Paso 76º.

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"Paso 76º: Ten ojos en otras partes".

~H.

Near.

Me consideraba un sexy tostador. Lo sé, igual que un microondas en el sentido de calentar y no cocinar. Pero piénsenlo bien, el tostador dejaba un lindo color, una hermosa marca.

Que sexy tostador.

—¿Se supone que estás hablando en voz baja? —Rió Curin aún al volante.

Reí también sin darle respuesta, observando la ciudad a través de la ventana. Jugué un poco con el collar pegado a mi cuello, ansioso.

Estaba un poco confundido por cómo se desarrollaron las cosas en la estación. Quería hablar con Either porque lucía muy preocupado y estresado, y verlo así también me preocupaba. Era una persona especial, de esas en un millón, y no podía dejar que perdiera la cabeza.

¿Pero por qué está en las nubes?

—¡Viejo indecente! ¡No ande de exhibicionista con su cosita, me da pena! —Curin le gritó a alguien que cruzaba la calle en ropa interior, haciendo que el hombre huyera asustado por sus feromonas vandálicas.

Esperamos en el semáforo. Le di unos golpecitos a mi mochila para asegurarme de traer lo que me había pedido. El día se había tornado gris a diferencia del medio día, las nubes contrastaban en colores con el cielo y la temperatura comenzaba a bajar.

—Me gustas mucho. —Dije, volteando a verlo con una sonrisa.

—Tú también. —Alargó la u con un tono sarcástico mientras arrancaba nuevamente—, no, no jodas, no me metas en problemas así, mocoso.

—Me gusta tener un crush contigo aunque no te guste —hice un berrinche cruzado de brazos, observando la cruz que colgaba de su retrovisor—. Se siente como si me dejaran de asustar los mayores. No puede ser así por siempre, ¿me entiendes? O sea, yo voy a ser el viejito algún día pero no rico.

Viejito pobre, nooooo. Calienta, no cocina, y está tostado arrugado.

—Solo quieres acostarte con alguien, ¿verdad? Tampoco es bueno excederse, hace daño a la salud. —Me sermoneó sin apartar la vista del frente—, a mí no me gustan menores ni soy gay, así que tampoco tiene mucho sentido que me andes mintiendo.

—Bueeeno, sí, pero pues no tengo tiempo para andar buscando. Amber solo me regaña todo el tiempo como si rompiera mas maquillaje —le respondí irónico negando con la cabeza—. Creo que la última vez fue en una fiesta. Uh, debiste ver, tenía unas grandes tetas. Como melón.

—Oh, eso suena bien... No, espera, NO. Piensa en Rind, piensa en Rind —repitió como su mantra, sabiendo que Rind era más santo que cualquier otro—. Olvídalo, ¿me das su número?

—¿Y hacernos socios? Por supuesto —extendí mi sonrisa—. No homo.

—No homo.

Y es así amiguitos como son las verdaderas conversaciones entre machos. Hace semanas me sentía todo gay.

Hizo una parada repentina cerca de un terreno baldío, haciendo que la fuerza del carro me estrellara contra el frente. Debía usar cinturón, pero imagínense si llegara una horda zombi y se atorada mi cinturón. Ni loco me comerían tan fácil.

Cómo ser un acosador en 90 días y nunca olvidar quien eres. {FINALIZADO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora