Capítulo cuarenta y cinco.

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Subí al auto y aceleré haciendo rechinar las llantas. No sé qué era, no sé si era tristeza, enojo o decepción. Tal vez un poco de las tres o más bien un mucho.

Chen iba a pasar por Jeno y Yeri. Los cuidaría en casa hasta que Kibum y yo llegáramos. Cosa que no pasaría. Kibum regresaría a su casa o no me importa a dónde demonios vaya, solo lo quiero lejos de mí.

— ¿Por qué tan temprano? — preguntó levantándose del sillón.

—Qué te importa— dije de mala gana, no estaba de humor.

—Uy — se burló —El Jonghyun gruñón ha vuelto— dijo antes de salir por la puerta.

Me dejé caer en el sillón, sentía un horrible dolor en el pecho. Cómo podía haber sido tan estúpido como para enamorarme de él. Había logrado por completo su propósito: Enamorarme y destrozarme.

Todas las veces que al inicio me decía "Me las voy a cobrar todas, Kim Jonghyun" ahora lo cumplía. Si ese día en el partido no lo hubiera seguido a casa y no le hubiera confesado nada, esto no estaría pasándome. Realmente me arrepiento de todo.


El sonido de la puerta de un auto cerrarse me sacó de mis pensamientos. Rápido me puse de pie y prácticamente corrí a la ventana de la sala e hice a un lado la cortina.


Traía su abrigo en la mano, su cabello completamente desordenado por el aire y su rostro empapado por las lágrimas. Que ganas de correr a él, abrazarlo, besarlo y hacerlo mío una y otra vez... Pero él nunca fue mío. Solo fingía serlo.


Volteó hacia la casa y después se recargo en su auto cubriendo su rostro, lloraba.
Cerré la cortina y apagué la luz de la sala para subir a mi habitación.



***


— ¿Jonghyun? Jonghyun... ¡Despierta! ¿Jonghyun? —unos golpes en mi mejilla me hicieron abrir los ojos sorprendido.

— ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué? — dije aceleradamente mientras trataba de deshacer el nudo que se había hecho con las sabanas y mis piernas. Ambos rieron — ¿Qué quieren, enanos?— les dije acostándome de nuevo frotando mis ojos.

— Jonghyun, ¿dónde está Kibum? — preguntó Yeri abrazándome —Su auto no está y tampoco está en su habitación— hizo un puchero —Y tenemos hambre— ambos rieron nuevamente.

—Pero tampoco están sus cosas— agrego Jeno y Yeri asintió con la cabeza.

— ¿É-Él nos dejó? — los ojos de mi hermana comenzaron a cristalizarse. ¿Qué no le basto con hacerme daño a mí? También a ellos.

—Yeri, Jeno...— resoplé y me enderecé sentándome en la cama. —Él ha vuelto a su casa...— no tenía ni la menor idea de que decirles.

— ¿Por qué? ¿Ya no nos quiere? — las lágrimas no tardarían en hacerse presentes en su rostro. No pude decir nada. No podía decirles que nos había mentido a todos —Pero él prometió que estaría aquí.

—Yeri no llores ¡¿Sí?! — dije en un fuerte tono que lejos de tranquilizarla la asusto y la hizo llorar con más intensidad. Jeno salió de mi habitación tras su hermana quien había salido corriendo.




Kibum's POV


Bajé del taxi. Mi cabello ya era un desastre, mi abrigo estaba en mi mano por lo que mi camisa estaría toda arrugada y ni qué decir del delineador escurrido en mi rostro. Saqué las llaves de mi bolsillo y miré hacia la casa de Jonghyun. Todo en mi interior se retorció. No pude más y me recargué en el auto y comencé a llorar una vez más con todo el sentimiento del mundo. Traté de tranquilizarme y subí.


Gracias a la cuenta de emergencia que mi padre me había dejado, pude pagar una habitación en un hotel. Me tiré en la cama en cuanto el botones salió. Ahora si estaba más solo que nunca. Jonghyun nunca me lo perdonaría.

Todo el domingo y lunes me la pasé en la habitación, ni siquiera había salido para que ordenaran el cuarto. No era necesario, no me había parado de la cama, solo para ducharme, Pero después regresaba a ésta.
Martes al medio día, ya era el segundo día que faltaba a clases solo quedaban dos semanas. Ésta y la de exámenes. Pero me aterraba ir y encontrarme con él. Me aterraba que me ignorara y sé que terminaría llorando.

Finalmente decidí que no me quedaría para toda la vida ahí. No me resignaría a perderlo así de fácil. Me tenía que escuchar, tenía que creerme. Tenía que comprender que por él cambié.


Llegué a la tienda de discos. Su motocicleta estaba ahí. Sentí unas nauseas terribles.

No podía hacerlo. Encendí nuevamente el auto y regrese al hotel.

Love's Bet • JongKey [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora