Capítulo 30

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-¡No se despierta!

Escuché la voz preocupada de Katelyn y noté como a mi lado, había algo que se hundía. No entendía qué estaba pasando. Hacía un momento estábamos en la entrada del 221B y ahora, en un flash negro estaba en plena oscuridad. Sola. Escuchando voces que provenían de algún sitio. Llegaban a mí como ecos y podía distinguirlas como reales.

-Respira -murmuró Sherlock- Sé que me oyes, ______, estás en estado de parálisis del sueño. Para despertar, tienes que seguir mis pasos. Primero, concéntrate en el movimiento del cuerpo. Procura mover los dedos de las manos. Imaginate moviéndote.

Hice lo que Sherlock estaba diciendo, pero aún así lo hacía en mi mente. Sabía que no lo estaba consiguiendo ahí fuera, si no ya habría despertado. Lo seguí intentando, una y otra vez, hasta que oí mi nombre. No provenía de ahí fuera, sino de la oscuridad. Era la voz de Liam. Me temí lo peor, así que con movimientos más desesperantes lo seguí intentando.

-Concéntrate en tu respiración -intentó de nuevo Sherlock- El miedo es uno de los peores aspectos de la parálisis. Intenta recordar que todo está bien. Que no es real. Profundiza tu respiración.

Cerré los ojos lo más fuerte que pude y no dejé de hacer los movimientos con los dedos de la mano. Uní mi respiración lenta al proceso, pero la voz de Liam cada vez sonaba más y más cerca. No sabía por donde me acechaba y eso era lo peor. La incertidumbre.

-Ahora abre los ojos.

No quería. No quería abrirlos, ya que había visto demasiadas películas de miedo como para saber qué era lo que pasaría. Sin embargo, debía ser valiente y abrirlos. Así podría escapar de este horrible lugar. Conté hasta 3 y los abrí observando un flash blanco solo hacerlo.

Una vez ese flash blanco desapareció, pude ver con claridad las caras de Sherlock y de Katelyn a mi lado. Los dos estaban observando atónitos y preocupados. En cuanto pude inclinarme hacia adelante, la niña saltó literalmente hasta mis brazos con una sonrisa. Sherlock suspiró tranquilo, pero su cara de preocupado seguía ahí.

-Creo que no puedes aplazarlo más -me aconsejó- Debes ir a ver a la doctora Bennett.

-Es lo que pienso hacer en cuánto me levante -asentí- Además, tengo que ir a entregar mi alta. Hoy vuelvo al trabajo.

Respiré lentamente, asimilando lo que acababa de pasar. El trauma que me provocó la muerte de Liam, seguía existiendo y claramente no lo había superado como yo pensaba. Al parecer, lo del secuestro de Kate había sido parte del sueño y de eso me alegraba muchísimo ya que estaba en casa sana y salva pero eso me hacía cuestionarme.. ¿que más había sido un sueño?

Una vez me había vestido y preparado, salí al exterior de mi habitación y me encontré a Sherlock leyendo la prensa, mientras que Kate estaba desayunando en la mesa de la cocina. Me acerqué a ella y me senté a su lado. Después de tener esa pesadilla, decidí que lo mejor era que Kate se fuese. Si era cierto que Irene y Moriarty habían formado equipo, venían tiempos difíciles, así que lo mejor para Kate era estar lo más alejada posible.

-Siento por asustarte -me disculpé con ella.

-Papá dice que vas a hacer de todo para ponerte bien.

-Tu papá tiene razón -asentí- Te lo prometo, pero hay algo que tú también tienes que hacer por nosotros.

-¿Qué es? -preguntó después de darle un sorbo a su taza.

-Papá y yo nos encontramos en una situación peligrosa, y no es seguro para ti estar aquí. Mañana por la mañana te acompañaremos hasta el Internado -hice una breve pausa- Ahora tengo que ir a trabajar, pero esta noche haremos algo juntas, ¿vale?

I Am Locked [Sherlock Holmes y tú] (BBC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora