Capítulo 38

1.1K 103 56
                                    

Si hay algo que siempre he querido, ha sido una historia de amor. No una historia de amor cualquiera, no. Una como en las películas. En el fondo, todas son iguales. Dos personas que se enamoran, tienen dificultades y tras resolverlas, consiguen estar juntos por y para siempre. Un amor por el que vivir y por el que morir. ¿No parece algo tan difícil de conseguir, verdad? Pues lo es. Es difícil encontrar un amor tan intenso, que te consuma. Un amor que consiga hacerte daño de tantas maneras, pero que siga haciéndote luchar por mantenerlo vivo. Un amor que renazca de sus cenizas.

Cuando ya me había dado por vencida y había desistido de vivir algo parecido, Sherlock se cruzó en mi camino y rompió todos los esquemas. Recuerdo el momento en el que me di cuenta de que estaba cumpliendo todo aquello que había deseado desde pequeña; no fue en mi cumpleaños, ni la noche estrellada en la habitación de hotel. Fue la vez que Mark me ofreció irme a Estados Unidos a trabajar y me quedé por Sherlock. Él sabía que iba a quedarme y sus palabras se quedaron marcadas en mi memoria.

"Por favor, no lo hagas. No te rindas conmigo."

En ese momento lo supe. Supe que Sherlock también tenía esperanzas de que lo nuestro podía funcionar. Quería luchar por nosotros. Así que yo luché con muchas más ganas que él. Luché por mi, por él y por todo lo que teníamos. La noche de la caída de Reichenbach, era consciente de que se había acabado. Nuestra vida juntos. Había perdido a la persona que amaba, pero el amor que teníamos perduró, ya que me aferré a él y lo guardé porque sabía que era lo único que me quedaba. Lo más cercano a lo que habíamos sido.

Ahora, nada de eso importaba. Me sentía una idiota. Dos años afligida. Dos años soportando un dolor que pensaba no volver a sufrir. Dos años pensando en cómo coño seguir con mi vida sin tener a Sherlock a mi lado. Dos años creyendo una mentira.

-Buenos días -murmuró medio dormido Jackson mientras se giraba para darme el beso de buenos días, pero entonces se dio cuenta- ¿Por qué parece que no has dormido nada en toda la noche?

-Por qué no lo he hecho.

Jackson se apoyó en su brazo y se levantó para tener una mejor vista sobre mí. Podía leerme con tan solo una mirada y eso precisamente, era lo que pretendía.

-¿Tienes dudas?

-No -negué- No es eso.

-¿Entonces? -hizo una breve pausa- No te veía así desde.. la muerte de Sherlock.

Cerré los ojos al oír esas palabras. Sabiendo que no estaba muerto, esas palabras sonaban incluso estúpidas.

-¿Es por él? ¿Has recordado algo que te ha traído nostalgia? ¿Has visto alguna foto?

-Le he visto, pero no en fotos -suspiré, intentando envalentonarme para decirlo- Está vivo.

Jackson mantuvo el silencio durante un buen rato, asimilando mi última confesión. Sabía que esas palabras habían caído sobre nuestra relación de una manera brusca. Sin embargo, era algo que Jackson debía saber, y tenía que ser por mí.

No eran las palabras. Era el significado de ellas. La vuelta del gran amor de mi vida. Ambos éramos conscientes de que con su vuelta, todo peligraba. Incluso nuestra relación y eso era algo que Jackson odiaba pensar, por qué sabía que no podía competir contra la persona más extraordinaria que conocía.

-¿Entonces.. quieres pensarte..?

-No -le corté yo, colocando mis manos en sus mejillas- Quiero casarme contigo.

-No quiero que hagas algo de lo que no estás segura.

-Estoy segura, Jackson.

-Si estás tan segura, ¿por qué no has podido dormir en toda la noche?

I Am Locked [Sherlock Holmes y tú] (BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora