Capítulo 47 - La Cena De Los Demonios

En başından başla
                                    

Apoyé mi cabeza en su hombro y una media sonrisa apareció en mis labios imaginando la situación.

—Si. Una doctora que me atendió en mi aislamiento en la...—detengo de inmediato mi boca cuando siento que la mano de Jace se detiene—. Me cuesta mucho quedarme dormida y por la noche sufro de constante insomnio, pero ella dijo que es natural en las madres primerizas. Al final acabaré acostumbrándome.

—Buscaré algo natural para darte. —dice y nuevamente su mano retoma la caricia—. Me preguntaba: ¿Has pensado en que nombre le pondremos?

Acepté la pregunta: —Puede que lo haya pensado antes, aunque no me recuerdo muy bien. Quizás nunca lo pensé. Mi mente ha estado ocupada por otras cosas...

Y nuevamente acabé hablando de lo malo. Me golpearé por esto.

Levanto ligeramente la cabeza de su hombro y lo miro. Y sucedió lo de siempre, se me cortó la respiración al verlo. Jace era el oscuro villano de los cuentos...uno que ansías peligrosamente y te dejas caer seducida en su trampa. Su pelo caía sobre su frente ocultando parte de sus ojos verdes, su rostro pálido tenía pequeñas heridas sin curar y los moretones cubrían su mandíbula. Su hombro ya había sido curado y vendado.

Mi mano fue a dar directo a su cabello.

—¿Algo en mente? —pregunté. ¿Cómo fue que su cabello creció tanto?

—Puede ser. —responde sin más. Sus movimientos son abruptos y hasta impasible cuando quita su mano de mi estómago y se levanta de la cama. Mi mano en su pelo queda en el limbo. Lo miro anhelante. Quiero que se quede y siga tocándome—. Intenta descansar mientras arreglo unos asuntos fuera.

De pronto todo se volvió muy helado....o fue así desde que entró en la habitación en un principio.

—¿Fuera?

—Nada de que preocuparse. —dice sin expresión alguna y da un beso en mi frente. Sus labios están fríos. ¿Cómo pueden estar sus labios fríos? ¿Por qué de pronto siento una presión en el pecho?

Un escalofrío recorre por mi espalda. Mis brazos se aferran a mis piernas de nuevo y mi cabeza cae en ellas. Lo sigo con la mirada mientras él cruza la habitación dirigiéndose a la puerta.

—¿Estás bien, Jace?

Jace se volvió, y la mirada en sus ojos no la pude descifrar: —¿Tú lo estás, Laila?

Sin alzar la cabeza de mis rodillas, hablé.

—¿Lo preguntas porque no disparé el arma?
—digo. Jace asintió.

Él se apartó de la puerta: —No es fácil tomar una vida, pero en ese momento estabas dispuesta a hacerlo.

Lo estaba. En ese instante mi mente era un manojo de problemas y la única solución que tenía en mano era la muerte. ¿De quién? Cualquiera. Todo por el deseo de hacer desaparecer la carga que tengo sobre mis hombros.

Una molesta picazón viene a mi cuello y tengo deseos de enterrar mis uñas en el.

—Estoy bien. —respondí ciegamente. Es increíble que esas dos simples palabras te dejen agotada. Quiero dormir...

Te Encontré [ 2°T de TLA]Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin