Rompecabezas de Amor [PAUSADA]

Capítulo 29

Perfección. La única palabra que cruzaba por la cabeza de Elliot, mientras observaba a su novia dormir, era perfección.

Los rayos de sol se colaban a través de la cortina de la ventana y se apoyaban delicadamente en el rostro de ella dándole un aspecto más angelical. Él estaba a su lado en la cama, intentando cuidarla de sus demonios. Cuanto más la observaba, más ganas tenía de envolverla en sus brazos, aspirar su aroma y protegerla de los peligros del mundo para siempre. No era justo que un alma tan hermosa y tan llena de luz tuviera que atravesar tanto sufrimiento, tanta guerra contra el mundo y contra ella misma.

Comenzó a acariciarle el rostro con delicadeza, marcando sus facciones una a una. La mañana del día anterior había estado muy agitada y él deseaba que esa fuera distinta, sobre todo porque era su último día de vacaciones. Se levantó intentando hacer el menor ruido posible, se duchó, se vistió y pidió un desayuno bastante completo. Mientras esperaba sentado en el sofá, recordó cada palabra que Olivia le había dicho el día anterior, sus emociones y sentimientos seguían tan mezclados como en ese momento pero su decisión de amarla por siempre y para siempre, de quedarse con ella a pesar de lo que viniera en un futuro, no había cambiado.

(...) -Cuando trabajé en Oregón tuve una pequeña relación con un hombre llamado Marcus -dijo sin mirarlo a los ojos, no deseaba ver su reacción- la verdad no sé si pueda llamarla "relación"... era algo y ya.

-Lo entiendo, Liv.

-Teníamos sexo -dijo tomando una bocanada de aire, no se sentía cómoda hablando de ese tema con él.

Elliot intentó controlar el calor interno que subió por su cuerpo cuando oyó esas palabras. Se removió un poco en su asiento y agradeció internamente que ella no tuviera su mirada en él porque la expresión de su rostro había cambiado drásticamente.

-Me sentía muy sola trabajando en ese lugar... sin tí... me sentía incompleta sin mi compañero -lo miró por un instante con una sonrisa triste- pero él me hizo sentir muy bien ¿sabes? Al menos por un tiempo me sentí cuidada.

Se levantó de su asiento y se quedó de pie frente a la ventana, mirando hacia el exterior. Elliot la siguió con la mirada mientras la oía con atención.

-Tuvimos sexo la noche anterior a que Teist me atacara, no había reparado en ello hasta hoy. Creo que una parte de mí lo bloqueó.

-¿Él te forzó? -preguntó con miedo a la respuesta.

-No, para nada. Fue completamente consensual -se cruzó de brazos como protegiéndose a sí misma, hizo una pausa y prosiguió- tuvimos sexo sin protección y al día siguiente fui violada.

Elliot aún no lograba entender qué quería decirle ella con todo esto.

-Esta mañana, mientras intentabas colocarte los esquís, oí el nombre "Marcus" y algo se agitó dentro de mí. Intenté encontrar su rostro entre la multitud de personas pero no lo hallé, solo vi a un hombre que de espaldas se parecía a él. Cuando volteó hacia mí... lo ví.

-¿Él está aquí? -se puso de pie con lentitud.

-No.

-Cariño no te entiendo...

-Ví el rostro de Teist en aquel hombre que se parecía a Marcus -dijo con lágrimas asomando por sus ojos cafés.

Elliot se acercó como en cámara lenta y suavemente acarició sus hombros.

-Ninguno de esos dos hombres están en este lugar, pero sí están aquí -agregó señalando su cabeza. Su voz sonaba fría y sin emoción alguna-. Tuve una especie de epifanía, si es que puede llamarse así, antes de desmayarme. Tuve sexo con Marcus y luego fui atacada, las pastillas no funcionaron...