CAPÍTULO CINCO

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  Ese momento sirvió para unirles un poco más. Tal vez les faltaba mucho aún para ser los hermanos que fueron en un pasado, pero ya no huían el uno del otro. No se esforzaban por evitarse ni pasaban tiempo innecesario fuera de casa.
 
  Taka se había acostumbrado a que su hermano formara parte de su círculo de amigos. Él y Meiko se hicieron buenos amigos en poco tiempo.
 
  Musume también pasaba mucho tiempo en el piso acompañada de Hiro. Al mayor le parecía una buena chica pero sabiendo lo que el menor sentía hacia él la hacía cómplice de su hermano y no se sentía seguro cerca de ella.
 
   Cuando pasó un año de convivencia y el menor cumplió veintitrés años conocieron a un chico un año menor que Taka, el cual se volvió el mejor amigo del mayor. Eso hizo que se distanciaran nuevamente, no por intenciones del nuevo amigo sino porque ese tiempo que antes compartían ahora lo pasaba el mayor con Toru.

  Hiro y Toru se llevaban bien, pero el menor no podía evitar sentir algo de celos hacia el amigo de su hermano.

   Aquella tarde se quedaron solos en el salón cuando Taka salió a comprar algo para cenar.
  - De verdad no era necesario que fuera a buscar la cena solo por mí - Dijo Toru tratando de entablar una conversación con Hiro.
  - Es demasiado atento con sus visitas.
  - ¿Y tú?
  Hiro fijó sus ojos en él intentando ver a qué se refería. Toru le contemplabla con una media sonrisa.
  - ¿Cómo?
  - ¿Cómo tratas tú a tus invitados?
  - Pues dejándoles libertad y en silencio.

  Toru empezó a reír. Había notado el tono frío del menor pero aún así se levantó de su asiento para colocarse en el sofá junto a él.
  - ¿Qué nivel de libertad?

  Hiro miró la mano de Toru apoyada en el sofá a escasos centímetros de su pierna. Tragó saliva procurando no ponerse nervioso.
  - Menos de la que piensas.
  - Me gustaría conocer algo más de ti. Taka habla de ti pero no tanto como me gustaría.

   Se acercó un poco haciendo que el menor perdiera todo el interés en el móvil que tenía entre las manos.
  - ¿Habla de mí? Espero que no haya dicho de más.
  - Ojalá, pero no. Vamos, háblame sobre ti.

  Se aproximó otro poco. Hiro se puso tenso. Los pasos del mayor se escucharon por las escaleras, pero Toru no fue lo suficientemente rápido para alejarse antes de que él entrara. La cara de éste se puso un poco pálida al ver a su amigo y hermano más juntos de los que los había dejado. El disgusto formó una mueca en su cara. Dejó la bolsa en la mesa con fuerza.
   - Hiro, ven un momento.

El menor obedeció agradeciendo poder alejarse de Toru. Le siguió hasta el pasillo donde Taka le esperaba cruzado de brazos.
  - ¿En serio? ¿Ni siquiera puedes mantener un mínimo de distancia con él?
  - ¿Yo? Ha sido él.
  - No quiero verte coqueteando con mis amigos.
  - Oye, no he hecho nada.
  - Quiero que pasemos una cena tranquila ¿vale?
  - ¿Y por qué todas las culpas son para mí? Es porque me gustan los hombres ¿verdad? No puedes asimilarlo y punto.
  - No grites.
  - ¡Grito si quiero! Me juzgas por algo que has malinterpretado.
  - ¡Para!
 
   Golpeó la pared cerca de la cabeza de Hiro. Éste se encogió, asustado. No se esperaba ese repentino golpe. Taka resopló, perdiendo un poco la paciencia.
  - Descuida, no fastidiaré tu cena.
  - Espera ¡Hiro!
  - Chicos ¿pasa algo? - Preguntó Toru con voz tímida.
  - Cenaremos solos.

  Durante semanas no se dirigieron la palabra. Hiro se comportaba frío y distante. Cuando el mayor trataba de disculparse, él escapaba al piso de abajo.
  - No puedes ser tan orgulloso - Dijo Musume en la cocina de los padres del menor - Intenta hablar contigo.
  - Me trata como si buscara liarme con cada tío que se me pone enfrente.
  - Es un poco aprensivo al tema chico-chico.
  - Me tiene harto.
 
  Musume sonrió.
  - ¿Qué?
  - Es mentira. Reconoce que te ha gustado verle ir detrás de ti.
  - Se ha cansado muy pronto. Ya ni intenta hablarme.
  - ¿Cómo va a hacerlo? Huyes siempre que se acerca.
  - Fue su culpa.
  - ¡Taka! - Gritó ella agitando la mano cuando el mayor bajó las escaleras.
  - ¿Qué haces? ¿Estás loca? - Murmuró él.
  - Vas a hablar con él - Susurró.
 
   Taka se acercó a ellos mirando a uno y a otro.
  - Me estaba contando el malentendido ¿por qué no lo arregláis?
  - Para eso deberás atarle.
  - Ha prometido no escapar - Dijo apuntando a su amigo con el dedo, pasó al lado del mayor palmeando su hombro.
  - ¿Y bien? - Preguntó Taka.
  - Ah, no. Yo no debo disculparme.
  - Oh, vamos - Se pellizcó el puente de la nariz - Llevo semanas tratando de disculparme y ahora te haces el orgulloso.
  - Jamás vamos a entendernos.
  - ¿Quieres salir con Toru?
  - No, él...
  - Puedes hacerlo si quieres. Sólo te pido que me dejéis al margen de vuestra relación. No quiero saber nada y mucho menos ver como os besais.
  - Pero sino...

  Le dejó con la palabra en la boca, se dio la vuelta y subió las escaleras.

N/A: Se admiten sugerencias!!
Me gustaría escribir algunos capítulos con vuestras propuestas (si queréis). Hasta que llegue el final podéis decir lo que os gustaría que ocurra. GRACIAS!!

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