Página 20

122 2 0
                                    

Mi intención inicial ya no se encontraba, a lo mejor la universidad promedio de la ciudad era más que suficiente para mis ambiciones actuales, sin embargo no pude evitar buscar otras opciones, rendirse es lo último que uno debe hacer, ¿cierto?

Mis padres me apuntaron a los exámenes de ingreso de una universidad con algo de renombre, muy probablemente tenían la esperanza de que su gran y maravilloso hijo pudiera darles una alegría llegando con un mensaje de admisión aceptada o algo por el estilo, desde siempre trataron de buscar la excelencia en mí, y hasta hace no mucho yo buscaba tratar de cumplir con aquello que me pedían.

Según mi padre, al menos será un buen viaje para conocer el campus en caso de que no consiga pasar las preliminares, sin embargo pienso que el costo por contratar un taxi particular por cuatro días es demasiado grande, una presión más que se siente bajo mis hombros, lo bueno es que no fui acompañado por ninguno de mis padres, creo que ese ya hubiera sido el colmo. Otro gran aliciente es que no me encuentro solo en esta travesía, Haru se encuentra a mi lado.

Que la madre de Haruno sea la que llevó toda la carga impositiva fue de lo más reconfortante.

Esos 4 días de evaluaciones fueron absolutamente desastrosos, allí es cuando más se notó la poca preparación que tenía, en especial por haber descuidado con tanta fuerza el último semestre. Incluso si tratara de evitarlo, me dolió el alma no haber sido capaz de hacer demasiado en esas dichosas pruebas.

Ya devuelta a la realidad de la última semana de preparatoria, tras entender todo lo que había sucedido dejé a Sasaki a su suerte, quizá solo me utilizó nuevamente, quizá solo son jugarretas con las que me traiciona la mente. De todas formas me resultaría inverosímil le importe el qué yo haga con mi vida a partir de ahora, a decir verdad, dudo mucho que le haya importado en un principio.

Por otra parte, ella también fue a rendir las pruebas a la misma universidad que yo, me refiero a Yui. Espero que le haya ido bien, pronto será el momento en el que debamos separar nuestros caminos, no sé si ese sea el motivo por el cual se ha vuelto alguien completamente diferente al estar en mi presencia.

Llegados a este punto, ocurrió un miércoles, mientras ella y yo nos encontrábamos charlando, sería nuestra última interacción en el colegio. De pronto Hayato se unió a la conversación e hizo una propuesta bastante irrisoria, un jugo por un beso entre Yui y mi persona.

Tomado como una broma, el reto fue aceptado, caminamos hasta la tienda más cercana, donde entre el nerviosismo de la parte frente a mi tomamos posición.

«No puedo, me da vergüenza»

Puedo entender por completo su punto, hay gente todavía saliendo de la preparatoria y esta es una vía que suele ser bastante transitada, por lo cual nos ocultamos tras un carro aparcado y unimos nuestros labios por un par de segundos. Tuve la sensación de que aquello debía continuar, que aquello no debería terminar ahí, el sabor a cereza dulce de sus labios parecía pedirme más, pero a lo lejos ya se venían acercando personas, no me quedó de otra más que abandonar la cruzada y pagar el jugo que alguien más había prometido, Hayato me la había jugado de nuevo.

Pero he de admitir que me agradó tu jugada esta vez Hayato, hasta cierto punto puedo decir que le puso algo de color a lo gris que había estado siendo mi vida, ¿sería acaso exagerar?

Tiempo más tarde, podemos encontrar una escena sacada de los sueños más profundos de Nakahara Raiki:

Yui y yo, sentados el uno al lado del otro en un bus casi vacío, hablando sobre sentimientos encontrados, todo a raíz de un simple «¿Te parezco fea?».

Fue en ese momento, con nuestras manos entrelazadas y su cabeza apoyada sobre mi hombro que ella me pidió un favor, que dejara de estar tras de ella, que buscara a alguien más.

No pude comprender el motivo de sus palabras, hasta cierto punto sentía que se me rompió el corazón, pero la situación no me dejaba pensar en ello, la situación me obligaba a sentirme feliz. Estaba en el paraíso.

Atiné a simplemente prometer que no trataría de forzar las cosas, pero que mis sentimientos por ella nunca cambiarían, que ya veríamos lo que sucede en el futuro.

«Te besaría, pero aun así hay gente.»

No pude con su ternura, simplemente me quedó mantener la cordura y disfrutar del resto de sensaciones que me ofrecía la situación

Por un momento sentí que el tiempo se paraba en esos momentos, me hubiera encantado que así fuera, ¿sería acaso mucho pedir?

Aquí es donde queda nuestra historia de secundaria y preparatoria, a lo mejor en la universidad pueda llegar a darse algo más, a lo mejor sí que tengo un camino que seguir, a lo mejor puede que todo quede en una anécdota, ¿quién sabe?Mañana inicia un curso de preparación para un nuevo examen, puesto que fuimos seleccionados a partir de las preliminares. Estos días también quedarán grabados en mi mente, como aquellos en los que fueron realizadas "una solicitud y una promesa."

Diario de una promesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora