El Que Quiera Entender Que Entienda.

Capitulo 13

Mikasa

Por fin, después de tanto tiempo volví a el hogar que mantenía con mis padres, se siente tan acogedor y cómodo estar aquí de nuevo. Aunque en cierta parte se siente vacío el que ellos no estén aquí, y ahora, al lugar donde me siento en casa y con una familia es con Annie y Reiner, ellos me dan una calidez, pero no como la de mis padres.

Llegamos a las puertas de la casa, el camino fue un poco pesado ya que Reiner se perdió varias veces, Ymir y Berth hacían mucho del baño, teníamos que parar cada que les urgía, por otra parte, Annie se durmió en todo el trayecto, Historia se la paso leyendo unas hojas que trajo. Cuando bajé de la vagoneta fue un alivio total, mis músculos volvieron a su posición adecuada y mis huesos crujieron, fue una sensación indescriptible pero deliciosa.

-Dios, por fin llegamos. - Comentó Reiner, quien luego de estacionarse empezó a bajar las maletas de la cajuela. - Ya no siento el trasero. -

-Tampoco me sorprendería si no sintieras también el cerebro. - Dijo Ymir mientras cargaba su maleta de ella y de su novia.

-No contestare a tus provocaciones porque me siento tranquilo, corriste con suerte, maldita. - Respiró profundamente Reiner y le dio un ligero apretón de hombro, cosa que sorprendió a la pecosa porque lo miro raro.

-Interrumpo su discusión para darles las llaves, dejen sus cosas en la sala, en un momento les daré sus habitaciones. – Las llaves las tomo Historia para adelantarse a la puerta, regrese a ver a Annie porque todavía no despertaba.

Cuando me giré me di cuenta de que Bertholdt ya tenía a Annie en sus brazos, lo más curioso es que ella seguía dormida, cerró la puerta y se encaminó un poco a la casa.

-Muchas gracias, amigo, yo me encargo desde aquí. – Tome a Annie y lo deje ahí, probablemente se vio muy grosero de mi parte, pero nadie puede cargar a la pequeña más que yo, bueno, pensándolo bien, también su hermano.

Al entrar las miradas no se hicieron esperar, pero ya no era un mirar de extrañeza, fue más por costumbre o inercia, subí a la habitación de mis padres y la dejé ahí, al entrar a la sala vi a los chicos que estaban viendo algunas fotos donde salía al lado de mis padres, las fotos se mantenían ahí porque tengo el pavor de que se me pierdan, y aquí es un lugar muy seguro.

-Bien, hay dos habitaciones disponibles, la mía y la de invitados, ustedes elijan cual van a utilizar y me lo hacen saber para darles las cobijas, las sabanas y las colchas limpias y sin polvo. – Cargué mi mochila y la pequeña maleta de Annie. – Están en su casa chicos. –

Los dejé ahí para que se familiarizaran con la vivienda, en cuanto acomodé las cosas salí de la cabaña para seguir el camino que me lleva mí refugio, tenía un pequeño lugar que visitaba a menudo, lo hacía para jugar, pasar el rato o cosas de ese estilo, una casa del árbol, que mi papá me hizo cuando tenía 7 años, mi mamá la ambientó para que me sintiera cómoda, obviamente que el tiempo pasó, sucedió lo que tuvo que suceder y ahora está totalmente ambientada para que quepan dos personas grande o hasta 4 por la ayuda del señor Jeager.

Realmente, el plan de esto es que si quiero tener algo estable con ella es empezar a abrir un poco más, quiero que me conozca y quiero conocerla, ahora que están las cartas en la mesa y que probablemente queden algunas cosas pendientes para arreglar, pero eso será después.

Cuando llegue al árbol me di cuenta de que Grisha si cumplió la promesa que me mizo, me parece agradable la idea de que mandara a cortar toda la hierba mala que creció alrededor, y al menos a fuera estaba un poco mejor, la pintura se veía bastante buena, las tablas de madera que estaban feas las cambiaron, se veía más firmes, todo estaba modificado, con el toque moderno y de como lo tenía cuando papá, todo fusionado.