Capítulo 8

515 45 30
                                    

NOTA: El siguiente capítulo no es explícito. Sin embargo, si crees que es muy fuerte o que toca algún tema que no deseas leer, siéntete libre de avanzar/esperar al siguiente capítulo. 


"—¡Diablos! —gritó y trató de ponerse de pie pero le costaba respirar. Desde el suelo pudo ver una cabaña a pocos metros, agradeció internamente y como pudo se arrastró hasta ingresar en ella.

Se encerró en unas de las habitaciones. Su teléfono no tenía señal en aquel lugar. Sólo esperaba que la alerta le llegara a Porter, esperaba lo que le parecía un milagro."


Tan sólo habían pasado unos minutos pero ella lo sentía una eternidad. Le costaba mucho respirar por el golpe, sus manos sudaban y su corazón latía tan fuerte que sentía que se saldría por su pecho. Se había encerrado en una de las habitaciones de la planta alta, junto a la cama, lejos de la ventana.

Ella era Policía, una Detective condecorada y se había paralizado frente al miedo. Algo la hizo correr y muy dentro suyo supo que fue esa mirada en los ojos de Philip que nunca antes había visto, lo que sintió fue mucho más fuerte que un mal presentimiento.

Los ladridos de perros no cesaban fuera pero estaba segura de que si él estuviera cerca ya la habría encontrado. Revisó en su mochila pero no encontró nada que pudiera utilizar para defenderse.


Lejos de allí, en las oficinas del FBI, el agente Porter estaba pasando un buen rato con una de las secretarias, la más joven que había ingresado. Su celular sonó pero sus manos estaban en un lugar mucho más interesante por lo que no le dio importancia.

—¿No vas a contestar? —preguntó la chica sentada en el escritorio.

—No por ahora —sonrió.

—¿Y si es algo urgente?

—Llamarán a mi compañero.

—Creí que no tenías compañero.

—Shhh ya no hables —susurró.

—Entonces apágalo que terminaran por oírnos.

Él rodó los ojos y tomó su celular, la expresión de su rostro cambió completamente cuando vio la alarma, el pedido de auxilio de Olivia. Dejó a la chica semidesnuda sobre su escritorio y corrió hacia el ascensor, debía llegar al piso donde estaban los de técnica para que rastrearan la ubicación del celular de la detective.


Olivia oyó ruidos fuera y su cuerpo se puso alerta nuevamente. Ya no oía los ladridos, sólo pasos subiendo la escalera. Se colocó detrás de la puerta sosteniendo un velador que había encontrado, dispuesta a pelear. Las pisadas se detuvieron frente a la puerta, la cerradura se movió un poco y la puerta se abrió lentamente; cuando Olivia vio la cabeza de Philip no dudó un instante en golpearlo con el velador.

—¡Agh! ¡Diablos! —gritó.

Olivia soltó la lámpara, lo golpeó con la rodilla en el estómago y luego con el puño cerrado en el rostro, él se quejó tratando de recobrar la respiración y ella aprovechó para huir. Bajó corriendo las escaleras pero cuando estaba a punto de abrir la puerta de salida sintió que Philip la jalaba del pelo hacia atrás.

—¡No! ¡Suéltame!  —gritó ella forcejeando.

—No irás a ningún lado perra —respondió tomándola del cuello.

Ella comenzó a forcejear cada vez más fuerte tratando de liberarse de su agarre pero él la arrojó al suelo boca abajo, subió encima de ella y sostuvo sus manos detrás de su espalda.

Rompecabezas de Amor [PAUSADA]Where stories live. Discover now