—Lo sé, vi cómo te trató Matteo. ¿Aún no sabes qué le pasa?
No quiero hablar sobre eso, así que solo niego con la cabeza.
— Lo siento — dice muy sinceramente tomando mi mano —. Nunca quise hacerte daño, ni que te separes de él.
— Lo sé, lo siento por las cosas que te dije.
Él sonríe de lado y menea la cabeza.
— Está bien ¿Amigos otra vez?— Claro — respondo sin mucho ánimo.
Por suerte mi teléfono nos interrumpe. Es Emma, está llamando.
— Lo siento Lucas, necesito atender.
— Está bien, ya me voy. Hablamos luego — se acerca para besar mi mejilla y lo dejo hacerlo antes de subirse a su auto.
Respondo la llamada en cuanto estoy sola.
— Lo siento — es lo primero que dice y yo sonrío.
— Lo sé, estaba esperando el tiempo promedio que demora tu cerebro en entender cuando haces algo mal.
Ella se ríe.
— ¿Y cuánto es eso?— Varía según el tamaño de la cagada, a esta le estaba dando un mes, pero te adelantaste.
— Tengo la estúpida manía de buscar culpables en todas las situaciones. Pero tú no tienes la culpa de que Lucas no me hable, y te estoy juzgando sin saber qué fue lo que pasó.
— Está bien Emma, no quiero más drama, te extraño.
— También yo, pero no puedo salir de aquí, y tú no puedes entrar.
Suspiro pensando que ella podría cambiar eso si quisiera, pero no lo diré, no la pondré entre Matteo y yo.
— Entiendo, será después del juicio entonces. ¿Cómo estás?— Bien, regresé con Noah.
Eso me pone feliz, aunque ya sabía que iban a regresar porque Noah hablaba de otra cosa.
— Que lindos son, espero sepan cuidarse esta vez.
Ella suelta risita.
— ¿Sabes lo que me ha hecho tu bebé?— No, y no quiero saberlo, yo no te cuento los detalles de mi vida sexual Emma.
Ella se ríe con más fuerza y esta vez yo también lo hago.
— Que va, me encantaría que me contaras, aunque sea lo más mínimo, ni siquiera sé si Matteo y tú se han besado alguna vez.— Sí, pero al parecer está claro que no volveremos a hacerlo.
Su tono de voz cambia.
— Dime algo Em, por favor, ¿Qué es lo que le has hecho? Él la está pasando realmente muy mal y no quiere decirme.— ¿Sabes qué es lo peor? — pregunto, pero no la dejo responder — Que ni siquiera yo lo sé.
— ¿Cómo? Pensé que lo habías engañado con Lucas.
Suelto un suspiro dramático.
— ¡Claro que no! ¿Estás loca? Lucas y yo solo estábamos hablando y él apareció y comenzaron a golpearse y ya no quiso hablar conmigo.— ¿Y de qué hablaban? ¿Algo que Matteo haya podido malinterpretar?
Todas las luces se encienden en mi cabeza de golpe.
— ¡La mierda! ¡Tienes razón! ¿Cómo no lo pensé antes? Te quiero, gracias.— ¡Espera! ¡Cuéntame!
— Luego, te llamo más tarde.
Termino la llamada y subo rápido a mi casa.
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Tontas palabras [Serie Tontamente #2]
Teen FictionMatteo ha pasado su vida siendo un imbécil, convencido de que ocultar su verdadera personalidad lo mantenía a salvo. Pero cada uno de sus secretos saldrán a la luz cuando Emily llegue a su vida. Muchas cosas deberán cambiar, porque ella no lo quier...
27 - Frijolito
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