Cap. 55 La trampa del lobo.

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No, necesito seguir mis reglas, pero, ¿cómo puedo forzarme a no sentirme de esta forma?, ¿cómo voy a evitar el cosquilleo en mi cuerpo por su toque o cercanía?

Mis sentimientos están cambiando mucho y la libertad que me ha estado envolviendo últimamente es una prueba de ello.

Mis labios se crisparon un poco, Logan me miraba fijamente, parecía como si estuviese esperando algo, que dijera algo, pero al no recibir respuesta o alguna palabra de mi parte, se enderezó en su silla.

—Lo qué pasó en estos días...

—Fue porque nosotros lo quisimos. —interrumpí, con un poco de incomodidad, aceptando la realidad, él asintió volviendo a tomar mi mano sobre la mesa, yo no hice nada para retirarla, me gustaba como nuestras manos encajaban a la perfección.

—Confieso que eres algo insaciable, gruñona.

Rodé los ojos riendo y volví al tema que era delicado para mí.

—Esa mirada en tus preciosos ojos me dice que estoy jugando con fuego, estamos, me corrijo. A ver, dime lo que quieres decir o tienes en mente.

—No te enamores de mí.

—Emily...

—Logan es en serio, te prohíbo enamorarte de mi.

—No hablas en serio. —me miró estupefacto soltando mi mano, me sentí extraña cuando se alejó de esa forma pero no dije nada, tenía que poner las cosas tal cual eran sobre la mesa.

—Hablo muy en serio.

Aquella emoción en su rostro era indescifrable, sabía que quería protestar, más no lo hizo, sólo quedó en silencio manteniendo nuestro contacto visual, tomando la copa con una tranquilidad inquietante.

—Sí yo no puedo enamorarme de ti, entonces tú, tampoco puedes enamorarte de mi. Es absurdo, pero será lo "correcto" —respondió con la mandíbula tensa pero sin perder su calma.— no somos nada después de todo.

Mi expresión tuvo que ser épica.

—Es mejor así.

—Somos una canción incoherente, Collins.

—¿De qué estás...

—La letra en la canción no tendrá sentido hasta que alguno se permite volver a reescribirla para que tenga mejor sinfonía y coherencia.

Nos miramos fijamente, él esperando por una respuesta en contra de sus palabras, bebiendo con elegancia de su copa. Mientras que yo tenía un tornado interno en mi mente.

No quería discusiones.

Y ese tema podría llevarnos directo a una.

—Esto no tiene sentido.

—Por eso mismo te lo digo. —lo miré a los ojos manteniendo su mirada hasta que no soporte la intensidad de esta.— hablemos de lo otro.

Se quedó en silencio y suspiro asintiendo, no me respondería lo que habíamos dicho antes, probablemente, aquella conversación se quedaría inconclusa por un buen tiempo.

Por más que me doliera haber dicho eso, una razón que desconocía, procedí a acomodarme en la silla, su rostro era un enigma, el cuál no podía descifrar, así como yo tenía mis propios muros, él también los tenía y en esos momentos estaban arriba, su expresión era seria y distante.

—Quiero que hablemos de lo qué pasó en la oficina.

Permanecí en silencio dándole a entender que lo estaba escuchando y no lo interrumpiría, al ver que me quede callada decidió proceder.

Te Prohibo EnamorarteWhere stories live. Discover now