Capítulo 33 - La gran noticia

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—¿Enserio? ¿La señora Fuwa?

—Sí, creo que sería bueno que la visites... ¡Aunque a lo mejor te quedes toda la vida ahí! ¡Bleh! — Sho sacó la lengua riéndose

Kyoko lo miró fastidiada, quería darle una patada en la nuca, pero sabía que Ren le molestaba que simpatizaran de alguna forma, de hecho, siempre le molestó verla cerca de él, al fin y al cabo, ella estuvo enamorada del chico bastantes años.

—No estaré ahí para siempre, me ganaré un premio, ¡ya lo verás! ¡Te pisaré como un insecto! — sin quererlo se había entusiasmado por su provocación, miró a Ren como acto reflejo, aún seguían tomados de las manos, pero la mirada de Ren sin duda mostraba molestia. No debería responderle.

—¿Ah, ¿sí? — le respondía el rubio — será divertido ver la actuación de una sirvienta limpiando el piso ¡Buajaja!

—¡¡Shotaro!! — Ren tiró de ella, haciéndola entrar en razón.

—Vámonos— dijo el moreno estoico

—O-ok...

Ren la conducía hacia la entrada de pasajeros, no sin antes la chica se volteó hacia Shotaro sacándole la legua de vuelta, no podía evitarlo.

Al entrar en el avión había un silencio sepulcral entre los dos. Un par de pasajeros los reconocieron y les pidieron sus autógrafos, pero después de aquello ambos se quedaron sentados algo incómodos.

—¿Estás enojado? — soltó por fin Kyoko cuando ya estaban en el aire

—Pues...— el moreno miraba por la ventana perdido en sus pensamientos — No sé...

La chica estaba algo nerviosa, aún no sabía como tratarlo en ciertas ocasiones. Así que optó por tomarle la mano y hablarle de manera suave

—Gracias por acompañarme...

Ren la miró por fin, sin duda su dulce mirada lo derretía, era increíble de cómo cambiaba de humor con tan sólo un gesto de esta chica

—Oye...— Ren tomó su mano de vuelta — ¿Crees que soy infantil...?

—¿Tú...? Bueno... a veces — dijo francamente, ese comentario hizo que Ren se molestara un poco

—¿Qué tanto?

—Bueno, cuando pasan estas cosas...— musitó apenas — te pones como... ¿raro?

—Siento ser tan celoso— se acercó a ella y se recostó sobre su hombro

—Está bien, recuerda que no tienes que estar celoso— la chica sonrió aliviada — no me gusta nadie más de tú...

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Al llegar al Ryokan la familia Fuwa los recibió gustosos, la madre de Shotaro no paraba de halagarla por todo lo que había hecho y éxito que recibía. Además, la señora no podía evitar quedar embobada al tener a Ren tan cerca. Al final les dijeron que estaban de "vacaciones" y querían la menor atención posible.

Al final Kyoko por educación empezó a ayudar en las tareas del Ryokan, atender a clientes, limpiar los cuartos y preparar la comida. La señora Fuwa le decía que dejara de trabajar, aunque realmente necesitaba de ayuda para atender al local, hasta involucró a Ren para atender a los clientes, ambos pasaron de huéspedes a trabajadores.

—Vaya, he aprendido bastante sobre los trabajos en el Ryokan— exclamó Ren mientras estaba lustrando un pasillo en cuclillas

—¡Lo siento tanto! — se lamentaba la chica, a la vez que sacudía —Es molesto que lleguen tantas personas... sobre todo porque estás tú...

—Eso es lo de menos, mejor ahora ayudo a limpiar en vez de servir a los clientes, y eso que dijimos que queríamos pasar desapercibidos...

—A mí nadie me reconoce

—Eso me alegra un poco

—¡Oye! — reclamó ofendida

—Lo digo en el buen sentido — le sonrió de vuelta juguetón.

Ahora Ren estaba bastante calmado, era como si disfrutase limpiar el Ryokan. Eso la hacían sentirse aliviada.

Cuando sus amigos se enteraron de que estaban en Japón pronto vinieron visitas.

Nana y su esposo, Kanae, Yahiro, Lory y hasta María había viajado a Kyoto. Les preguntaban como estaban, lo que estaban haciendo. Kyoko pudo conocer al bebé de su antigua mánager, a su vez que Yahiro se ponía al día con Ren, él no era su mánager como en Japón así que ahora tan sólo su conversación giraba en torno a su amistad. Lory lloraba a mares cuando supo el chisme y alegre les decía que él patrocinaba la boda, por su parte María estaba algo choqueada de que Ren tuviera novia, pero al ser Kyoko lo aceptaba.

No les dijeron que en realidad estaban ahí por una promesa que hizo Kyoko al cantante, si no, por "vacaciones".

Pasaron los días y el mes más importante se acercaba.

—¡Oigan! ¡Un perro se acaba de robar mi filete! — gritaba un cliente enfadado por que un siberiano ágil y loco había raptado su almuerzo

—¡¡Miki!! — Kyoko corría apenas con su kimono tras su perro. Alcanzó a tomarla por el pescuezo, pero ya era bastante tarde, se había engullido toda la presa —¿Qué has hecho? ¡Eso no se hace! — la chica le hablaba, pero la perra no mostraba ningún signo de culpa

—Kyoko, déjala en paz— dijo un chico con kimono arremangado

—Reeen, la consientes demasiado...— dijo ella algo celosa, ya que Miki era obediente con él y no con ella

—¡Ven! ¡Miki! — la perra se libró de las garras de Kyoko y fue saltando hacia donde Ren, se sentó amistosa moviendo la cola, mientras el chico acariciaba su cabeza —No vuelvas a hacer eso... ¿Okay?

—¡Guau! — respondió ladeando la cabeza

Ella puso los ojos en blanco, por más que tratara de dominar a Miki no podía, era un perro demasiado travieso.

—Kyoko tengo buenas noticias

—¿Sí?

—El presidente acaba de llamar... tú...

Ren le contó la noticia a la chica, ella quedó en blanco. Como habían estado demasiado tiempo en Kyoto no se enteraban de lo que ocurría en Estados unidos ni en el mundo del espectáculo. Pronto Morgan la llamaría esa misma tarde para contarle, pero Lory se había adelantado.

—¿Fui nominada...? — Kyoko no podía evitar estar en otro mundo, Miki se acercó a ella para lamer su mano

—Sí— el moreno sonrió achinado—Acabas de ser nominada para un Óscar.

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Hola, me he adelantado, le dije a una lectora que actualizaría la prox. semana, pero... para evitar seguir estudiando me he puesto a escribir x'D! Gracias por sus estrellas y comentarios, los aprecio bastante TOT!!!!

Estás despedida! [Skip Beat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora