XIII

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/ªº/

EPILOGO


Una luz intermitente se colaba como tenue entre la ventana y las cortinas apenas con sitúes tonos blancos, eren las de un coche, medio parado en el medio de nuestra calle, no tenia alarma y lo agradecí, de ser así hubiera despertado a la más hermosa chica al lado mío, me costo tanto hacerla dormir, y no me refería a que tuviera insomnio, no, ella tenía unas llamaradas en sus ojos, difíciles de apagar, como creciente cada vez que mi toque le cosquilleaba en el cuerpo, así como ella con el mío. No es una chica cualquiera, no es rubia, no es pelirroja, no es de un negro azabache como en todas las novelas, no, es castaña oscura.

Apenas a dos años de que todo ocurriese puedo aprender que huir no es siempre lo mejor, porque al fin y al cabo me encontró, me secuestro y la imagen de Camila siempre quedara en mi mente, tatuada, aun entonces puedo oler la sangre que desprendía lastimosamente por su cuerpo, puedo tocar las sabanas manchadas de su peor miedo y siendo echadas al suelo, enterradas.

No quiero hacer mayor ruido, tiene el sueño ligero y el más mínimo movimiento la despierta, no tengo deseos de que me hable todavía si no es al amanecer, quiero que esas luces no interrumpan su hermoso sueño, quiero que en unas horas vea sus pestañas espesas mecerse a cada que parpadea, y me sonría con un bueno días.

Llevo semanas contándole que sueño con una escena tan real, en la que yo empuño un arma y le disparo, y siempre comienza con una carta, siempre, pero en la cúspide el dueño me despierto, no sé si logro salvarla o no. Solo sé que, sí que me doy cuenta de que ella hacia mi sueño y mi vida interesante, que la hace tan dulce y amarga, por lo tanto, agridulce en alguno que otro momento.

Cierro los ojos y trato de regresar, de regresar a esa vez, mis manos tiemblan recordando, siempre me pasa, no sé porque ahora no loro si antes lo hacía, ahora siento que estoy bien, me pongo en su lugar y hago que me lo cuente.

-Duerme- Me pide y me sobresalto.

-Ah vuelto a pasar- Le digo derrotada, se ha despertado.

-No es verdad, ven acá – Me hala con su brazo a que me pegue con mi espalda en su pecho y me besa tiernamente en mi cabeza.

Mis ojos se clavan en la ventana, la luz no le molesta esta vez y se queda respirando tranquilamente en mi oído, no necesito a alguien para ser feliz, nunca arregle la relación rota de la malagradecida que tenían por hija, nunca llegue a casarme con la chica que se desvivió por mí, aun entre tanta belleza no deseaba morir, no era la única salida, esos golpes no eran culpa de ella, eran míos, y ante todo me amaba a mi antes de cualquier cosa, y sé que ahora aunque en dado caso de que decida irse, estaré bien, pero sé que no lo hará porque sé que sabe lo que puede perder.

-El secuestro ...

- Eso nunca paso... - Me dice segura y me acaricia el abdomen descubierto.

Me quedo en silencio, siempre reacciono como si hubiera pasado... En realidad, lo dejo pasar, me quedo quieta y luego le doy la cara a mi chica, esta con los ojos cerrados, uno de sus brazos esta siendo base de apoyo a su cabeza y la otra esta en mi espalda, suelta, floja. Cada rasgo la memorizo, la tengo conmigo en todas partes, y siento la necesidad de mirar hacia abajo, su cuerpo es suave, desnudo y con curvas demasiado sugerentes, mi mano delinea sus pechos siento como sonríe sin despertar.

Mi dedo índice se cuela por sus clavículas, su costado y su abdomen, ay esa parte me hace delirar, lo tiene tan perfecto y marcado aun cuando no hace la fuerza necesaria. Y entonces le miro, allí esta, ella siempre dice que no está, pero si, la marca, la marca que yo le hice hace dos años.

Esta parte de su cuerpo es extraña, no me recuerda a todo lo demás, me recuerda solo al hecho de que no podría haber hecho algo más horrible, en sí, ella no me trato de matar en ningún momento, yo sí, y lo siento mucho, con cuidado y curiosidad se la toco, pero de inmediato siento como me tomo mi mano con firmeza y me mira, con esos ojos tan oscuros y penetrantes, como fuego consumiéndolo todo y no es enojo, es miedo.

-No mi amor.

Me suelta la mano y me su mirada cambia, baja la cabeza.

-No, no pasa nada. Yo no...

Me besa en los labios, callándome y transmitiéndome amor, ese que tanto esperé y que, si que siempre lo tuve, mierda, sus labios, son perfectos. Cada que, hacia eso, apartarme de no tocarla yo siempre bajo hasta esa zona, como ahora, que bajo tan lento y le beso la marca, alzando los ojos para mirarle y cierra los ojos con una deslumbrante sonrisa.

-A mi no me gusta que te rías cuando hago eso

-Me recuerda que siempre estarás conmigo, tú la hiciste, tú la curaste.

Habían cambiado muchas cosas, me di la oportunidad de empezar de nuevo, de recomponer mi vida de verdad, con ayuda de ella, siempre ha sido ella, la que me ayudo a volver de algo así, porque jamás había conocido mi yo interior, nunca le hice caso y por ello, nunca había conocido a alguien tan hermoso querer ser tan invisible, pero ahora no lo soy más, ella me ha ayudado a eso, a quererme, aunque ella también me levanta el ánimo yo también lo hago. Ella también necesita de mí.

Me había superado en casi todos los aspectos de mi vida, como nunca pensé que lo haría en algún momento de mi juventud, por mis propios medios, con mis amigos conmigo, con el amor de otro tipo, por que los hay, el propio que ahora está más elevado que nunca, el amor de amigos, que lo cosecho cada día y el amor de pareja, aunque no quise recuperar el amor parental no me arrepiento, no es que haya sido malagradecida, simplemente ellos también estaban mal.

-Gracias...- Tomo su palma y le doy un pequeño beso, uno sincero y siento como sus ojos se suavizan.

Aprendí a aceptar todo lo que hago bien, que la "Muerte" no es la única opción, pero si lo que al final tenemos ganado, que no importa cuantos tengas a tus pies, ni cuantos lujos tengas, cuanta belleza poseas, ni cuanta felicidad puedas acumular, siempre te faltara algo, siempre. Pero, aun así, sabes que la ultima persona que te hará feliz, que estará contigo toda tu vida, quien escuchará tus penas, quienes veras lo feliz que estas, serás tú, tu solo, tú y nadie más.

-Eres lo mejor Lauren, te amo

- Yo también te amo. – le correspondo y le beso una ultima vez antes de acomodarme entre sus brazos.

La vida es hermosa, esta llena de dobles emociones, más de fracasos que de victorias, pero eso depende de ti, de como lo veas y con que emociones decidas quedarte toda tu vida.


                                                                                      【FIN】

Chicos , Wow, aquí se acaba esta historia corta...

escuchen, estaba pensando seriamente en no dejarlas juntas, esto porque a mi parecer creo que el papel de Camila no merecía esto

1.- En si ella no hizo mucho para ayudarle, en si lo hizo ella sola.

2.- Esto es Camren, jajaja, me pareció mucho dejarles este final, aunque claro, ustedes siempre podran imaginar otro tipo de finales para cualquier historia, NUNCA DEJEN DE IMAGINARSE COSAS BONITAS

LOS QUIERO MUCHOOOOO, NOS VEMOS EN LAS DEMÁS QUE PUEDES PASAR A VER. 

Pronto se vendrán muchas...:) 

Pratrick 

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