Te Prohibo Enamorarte

Cap. 63 Asimilar el sentimiento.

Me deje caer en mi cama y me cubrí con las mantas pensando ahora.

Apenas me obligue a comer algo.

Sola entre la oscuridad que me cedía mi habitación sentí que todo iba a estar mejor.

Sólo sé que caí en un sueño profundo después de haber llorado como por una media hora.

———• flashback.

Alisé mi vestido con una sonrisa pensando en el maravilloso día que habíamos tenido Logan y yo.

Solos, únicamente nosotros dos.

Nadie más, sus besos, sus caricias y algunas palabras.

Aunque él perfectamente había aprendido o más bien, ya sabía como embobarme con pequeñas acciones y no sólo palabras.

Ahora era domingo, y él me había traído a un lago que quedaba a las afueras de la ciudad, en el trayecto del viaje sólo me había hecho reír y otras veces suspirar tal cual adolescente embobada.

Había sido divertido y no lo negaba.

Logan sacaba ese lado tan oculto en mi que apenas podía tener tiempo de recordar lo que alguna vez fui en Canadá y en parte aquí.

Cuando bajamos del auto ni siquiera me había dejado ver alrededor o mucho menos dejarme sólo con una mano en mis ojos para no ver.

—Tranquila conejita, hoy no haremos lo que tú crees. —sonrió con diversión, estaba más que segura que había visto mis mejillas sonrojadas y por eso lo había dicho, pero como no iba a estar sonrojada sí me había mostrado una corbata.

Sacando esos pensamientos de mi mente y parte del libro que Dana me había recomendando leer, exceptuando cuando Logan me encontró leyéndolo y desde entonces empezó a usar esas bromas en nuestros momentos de...

Me desvíe del tema.

—Sí me dejas caer te dejaré en abstinencia por un mes entero. —murmuré entre dientes sujetándome con fuerza de su brazo escuchando su risa divertida de nuevo.

—No voy a dejarte caer. —su brazo rodeó mi cintura y fue cuando miré agudizar mis sentidos, bien, tal vez hice el intento.

Podía escuchar el sonido de los pájaros al cantar y en parte la brisa que me hacía dudar del clima, habían sido cuatro horas en auto y no sólo eso, un Logan misterioso.

Reí para mis adentros al imaginarme algo, fue ahí cuando lo sentí robarme un beso y además quitarme la venda ordenando que no abriera los ojos aún.

—No observes aún. —pidió haciendo que sonriera asintiendo, él sabía bien que aparte de eso mi curiosidad iba a atacar en cualquier momento.— bien pequeña, cuando diga tres, abres los ojos.

Fue ahí cuando lo escuché decir tres, apenas ver a mi alrededor y lanzarme hacía sus brazos, sin duda era lo mejor que alguien había hecho por mi alguna vez en su vida.

—No sabes cuánto te ganas con este pequeño detalle. —susurre contra su cuello suavemente sonriendo con ternura, había una manta simple de picnic en donde estaba el césped, una perfecta vista hacía un lago de agua cristalina y unos sándwiches, no extravagancia o lujos.