—Te contaré una historia —con sutileza aparte la espada de mí, tratando de pegarme a Harriet Hook lo más posible, ella solo daba pasos temerosos hacia atrás, está aterrada y necesito que piense en único que  podría sacarme de esta isla— una que tuvo lugar mucho tiempo atrás, antes de que tu padre fuese un pirata siquiera, la historia del capitán más despiadado de todos los tiempos; Barbanegra.

El terror en sus ojos me llenó, con un movimiento le quite su espada, claro que no es la única que tiene, ya noté la pistola en su cintura, balancee el arma en mi mano, como si no existiera, acercándome a ella aún más. Si la conexión a través de su cabello funciona como me enseñó mi madre, entonces conoceré cada recóndito secreto de su cuidada y peinada cabecita. Está asustada, p ero confía en que tiene el elemento sorpresa sobre mí, ternurita, a pesar del temblor del sus manos, puso la cara más dura que pudo.

—¿Tu que sabes de Barbanegra, bruja?

—¿Bruja? —tal vez, a quien le importa— No, cariño. Conozco de Barbanegra tanto como su propia hija lo hace.

—Barbanegra no tiene hijos.

Barbanegra tiene una hija, y una nieta, hasta donde sé, y esta muerto.

—Empecemos por el inicio, ¿bien? —le sonreí de nuevo, aun con mi dentadura escalofriante, en cuanto esté sola y con un espejo la veré— El Venganza de la Reina Ana, el barco maldito, controlado por una espada que porta el capitán, la espada de Tritón, con una tripulación leal y obediente de muertos, Calypso en su prisión humana le enseñó los secretos de la zombificación, y su capitán fue asesinado decenas de veces y aún así no murió, siempre sobrevivió. Siempre.

—Esa historia ya la conozco —claro que sí, pero no conoces lo que pasó después de que liberarán a Calypso de su prisión ni lo que ocurrió con Barbanegra— nunca fue de mis favoritas.

—No conoces toda la historia, yo sí —vi como mete su mano debajo del abrigo e intenta sacar su arma sin que yo me percate—. Barbanegra tuvo una hija, una a la que no conocía hasta que ella lo buscó, ambos fueron en busca de un tesoro invaluable, no era oro, joyas ni demás tesoros materiales —fueron juntos dirigidos por un pirata detestable directamente a la muerte de mi abuelo y la maldición de mi madre—. Tiempo después ella, su hija, se enamoró de un marino español, tuvieron un bebé y vivieron felices por muchos años, hasta que el marino murió. La hija de Barbanegra volvió con su padre al mar, pero ahora acompañada y con el corazón roto. ¿Sabes el nombre de Barbanegra?

—Edward Teach —murmullo inconscientemente Harriet Hook, es obvio que no conocía esta historia pero eso no significa que no deban saber que Barbanegra también tiene descendientes.

—¡Correcto! —alcé los brazos como si festejará que adivino, con un nada delicado, pero bien sujetado movimiento, puse la espada sobre mi hombro y di unos cuantos pasos a su alrededor—. Si fuese una simple ladrona, ¿crees que sabría eso? —negó con la cabeza, creo que ya va entendiendo por donde va el asunto— Soy una pirata, pero no de tu... tripulación. Estoy segura de que escuchaste los rumores de los zombies, y su capitán.

—¿Tú...? —Harriet Hook es blanca, caucásica en realidad, pero ahora parece fantasma de lo pálida que está o un vampiro sediento. Ya dejaré de leer tantas novelas de seres sobrenaturales, comenzaré a interesarme en los cuentos de hadas a partir de hoy.

Uy, creo que se murió. La pirata se ha desmayado, tal vez el desayuno no le cayó tan bien como esperaba. La tv volvió a sonar, decidí poner un poco de atención, nadie cantaba ni bailaba, sin embargo parecían estar festejando por algún motivo, el presentador dice que es el día de los vilkey o alguna mierda así, no entiendo porque festejar algo así. Si apago el aparato ya no me va a preocupar, ni a distraer de lo importante aquí: mi escape. Con la espada de Harriet aun en mi poder, claro como si alguien fuese a quitármela, aprieto el botón de ésta, y la pantalla se pone negra.

El destino de Medusa || Harry Hook  #PGP2020Where stories live. Discover now