capítulo once.

5.1K 454 142
                                    

011: bestiario.

Habían pasado un par de días, más bien una semana, desde aquella tarde, todo había estado yendo normal. Por alguna razón el Asag no había vuelto a hacer desfiguros y eso era algo de que temer. La manada sabía perfectamente que eso significaba que estaba incrementando su plan, estaba ideando cómo acabar con su hogar.

Pero la manada tampoco se estaba quedando atrás, habían estado leyendo sobre la historia de aquella criatura en el Bestiario. Leyeron sobre sus poderes, su pelea antes de desaparecer hace millones de años y de que era capaz de hacer. Y si, una vez más se habían afirmado que sería una de las batallas más difíciles a las que se enfrentarían.

Pero lo lograrían, lo harían ¿no?

Por su parte, después de la desaparición de Grace y cuando volvió, ella y Parrish se habían vuelto más unidos. Él no la dejaba ni un segundo sola, al menos que fuera para ir a la escuela. La llevaba hasta allá y le decía a los chicos que cuidaran de ella, cuando la salida llegaba pasaba por ella. Había algunas veces que dejaba que la chica fuera a casa de la pelirroja o que ésta fuera a su departamento, para que Grace no la pasara aburrida.

Grace había comenzado a sentirse extraña desde el último encuentro con el Asag. Se sentía diferente, sentía que algo había dentro de ella. No quiso comentarle nada a nadie, pero Lydia comenzó a notarla un poco rara y preocupada y la obligó a contarle que es lo que sucedía. La pelirroja le aseguró que lo más probable es que se trataran de sus poderes, pues aquella última vez había descubierto otro

Anoche antes de que se despidieran, Lydia le había dicho a la castaña que buscaría en el Bestiario cualquier cosa acerca de Los Ángeles y si encontraba algo, lo más mínimo, la iría a ver para hablar sobre eso.

Y sí, ahora se encontraban en la sala del departamento de Parrish, con el bestiario reposado sobre la mesita en el centro de la sala. Ambas se pusieron de cuclillas mientras Lydia abría el libro.

– ¿Qué has encontrado?– preguntó Grace observando el libro detenidamente.

– Casi dos páginas enteras sobre tu especie– explicó Lydia buscando la pagina correcta– acerca de sus habilidades y debilidades.

Grace asintió, poniendo atención a cada movimiento que la pelirroja hacía. Paró bruscamente en una página y después vio sonriendo a la castaña.

– Es está– avisó– el bestiario solía estar en latín, pero preferí traducirlo para que la manada no tuviera problemas al leerlo.

–¿Qué es lo que puedo hacer?– preguntó impaciente Grace.

– Bueno, realmente hay muchos poderes que Los Ángeles tienen, pero Deaton dijo que tú podrías tener varios de estos o no– habló Lydia– un ángel puede poseer todos los poderes que están escritos aquí y puede no tenerlos. Todo depende de la energía que posee su cuerpo.

La castaña procesó las palabras y siguió viendo el libro con atención.

– Uno de ellos, que ya has descubierto– comenzó a contarle– es la curación de enfermos y la resurrección. También puedes llegar a aparecer de la nada y desaparecer en un instante.

– Eso no lo he hecho.

– Nop– Lydia marcó la "p"– tienes fuerza anormal, más que la de un humano. Algo así como la que Scott y los demás tienen– Grace miró su mano formando un puño y después volvió la mirada a su amiga– tal vez es por esa razón que aquella vez en el hospital el Asag fue a dar muy duro en la pared– rieron las dos y continuaron leyendo el bestiario– si lo desarrollas, puedes tomar una forma etérea.

angelus ; jordan parrish I.Where stories live. Discover now