💫: ᴛᴀʟᴋ?

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Mire por la ventana las gotas de lluvia que caían suavemente por el vidrio, yo estaba completamente sumida en mis pensamientos, ni siquiera recordaba en que clase estaba o que estaban explicando. Por mi cabeza solo pasaba Taehyung y los 2 días que llevamos sin vernos.

Salí de mis pensamientos al ver un pequeño papel caer sobre mi pupitre. Frunci mi ceño y abri el papel leyendo lo que contenía.

— "Necesito que hablemos. Veme en el salón C-3 del tercer piso." —gire mi vista hacia atrás de mi observando a Taehyung escribir en su libreta.

Suspire y guarde la hoja en mi bolsillo tragando algo de saliva, ¿Que iba a decirme? Pensé que todo acabaría por lo que sucedió en su casa.

Deje mi mejilla en la palma de mi mano observando el pizarrón y escribiendo lo que había en el a mi libreta. Moví mi vista a Jennie quién estaba tecleando un par de cosas y luego guardo su celular, no obstante el mío comenzó a vibrar.

Como pude lo saque del bolsillo de mi saco y lo observé notando los mensajes en mis notificaciones.

"Jennie♡: Te veo muy decaída, ¿Hablamos en el receso?
Jennie♡: Por cierto, te extraño, necesito una tarde de mejores amigas, solo tu, yo junto con comida y una buena serie, ¿Que dices?"

Sonrei y escribi en una hoja la respuesta ya que no podía contestarle por el miedo a que me pillen escribiendo en el móvil.

Lanze la pequeña bolita a ella y en cuanto la abrió giro a verme con una pequeña sonrisa indescriptible, la quería demasiado.

[...]

— Nos vemos luego Jenn —solte cuando termino el receso.

Irme al salón C-3 implicaba para mi evadirme la clase que seguía y se lo había explicado a Jennie quien me cubriría aunque no supiera la razón por la que me la evadiria. Ella se llevaría mi mochila por si acaso.

Subí las escaleras con cuidad escuchando algunos auxiliares y profesores pasar por los pasillos pero no hice más que escabullirme como pude para que no me vieran y para mi suerte no lo hicieron.

Al llegar a la puerta la toque y luego la abri con la mirada ligeramente baja.

Digamos que no estar como antes con Taehyung me había afectado aunque quisiera negarlo de mil maneras.

Apreté mi mano contra la manija y alce mi vista observando a Taehyung sentado con la mirada en una pequeña caja, ¿qué?

— ____... —murmuro y se acercó a mi. Mis pies retrocedieron hasta detenerse al sentir su calida mano sujetar la mía— Yo... —alce mis cejas un poco buscando que diría hasta que lo soltó— No voy a mentirte, me atraes demasiado físicamente, se que puedo ser un interesado pero, tu cuerpo es hermoso, me vuelve loco ver como las medias adornan tus piernas, verte subir y bajar las escaleras, me haces removerme en mi lugar... —no sabia como tomar esas palabras, no sabia si quiera si estaban bien pero de alguna manera mi cuerpo comenzaba a sentir calor— Quiero explorar cada parte de tu cuerpo, —solto la caja dejándola caer y me sujetó de la cintura llevándome dentro del salón— quiero tocar cada centímetro de tu piel, —susurro sobre mis labios— quiero hacerte mía...

No tardo en besarme, podría dejarme torturar, podría dejar que lo hiciera, podría dejar que me haga suya... tengo que aceptar que jamás me verá como algo más.

Sus labios eran tan suaves como los recordaba, sus manos acariciaban mi cintura con lentitud y ligeramente la apretaban con algo de fuerza y posesión. Su lengua se introdujo a mi boca tocando cada rincón de esta comenzando un juego con mi lengua.

Su cuerpo me llevaba cada vez más lejos de la puerta, puerta que estaba cerrada ya que antes de alejarnos demasiado la cerro a regañadientes por ser una leve interrupción.

Choque contra una mesa torpemente y al separarme me giro hacia esta logrando que mis manos se posicionen sobre ella.

— T-taehyung... —su diestra acarició mi muslo, subiendo cada vez más hasta llegar a entrar bajo mi falda. Uno de sus dedos jalo de mi braga y la bajo tortuosamente, desee que la bajase más rápido.

Mis bragas estaban a la medida de mis rodillas las cuales estaban juntas, temblando por los roces de Kim sobre mi trasero con su virilidad. Trague saliva, ¿Iba a tomarme? ¿Ahora?

Jadee luego de que su mano tocase mi monte de venus haciendo un pequeño juego de vaivén acariciando hasta mi vientre y bajando una vez más hasta llegar a mis pliegues.

Mire mis manos las cuales estaban apretando con fuerza aquella superficie plana que me ayudaba a estar de pie.

Gemi su nombre sin quererlo, sus dedos se movían entre mis labios vaginales causando que me mojara más que con sus palabras. Me sentía débil ante su tacto, era débil ante el, vulnerable a todo roce de su ser...


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