-Hasta que deje de haber estrellas. Hasta que las olas dejen de romperse en el mar. Todo el tiempo que esté vivo, mientras me lata el corazón, voy a amarte.

No. No era lo que él había imaginado oír.
No correspondía a los escenarios en su cabeza.

Taehyung, temblando, se giró hacia él, poniéndose en pie sin saber qué hacer consigo mismo.

-¿Por qué me dices esto ahora? ¿Por qué lo haces más difícil de lo que podría haber sido?

Jungkook se levantó también de la hierba, atento a Taehyung.

De repente, la intensa voz del mayor se abrió paso entre los árboles.

-¡Taehyung, te dejo! ¡No te quiero más en mi vida! -gritó el peligrís.

El susurro de las hojas ensordeció el lugar.

-¿No hubiera sido más fácil así?

-Tae...

-¿Por qué has tenido que traerme a un lugar así, decirme cuánto me amas para dejarme?

Taehyung respiró profundamente y se cubrió el rostro con las manos, intentando tranquilizarse.

-Porque no es el cuánto te amo, sino por cuánto te voy a amar -susurró Jungkook tomando las manos de Taehyung entre las suyas.

Jungkook tampoco sabía cómo reaccionar. Por supuesto que Taehyung lo sabía, pero eso no evitaba que le hubiera sorprendido.

No era el único que lloraba.

-Creo que no lo has entendido, Tae -rió Jungkook, con las lágrimas resbalando hasta su barbilla-. Tan listo que eres, que sabías lo que iba a hacer y no te has parado ni un segundo a pensar...

Dejó un beso casto en sus labios.

-Sabes que te quiero, te amo, te adoro. Con toda mi alma -la sonrisa no se borró del rostro del azabache-. ¿Pero sabías que lo voy a hacer para siempre?

-Deja de decir estupideces. Si cortas... si cortamos lo nuestro, se corta todo.

El menor se sintió mareado por las vertiginosas palabras.

-Entonces cortarás tú.

Taehyung se detuvo a enjugarse las lágrimas.

-Tienes razón. No te entiendo.

Jungkook le abrazó escondiendo la cara en su cuello, hasta que los sollozos del mayor se calmaron un poco.

-Sabes que no podemos estar juntos, ¿verdad? Por quiénes somos, por lo que somos, por donde vivimos. Cada vez somos más... indiscretos.

Jungkook besó la mejilla del peligrís.

-Tae, mírame. Estoy igual que tú. No quiero que sea así. Pero no hay otra forma.

-Pues nos salimos del grupo. Se acabó BTS.

-No, no -respondió el menor aún en el abrazo-. Piensa en los chicos. Y en los millones de personas a las que les partirías el corazón.

-¿Como el mío?

Jungkook se separó de él.

-¿Por qué piensas que a mí no me duele como a ti?

-Porque no lo entiendo. Tú fuiste el que quiso empezar todo esto, hace años. Y yo te decía lo mal que íbamos a terminar. Y ahora eres tú el que me deja. ¿Cómo quieres que me sienta?

-¿Así es como quieres que terminemos? ¿Echándonos cosas a la cara?

-¡Y cómo quieres! ¡Una palmadita en la espalda y gracias por todo!

-¡Que te quiero!

-¡Y yo a ti!

Quién los hubiera visto.
Con el corazón en la mano y veneno en la boca.

-Me da igual la gente. Me da igual lo que diga el país entero. Me da igual todo, Jungkook. No me creo que no me quieras.

Jungkook dio un par de pasos desordenados hasta volver a mirar al mayor a la cara.

-¿Cuánto tiempo crees que va a tardar en salir a la luz? ¿Seis meses más? ¿Un año? Nos quedamos sin tiempo, y cada vez disimulamos menos porque nos hemos acostumbrado a estar juntos. Tenemos un contrato y nos queda mucho, pero mucho, hasta dejar de ser quienes somos. Y por desgracia todo lo bueno que hemos vivido tenía su parte mala. Me avisaste, lo sé, y a mí también me da igual lo que piense la gente. Es que no me puede importar menos. Pero te quiero tanto, pero tanto, que no soportaría que nunca tuvieras un accidente. Que en el servicio militar te pasase nada. O que un loco cualquier día te haga daño.

Taehyung se quedó helado.

-No quiero darte las «gracias por todo». No sabemos cuánto tiempo nos queda. Pero -Jungkook volvió a acercarse al mayor- yo sí sé por cuánto tiempo te voy a amar. Y si tengo que esperar veinte años, lo voy a hacer. Tal vez sea demasiado tarde para entonces, pero viviré con ello.

Taehyung quería que Jungkook soltase sus manos. No soportaba aquello, no quería seguir oyendo.

-Ya es demasiado tarde.

-Dilo otra vez -le retó Jungkook-. Pero esta vez, dilo creyéndolo.

Taehyung se mantuvo mudo.

-Si hemos llegado hasta aquí, y no hay más, me quedaré con todos los buenos momentos.

El azabache señaló hacia arriba, y el mayor miró al cielo.

-Yo no sé tú, pero yo, mientras sigan brillando...

Tomó la mano de Taehyung y la acercó a su pecho.

-Y hasta que la muerte me separe de ti.

-Y por eso me dejas.

Se mantuvieron la mirada, cargada de emociones imposibles.

-No lo entiendes -se quejó Jungkook, con la voz rota, ida, irritada.

Taehyung liberó sus manos de las del menor.

-Yo solo entiendo -habló el mayor con la voz terroríficamente calmada- que durante todos estos años me he creído hasta los huesos que eras el amor de mi vida.

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2O19

El dilema de ser gay ー taekookWhere stories live. Discover now