que paso.
¿Será el proceso de perfeccionamiento del que me habló?
—¿De qué se supone que va todo esto?
—Es algo similar al campo de la electricidad. Pero sin cables. O con menos de los tradicionales.
—¿Estás experimentando con células madre?
—No yo. Ya sabes...
Claro que lo sé.
Y también sé que podemos estar siendo observados o escuchados.
—Parte de tu proyecto universitario—me mofo.
—Exacto. Prácticas virales.
"El Virus".
—La carga genética es como el adaptador que requiere un enchufe para que pueda colocarse con mejor precisión a fines de que el aparato funcione—me explica—. Y de funcionar, haría maravillas.
—¿Cómo cuáles?
—Nuestra amiga lo pondrá en práctica muy pronto.
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#MARATÓN 3/5
