Rompecabezas de Amor [PAUSADA]

Capítulo 6

"Él tomó su taza de café de sobre la bandeja y le dio un sorbo mientras miraba divertido la forma en la que ella disfrutaba de sus cupcakes.

Luego de unos minutos de silencio decidió hablar.

—Anoche hablaste entre sueños.

—¿Ah si? ¿Pedía vacaciones en Italia? —bromeó.

—No —sonrió y luego aclaró su garganta— nombrabas a Elliot... ¿Quién es él?

El rostro de Olivia se transformó, era lo que le faltaba. ¿En serio lo había nombrado en sus sueños y para colmo en voz alta? Debía sacarlo de su mente.

—Nadie. No recuerdo lo que soñé."

—Si no recuerdas... entonces ¿Por qué te pusiste tensa al oír ese nombre? —preguntó curioso.

—No me puse tensa Marcus, sólo me llamó la atención tu pregunta.

—¿Ah si?... ¿Debería preocuparme por algún ex novio llamado Elliot que aún no puedes sacar de tu cabeza?

—¡No es mi ex! —respondió rápidamente y luego se arrepintió de su arrebato. Él estaba logrando sacar las emociones que había retenido durante seis meses.

—Sigues poniéndote tensa —rió.

—Tú me pones así con esas preguntas fuera de lugar —lo miró fijamente y arqueó su ceja derecha.

—Dijiste que no es tu ex, pero no negaste conocer a ese tal Elliot.

Ella soltó el aire retenido en clara señal de fastidio y él comenzó a reír.

—¿Se puede saber qué es tan gracioso? —preguntó enojada.

—Tú Liv, tú y esa cara de enojada que tienes ahora —se inclinó para tomar su cara entre sus manos y presionó sus labios contra los de ella— me encanta ver cómo arqueas tu ceja derecha cada vez que te enojas.

—Imbécil —rodó los ojos con una media sonrisa en el rostro.

—Ahora sí... Seriamente... ¿Elliot eh?

—Ya cariño, déjalo así por favor.

Marcus se dio cuenta que era un tema delicado para Olivia, al menos no era algo de lo que quisiera hablar en ese momento o nunca. A él no le molestaba la conversación, tampoco estaba celoso, sólo le encantaba escucharla hablar y que le contara historias sobre su trabajo, le encantaba ver sus ojos brillar cuando hablaba acerca de las personas que logró ayudar y por eso mismo le intrigaba demasiado el pasado de ella. No hizo más preguntas y se dedicó a hacerla reír el resto de la mañana hasta que ambos tuvieron que ir a trabajar. Marcus no era un hombre celoso en ningún aspecto de su vida, le gustaba que las personas fueran libres y quizá por esa misma razón él no lograba atarse a ningún compromiso, no lograba establecerse en ninguna relación por más que sintiera que esa era la persona indicada para él. Debía estar en constante movimiento. Por eso no le sorprendió que Olivia apareciera repentinamente en su vida, según lo que él creía, escapando de algo o dejando atrás su vida pasada. A los dos meses de conocerse él la invitó a tomar unas cervezas y ella aceptó. Con su metro ochenta de altura, su piel oliva, sus ojos verdes, sus palabras dulces y la manía constante de hacerla reír logró que la detective no pudiera resistirse. En menos de un mes ya estaban viéndose continuamente, haciendo el amor como dos adolescentes.

Olivia tenía una reunión con Porter en el café de siempre, él le había pedido verla con urgencia y ella ya se imaginaba el sermón que venía por tener una relación romántica con un compañero de trabajo aunque ninguno de los dos fueran del FBI. Al llegar lo vio sentado en la barra tomando un café y leyendo el diario, caminó hasta él y se sentó a su lado.