El Que Quiera Entender Que Entienda.

Capitulo 7

Annie.

Viernes.

Una semana para vacaciones de verano, época del año donde me olvido de la maldita escuela y me dispongo a trabajar un horario favorable a la florería, en esta época la florería tiene más clientes de los que estamos acostumbrados a manejar, las personas compran flores a sus parejas, sus familiares en vida o en muerte. A los chicos que trabajan conmigo se les da el trabajo de medio día, cuando se supone que debe de ser un día completo, la razón, yo les ocupo la otra mitad de trabajo, obvio no les descuento lo del trabajo por que me ofrezco a cubrirlos. La florería de mamá es un santuario para mí, es un mundo completamente de relajación y es lo que más amo, en estos momentos me encuentro en el estante de flores agregando unas nuevas y quitándole las hojas feas, hoy no quise ir a la escuela, no me sentía ánimos para lidiar con gente odiosa.

-¡Ann! ¡Hazme caso!.- Me grito Ymir desde la parte de la caja, en sus manos tenia un libro de dioses aztecas y su ceño levemente fruncido, ella tampoco asistió a la escuela, tiene que preparar una exposición de 3 dioses aztecas para salvar la materia de historia.- Necesito tu ayuda.-

-Yo no soy la estúpida que va a reprobar historia.- Le dije mientras acomodo algunas rosas rojas en un pequeño florero con detalles azules.

-No es mi intención reprobar, pero por pelearme con un compañero del salón en su clase del viejito, me dijo que si no le entregaba la exposición lo mas seguro es que me fuera a titulo de suficiencia de la materia.- Se tapo la cara con las manos, obviamente dejando el libro en la pagina donde se quedo, un grito de exasperación salio de su garganta.- No se porque me meto con idiotas como el, solo por decirle que el hablar de una sola banda que tiene canciones de marihuana, lo hace adicto a ella, el no la ha probado aún.-

-¿Y tú como sabes eso?, tu no sabes lo que hace afuera de la escuela.- Le dije aun estando concentrada en las flores, acomode unas margaritas con colorantes azules.

-¿Qué como lo se?, ese tipo vive literalmente al lado de mi ventana, el nunca sale de casa, le tiene miedo a su madre, toma pastillas para la ansiedad.- Empezó a decir de una manera más exaltada de lo que ya estaba.- Ni lo hace de manera medicinal, y para que luego hablara de mi sexualidad, mujer, eso ya fue pasarse de la raya. Hablo de mí y se lo tolere, pero hablo de mi hermosa y sensual novia.-

Seguí escuchando a Ymir quejarse por unos 15 minutos más, después ya no me importó lo que decía, solo era quejarse, la quiero pero se vuelve muy pesada. Y más cuando me paso lo del pie solo tuve dos días en cama para que llegara a cicatrizar, Ymir me cuido y para agradecerle le dije que contara conmigo para todo pero creo que lo tomo muy apecho.

Deje las margaritas teñidas de azul para estar en la caja y tener el inventario de los floreros, al agarrar mi tabla, donde tengo mis gráficas y algunos documentos, se cae la carta que me mando Hitch, cabe decir, que llore de la emoción cuando la leí, no creí todas las dificultades que ella había pasado, me sentí mal, sus padres no eran del todo buenos, recuerdo que una vez que nos abrazamos como saludo, su madre me corrió de su casa amenazándome de que llamaría a mi madre, totalmente estúpido. Tome la carta y sonreí como tonta y creo que Ymir se dio cuenta.

-Sigues siendo la misma estúpida enamorada con esa chica.- Pegó una carcajada.- Nunca creí que le pasara todo eso y me alegra que haya salido adelante con semejante peso de encima. Es muy valiente.-

-Ya no estoy enamorada de ella, solo es un sentimiento de felicidad que ella esta bien.- Inocentemente conteste, si, inocentemente.

-Aja, yo totalmente soy heterosexual y me gusta tu hermano.- Me golpeo en el brazo para después golpearme la frente con el libro, maldita salvaje.- Y si aquella mujer llega a parecer de nuevo, eso es la mejor cosa que puede pasar, quiero que si esa mujer aparece de nuevo te saque de tu depresión. Y no me vengas con cuentos de que no estas deprimida, porque te conozco demasiado y se que lo estas.-