angelus ; jordan parrish I.

capítulo dieciséis.

016: reditus.

En la oficina del Sheriff, Grace leía un libro que tenía que llevar para su clase de psicología.

Noah había pasado por Grace y por su hijo, pero el último mencionado había preferido quedarse con su amigo alfa, mientras que Grace tenía que quedarse con el Sheriff debido a que Parrish, su novio, había tenido que atender un llamado de emergencia.

Después de un buen rato, Noah se asomó por la puerta de la oficina para caminar hasta su escritorio, había estado buscando un par de  cosas. Se sentó frente a la castaña y le sonrió.

– ¿Cómo te ha ido en la escuela hoy, pequeña?– le preguntó Stilinski, se le había estado siendo costumbre llamar a Grace de aquella manera.

– Estuvo bien– respondió encogiéndose de hombros– aunque aún no se me dan bien las mat...matem– pausó trabándose– matem...

– Matemáticas– terminó él y ella asintió sonriendo.

– Sí eso– dijo Grace– aún no se me dan bien.

– Es algo que se te facilitará con el tiempo.

Grace lo miró pensando. ¿Qué pasará cuando todo el asunto del Asag termine? Cuando su misión se acabe, ¿qué pasará? ¿Se quedará en la Tierra o regresará al cielo? Se había encariñado tanto con la tierra. Tenía a sus amigos, a la manada. Tenía a Noah, quien la quería mucho y sobre todo tenía a Parrish, a su otra mitad.

– Eso espero– le dijo ella medio sonriendo, intentando quitar los pensamientos de su mente.

La oficina se quedó un momento en silencio cuando Noah comenzó a leer unos documentos y Grace regresó al libro. Cada quien es su asunto.

La castaña dejó su lectura de lado y volteó ligeramente a la puerta, esperando en que cualquier momento Parrish la atravesara y viniera con ella. Tenía muchas ganas de verlo.

Pero la espera de la chica y el silencio de la habitación fue interrumpida cuando el radio del Sheriff hizo interferencia, confundiendo un poco a ambos.

– ¿Papá?– la voz conocida de Stiles salió por las bocinas del radio.

– Stiles, hijo. ¿Cuántas veces te he dicho que no uses el canal de la comisaría?

– Lo sé papá, lo siento– el chico se disculpó.

Noah soltó un suspiro y puso el radio cerca de su boca otra vez, para volver a hablar.

– ¿Qué necesitas, Stiles?– preguntó Noah frunciendo el ceño.

– Bueno, emh– Stiles pausó– quería saber si, emh, Grace aún está contigo.

El Sheriff miró a la chica y la chica lo miró a él, ambos confundidos.

– Sí, si ella está conmigo.

– ¡Ay que bueno!– habló rápido su hijo– Perfecto dile que pasaremos por ella en cinco minutos.

– ¿Por qué?– preguntó Grace acercándose a Noah.

– ¡Hey! ¡Hola Grace!– Stiles la saludó– no hay tiempo para explicaciones, ya casi llegamos por ti.

Y la comunicación se cortó.