Capítulo 28

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Si alguien nos hubiese visto desde la distancia, hubiese pensado que éramos un cuadro. Todos nos habíamos quedado inmóviles debido a la mezcla de sensaciones que circulaban en el aire. La Sra.Hudson y Kate estaban completamente perdidas en el momento, ya que no comprenden bien qué era lo que estaba pasando. John y Sherlock estaban de pie, uno enfrente del otro, el doctor mirando a Irene y Sherlock mirándome a mi.

Finalmente, nos encontrábamos Irene y yo. Parecía que estábamos en un ring. Las dos nos íbamos a batir en duelo y sabíamos exactamente por quién. Ella, me miraba con la barbilla alta, como mirándome desde arriba con superioridad. Su cara era de victoria. Por otro lado, mi cara era de luchadora. La miraba como si ella fuese la presa y estuviese a punto de lanzarme el ataque. No iba a dejar que me asustase tan fácil.

Greg apareció en escena y fue como un milagro, nos había dado a play. En ese momento, se me vino un refrán. "Éramos pocos y parió la abuela". Aunque no lo mostrase exteriormente, por dentro me estaba riendo de la situación. Automáticamente, la Sra.Hudson se marchó y se volvió a llevar a Kate con ella, comprendiendo que no era buen momento para que la niña estuviese presente y John se marchó con ellas. Sherlock se abrochó el botón de la chaqueta y saludó amistosamente el policia.

-¿Interrumpo algo? -preguntó Lestrade dudoso.

-¡Para nada! -respondió mi compañero de piso- ¿Que te trae por aquí?

-Hemos encontrado el cadáver de John Openshaw ahogado en el Támesis -explicó con delicadeza- Hemos descubierto que vino aquí pocas horas antes de su muerte.

-Vaya -exclamó con un tono de sorpresa Sherlock.

-¿Que? ¿Pensabas que no estaría muerto?

-No -negó Sherlock- Me sorprende que Scotland Yard haya sabido dar dos pasos seguidos y seguir bien la pista de un cuerpo.

Desde la perspectiva de Greg, no podía ver a Irene, así que ella decidió mostrarse con toalla con el objetivo de ganarse así la admiración del policía. Seguramente Irene habría estado investigando y lo sabría todo sobre mi, lo que me dejaba en cierta desventaja. Sin embargo, yo tenía una ventaja sobre ella y era jugar la carta del hermano mayor. Mycroft pensaba que estaba muerta y por tanto, si se enterase de que no es así, por los crímenes cometidos contra La Corona, la encerrarían de por vida o algo peor.

-Sherlock -le llamé, a lo que él levantó la cabeza para mirarme- ¿Podemos hablar un momento en privado?

-Lo que sea que tengas que decirle, puedes decirlo delante de mí también -interrumpió Irene- No tenemos secretos. ¿Verdad Sherl?

-He dicho que quiero hablar con Sherlock, no contigo -respondí indignada- Y vístete.

-Como quieras.

Se levantó y contoneándose se dirigió a mi habitación. Iba a coger mi ropa. Sabía que la cosa iría a peor. No llevábamos ni 5 minutos en la misma habitación y su presencia me molestaba. Me perturbaba. Sacaba lo peor de mi, aunque la verdad era que no me importaba. No iba a callarme ni a pasarle ni una, eso lo tenía clarísimo.

-Greg, ¿puedes dejarnos solos, por favor? -pregunté amablemente y con una sonrisa.

-Sí, por supuesto.

-S no sabes llegar a Scotland Yard, haznos una perdida -levantó la voz Sherlock para que Greg le escuchase mientras salía por la puerta.

Si esto fuese la Segunda Guerra Mundial, Sherlock sería Suiza. Ni para un bando ni para el otro. Simplemente se limitó a quedarse callado. Habíamos conseguido un momento de intimidad y ojalá fuese intimidad para otra cosa, pero iba a ser que el acontecimiento se había pospuesto después de la inesperada llegada de Irene.

I Am Locked [Sherlock Holmes y tú] (BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora