Cuarto capítulo: Dejarlo a la suerte

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Ana salió bostezando de la academia, con las manos entrelazadas detrás de su cabeza, estirándose, mientras entraba y salía más gente a su lado

- ¡Ana!

Alguien la llamó. Y al girarse estaba Amaia en el sitio donde justo el otro día la esperaba Mimi, al lado de todas las bicicletas aparcadas

- ¿Ah? ¿Amaia? ¿Qué haces aquí, ha pasado algo?

La chica empezó a andar hacia Ana

- Simplemente pensé que esta es la hora en la que quizás salías ya de clase…

- ¿Pero tú no deberías estar ahora en tu academia?

- Bueno…


- Café helado - pidió Ana

- Café helado - apuntó el camarero en su pequeño bloc

- Té helado - pidió Amaia

- Té helado - apuntó el camarero - Ok, en nada os lo traigo

Habían terminado yendo a una cafetería muy luminosa y mona, bastante chic, no había mucha gente y se estaba mucho más fresco que con el bochorno de la calle, con todo el sol de justicia que caía

- ¿La escuela preparatoria a la que vas ahora cómo es? ¿Es de esas que son enteramente sólo de chicas? - preguntó Ana para romper un poco el hielo

Amaia rió

- También hay chicos. Aunque hay veces que eso parece un harem

- ¿En serio…? - preguntó Ana bajando la voz - Está guay…

- ¿Y tú qué tal?

- Uuuuhm… - pareció pensarse la respuesta - En mi academia todo el mundo ve las cosas a su manera, todos distintos. Y yo… no sé si termino de estar del todo ubicada…

Amaia asintió un poco por compasión

- Voy… voy al baño…

Ana asintió con la cabeza, siguiéndola un poco con la mirada. El camarero trajo las bebidas y las dejó en la mesa, cada una con su respectivo posavasos

- Que aproveche

Ana miraba un poco su móvil por debajo de la mesa, distrayéndose. Y entonces llegó y se sentó. Alzó la vista pero frente de ella no estaba Amaia, era Mimi. Había venido Mimi mientras Amaia estaba en el baño. Y se había sentado como si nada allí

Ana se la quedó mirando, parpadeando un par de veces, Mimi mirándola fijamente, esperando de ella una reacción

- ¿Te... has olvidado..? - preguntó con miedo, sin llegar a exteriorizarlo

Se la miró un poco más

- Mimi Doblas

Le arrancó una sonrisa

- ¿Qué haces aquí? - preguntó Ana confusa - Por ciert-

- ¡Perdón por lo de ayer! - se disculpó alzando un poco la voz y con cara de culpabilidad - Perdón - tragó saliva - ¿Seguir… - ladeó la cabeza - ...sería imposible? - preguntó con miedo de su respuesta

- Bu-bueno…

Iba a seguir y Mimi de veras esperaba su respuesta, en sus ojos se podía leer que ansiaba saber lo que quería Ana pero se oyó la puerta del baño abrirse y Mimi salió corriendo de la cafetería, Ana alzándose un poco de la silla mirándola marcharse, sin saber qué hacer y el móvil en la mano. Llegó Amaia, se sentó en la silla que segundos atrás ocupaba Mimi y olió los nervios de Ana

Te prometí... (Warmi, finalizada) Where stories live. Discover now