027 | #DEVASTADA

32.3K 3.3K 442
                                    


Nat

El día que papá murió, una parte de mí se marchó con él.

Sabía que no podría volver a ser la misma persona. Murió por una injusticia. No fue algo inevitable, en la desesperación por encontrar un trabajo y mantenerlo, tenía que subsistir en condiciones inhumanas.

Lo peor fue cuando su superior debió responder y hacerse cargo de alguna manera por lo sucedido, nos destrozó aún más. Desde entonces, esa parte de mí que se fue con papá ha dejado una herida que se ha ido llenando con odio hacia las personas con poder que hacen abuso de este.

Nunca he querido ser una persona poderosa en sí misma, pero sí ser como un virus: poder ingresar sigilosamente en la vida de otros sin importar su nivel social, provocarles malestar, sufrimiento, avanzar de manera silenciosa y llevarme algo de su vitalidad en el proceso.

Papá se fue.

Pero no permitiré que haya sido en vano.




Nick es una persona con un poder inmenso. Aún sobre mí. He subestimado todo este tiempo que, pese a detestarlo tanto, no puedo quitarlo de mi vida. Haber estado con él de una manera tan caótica, me demostró que probablemente... Pueda estarme equivocando con él.

Por suerte ya conozco a las personas así.

Sé que no puedo fiarme en absoluto.

Aunque no pueda evitar sentir algo que pongo en palabras de una exigencia física de mi cuerpo reclamando fervientemente el de él.

...y el de mi corazón sangrando su nombre.

Deambulo perdida por toda la casa mientras leo su mensaje de a partes, con la razón quebrada, absolutamente desorientada más que esas malditas palabras siendo un único punto de referencia.

Aqueja haberlo perdido todo, incluso a sí mismo, cuando no tiene una maldita idea de lo que es realmente no tener nada. Me invita a pensarlo como un niño doliente, imagen que fácilmente me puedo representar, hasta que me figuro sus labores clandestinas y esa pena se convierte en un asco repulsivo que no deja lugar a la duda.

Y lo que es aún peor es que ¡relaciona su sufrimiento con el mío! Dice que por ser como soy, es que su miseria puede estar conectada con la que a mí me caracteriza.

Todas las personas tenemos nuestras miserias guardadas en un cajón y construimos nuestra vida en torno a tratar de que ese cajón no quede en evidencia.

No obstante, hay un punto en el que inevitablemente he de estar de acuerdo. Sí, lo que hizo fue inmensamente demencial, él me advirtió de la persona que es y yo, no puedo consentir a ello.

¿Realmente lo empujé al límite?

¿Fue ese el límite de Nick?

¿Por qué regresa buscando una nueva oportunidad? ¿Cuántas segundas oportunidades serán necesarias hasta que termina por destruirme?

Nunca he sido de fiarme en las bestias, aunque en mi vida haya sabido llevarme bien con ellas.

Quiere cuidar de mí, sin hacer otra cosa más que daño.

Yo solicito conocerlo.

Saber de sus partes oscuras.

Amigarme con ellas.

Quise que se viera como yo lo veo, aunque terminé por figurarme una leve idea de cómo se ve a sí mismo...y tuve que huir.

Pero, aun así, hay más.

Sé que hay mucho más.

Empezando por dos pisos que quedaron sin visitar y podrían ser la entrada misma al infierno.

Mi respuesta emitida a su mensaje sale de manera casi automática y me dejo caer en la cama de la habitación luego de enviar el mensaje.

Mis lágrimas se deslizan y humedecen la almohada.

Seis meses.

Más de seis meses pasaron ya.

Y no puedo lograr arrancarlo de mí...

Pronto mi celular comienza a vibrar y el pecho se me infla al punto de atorarse el aire ahí.

Esperaba que algo así sucediera, sin figurarme una idea de cuán impactante sería que finalmente sucediera.

Es él.

Está ahí.

Y mi alma reclama devastarse a sí misma.

Lo reclama a Nick.

Aunque mi cabeza esté a punto de reventar...

Un lento y largo suspiro percibo en cuanto pulso el botón verde. Un sonido gutural, ahogado, que proviene de su garganta marca su presencia y eleva mi ritmo cardíaco.

—Nat—murmura—, sé que estás ahí. Te...te pido que no cuelgues. Escúchame. Escúchame por favor... Necesito... Necesito que me digas dónde estás. Iré a buscarte dónde sea. Nat, lo siento. Lo siento tanto. Déjame encontrarte. Quiero que desaparezcamos del mundo y nadie nos encuentre jamás. Estoy dispuesto a renunciar a todo por ti, sólo si estás decidida a darme una oportunidad más. Sólo una. ¿Nat?


______________

#LasMentirasDelJefe

#SeAcercaElFinal

#SeAcercaLaÚltimaParte

______________


PD: Les dejo una caricia para sus sentidos en este booktrailer:



+18 Las Mentiras del JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora