18. Hermanos.

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Emma.

El pulso aún me temblaba y mi cabeza no podía dejar de dar vueltas a cómo estaría Sophie. Seguro que había sido algo leve, lo típico de los niños que se hacen algún rasguño en la cara, pero no podía evitar ponerme nerviosa.

Sophie no es la única que tiene miedo a que nos pase algo a los demás. Yo también lo tenía, y mucho, pero intentaba que cada vez fuera a menos porque nosotros no podemos controlar todo lo que nos pasa.

Marco giró la calle y paró junto a mi garaje.

-Subo a casa, cojo las llaves del coche y bajo para coger la silla de Sophie. - dije rápidamente sin darle tiempo a contestarme.

Habíamos quedado en que él me llevaría al colegio y después al hospital pero teníamos que coger la silla del coche de Sophie. Además agradecí que fuera él el que condujera porque yo no me veía con fuerzas.

Tardé a penas unos minutos en coger las llaves del coche y bajar las escaleras pitando, ni si quiera esperé al ascensor. Di gracias porque nuestro coche se encontrara en la primera planta del garaje y no en la segunda para así tardar mucho menos.

Volví a montar en el coche de Marco dejando la silla en el asiento trasero.

-Emma - dijo Marco poniendo una mano en mi muslo para que estuviera tranquila - ¿No tienes que llamar al trabajo para decir que no vas?

-Joder... - no me había si quiera acordado. - Tengo que llamar a las madres.

-¿Das clases particulares? - me preguntó curioso.

-Sii, hemos empezado ya a estudiar para las recuperaciones de septiembre, antes de que los niños se vayan de vacaciones. - Saqué el móvil del bolso y marqué el número de la primera madre - Puedes ir saliendo a la carretera, ahora te digo por dónde se va.

Asintió con la cabeza y puso el coche en marcha. Me dio tiempo a llamar a las tres madres antes de llegar al primer desvío y poder indicarle mejor a Marco. Él mientras tanto intentó darme un tema de conversación.

-¿De qué son las clases?

-Doy un poco de todo, pero las madres reclaman mucho el inglés y las matemáticas - dije mecánicamente sin ni siquiera mirarle.

-Emma, va a estar bien - me aseguró y yo me llevé las manos a la cara

-Sí, seguro que es una chorrada lo que la ha pasado, pero no puedo evitar preocuparme - me mordí el labio. - Si la pasa algo, yo... - no pude terminar la frase.

-No la va a pasar nada - apoyó su mano derecha durante unos segundos en mi pierna - Me pasa lo mismo con mi hermano - dijo Marco. - Cuando llegué aquí lo más difícil para mí fue estar lejos de mi hermano.

Asentí con la cabeza, la mayor parte de la gente que tiene hermanos entiende ese sentimiento de protección y cariño.

-Tienes que girar esa calle a la derecha y al final está el cole de Sophie - puso el intermitente y aparcó justo en la puerta.

Llamé el telefonillo y nos abrieron en seguida. El conserje al verme supo quien era y nos llevó directamente a la secretaría. Este también había sido mi colegio de pequeña y algunos profesores seguían dando clase aquí.

-¿Emma? - escuché la voz de Sophie salir de la sala de profesores donde estaba una profesora con ella.

Giré mi cabeza y la vi. Tenía los ojos llorosos y su preciosa cara... Madre mía, tenía una buena herida en la ceja que habían intentado tapar con un apósito y su mejilla derecha raspada. Aún tenía rostros de sangre por su barbilla y en la ropa. Además de que sus pequeñas manos estaban llenas de magulladuras.

-Cariño - susurré antes de agacharme y abrazarla para cogerla en brazos - Ya estoy aquí.

Marco se acercó y acarició sus brazos que rodeaban mi cuello.

-Ey, pequeñaja, ya ha pasado todo - mi hermana alzó la cabeza y en cuanto vio que era Marco quiso irse a sus brazos.

Esta niña sí que sabía elegir bien.

-La hemos curado lo mejor que hemos podido pero creo que es mejor que vayáis al hospital porque a lo mejor tienen que darla algunos puntos en la ceja - me explicó la profesora.

-¿Cómo ha sido? - quise saber.

-Ella tenía el balón y uno de los niños la empujó con fuerza. A penas le dio tiempo a poner las manos antes de caer.

Iba a contestarla, pero Sophie comenzó a sollozar.

-Me duele la cabeza - se quejó. Marco la estrechó más contra él y empezó a acariciar su espalda para tranquilizarla.

-Será mejor que nos vayamos ya, muchas gracias por todo - le dije a la profesora antes del salir pitando hacia el coche.

Marco colocó a mi hermana en la silla del coche como si lo hubiera estado haciendo toda la vida, apoyó su cabeza con cuidado y la puso el cinturón. Antes de apartarse de ella mi hermana le dio un beso en la mejilla y morí de amor en cuanto él se lo devolvió en la frente.

Subimos al coche y pusimos rumbo, esta vez, hacia el hospital que nos correspondía.

-Tengo que llamar a mi padre para que no venga a buscarla - comenté en alto mientras cogía el móvil y marcaba su número.

Marco apagó la radio que se había encendido de manera automática y puso el gps para que yo pudiera hablar tranquila. Tuve que llamar varias veces hasta que mi padre me lo cogió.

-Emma, estaba a punto de llamarte - dijo nada más descolgar el teléfono.

-Verás papá... - pero no me dejó continuar.

-Espera, déjame hablar a mi primero - me extrañó su actitud. - Voy a salir tarde de trabajar, tengo que terminar de hacer los partes de cada obrero y me va a llamar una hora más. ¿Puedes ir a buscar a Sophie?

Miré el reloj y marcaban ya las 4, justo la hora a la que tendría que haber ido a por mi hermana él. Si no hubiera pasado nada ¿me habría avisado con tan poco tiempo de antelación?

-Ya está conmigo papá, pero de todas maneras me avisas un poco tarde - respondí molesta.

-Lo siento cariño, pero son las circunstancias. Tengo que dejarte.

-Espera papá, es importante. - Mi padre estaba pasando de mí y yo cada vez estaba más enfadada.

-No creo que sea más importante que lo que estoy haciendo yo - me quedé helada al otro lado del teléfono. ¿Desde cuándo el trabajo era más importante que sus hijas?

-No tienes ni idea de lo que estás hablando, Sophie ha...

-Luego me lo cuentas en casa, Emma. No puedo hablar.

-¿Has terminado ya con eso, Fernando? - la voz de un compañero del trabajo de mi padre sonó a lo lejos antes de que me colgara el teléfono.

Definitivamente mi padre había pasado de mí y mi mundo había comenzado a desmoronarse sin que yo me diera cuenta.

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Hola!! Siento mucho haber tardado tanto en subir capítulo 😭😭 He tenido unos días de mucho jaleo y a penas me ha dado tiempo a pasar por aquí!

Pero, os prometo que dentro de poco tendréis otro capítulo preparado. 🤗

Muchísimas gracias por leer y os leo en los comentarios!!!

Mentiras. // Marco Asensio //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora