capítulo cinco.

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005: exitum.

– Sabes que no te llamaría en tu día libre si no te necesitara, Parrish– la voz de su jefe se escuchó a través del móvil.

Él suspiro.

– Sí, lo sé– dijo colocando su mano libre en su cadera– llegó en diez a la comisaría.

– Gracias oficial– y Parrish no contesto de vuelta simplemente termino la llamada.

Guardó su móvil en su bolsillo delantero y colocó su mano entre sus cejas masajeando lentamente. A lo lejos miro a Grace quien comía emocionada un algodón de azúcar que él le había comprado cinco minutos antes de la llamada, no quería interrumpir el lindo día que ambos estaban teniendo, ella estaba tan ansiosa por seguir recorriendo la ciudad pero el deber lo llamaba y el pequeño tour que le estaba dando a la castaña tenía que posponerse.

Caminó de regreso a la banca donde Grace se encontraba y ella lo recibió con una sonrisa mientras le tendía su algodón de azúcar rosa, brindándole un poco. Parrish le agradeció con una sonrisa mientras tomaba un poco y lo llevaba a su boca.

– ¿Grace?– la llamó y ella lo volteó a ver mientras le daba una pequeña mordida al dulce– sé que te dije que hoy era mi día libre y que podría enseñarte cualquier cosa que tú quisieras ver.

Ella asintió mientras fruncía el ceño.

– Pero tendremos que hacerlo otro día– continuó Parrish.

– ¿Por qué?– le preguntó confundida.

– Me necesitan en el trabajo– respondió– ocurrió algo y uno de mis compañeros no asistió a la comisaría y tendré que cubrirlo– Grace proceso las palabras que él había dicho– de verdad lo siento, podremos venir cualquier otro día ¿vale?

– Está bien– le dijo ella apenas audible. Ojalá hubieran podido hacer más cosas.

– Vamonos entonces.

Ambos se levantaron de la banca y Grace tomó el ramo de flores que él le había obsequiado momentos antes, poniéndolo a la altura de su pecho. En una mano llevaba su ramo y en la otra el algodón que estaba a punto de terminarse. Cuando llegaron al auto, Parrish le abrió la puerta al ver que ella llevaba las manos ocupadas y se subió, el recorrió toda la parte delantera del auto hasta que llegó a la puerta del piloto y subió para después encenderlo.

Grace colocó el ramo en su regazo y continuó comiendo su algodón, hasta que lo terminó.

– ¿Qué es lo qué pasó?– preguntó ella después de un rato.

Parrish le dio una mirada rápida y después regresó su vista a la carretera.

– Hubo una desaparición– respondió– un adolescente de quince años, vivía solo con su madre y no se le ha visto desde hace dieciséis horas.

– ¿Eso es malo?– volvió a preguntar ella ahora viéndolo fijamente.

– Sí, lo es.

Ella sólo soltó un "Oh" y cambió su vista hacia la ventana. Continuaron en silencio, Parrish se detuvo en un semáforo y golpeó impaciente el volante. Ya quería llegar a la comisaría, en cuanto se desocupara más rápido mejor. El haber pausado su día libre sólo porque su compañero Smith no se había dignado a aparecer. Cuando el semáforo se tornó verde avanzó y dos minutos después ya se encontraban frente a la comisaría

Él se bajo del auto y Grace lo siguió, caminaron hasta la estación abriendo la puerta para encontrarse con el Sheriff Stilinski.

– Gracias por venir Parrish– agradeció el Sheriff dándole una palmada en la espalda.

angelus ; jordan parrish I.Where stories live. Discover now