Tontas palabras [Serie Tontamente #2]

22 - Tontas palabras

Emily

Después de avisarle a Noah que Emma se fue, llevé a Liam a casa.

Antes de volver a entrar a casa de Matteo me decido por enviarle un mensaje a Lucas.

Emily - en línea

Lo siento, mi intención no era que esto termine así.

Lucas - en línea

Estoy molesto ahora, mejor hablamos el lunes.

Emily - en línea

De acuerdo, lo siento de verdad.

No volvió a responder, aunque está en línea. Supongo que está molesto, aunque no entiendo por qué. Que Matteo sea ese chico no cambia nada, es la misma historia solo que ahora él sabe quién es.

Cuando entro al cuarto de Matteo él ya está durmiendo, son las seis de la mañana y me demoré un rato en casa, así que lo entiendo perfectamente.

Entreabre sus ojos un poco y habla con una voz ronca.
— Pensé que ya no vendrías.

— Siento la demora, ¿Me prestas una camiseta?

Asiente volviendo a cerrar sus ojos.
— Toma la que quieras del armario.

Deslizo la camiseta por mi cabeza sobre el vestido y luego lo quito por abajo, no tiene tirantes así que no se me hace difícil.

¿Debería ponerme shorts? No lo creo, la camiseta es larga y no me importa que vea mi ropa interior, ya la ha visto de todas formas.

Me meto en la cama junto a él y sonríe con los ojos cerrados, las sábanas están tibias y suaves, me acomodo en su pecho y paso mi pierna sobre las suyas.

— Buenas noches bonita — susurra en mi cabello.

Sonrío con los ojos cerrados.
— Descansa mi amor.

Me despierto inusualmente feliz, por lo general odio el mundo hasta después de desayunar, pero hoy sintiendo la tibieza de su cuerpo junto al mío sólo puedo sonreír.

Su mano sujeta uno de mis pechos, pero se me hace un gesto tierno, como si fuese su novia. ¿Lo soy? Él dijo que no anoche, pero que pronto lo sería. ¿No es eso lo mismo? Se supone que tenemos una especie de relación en la que estamos juntos y no podemos salir con otras personas ¿No es eso un noviazgo? ¿O él en realidad sí quiere salir con otras chicas?

Demasiado temprano para hacerme tantas preguntas, estoy feliz, no voy a amargarme la vida yo misma.

Demasiado temprano no... En realidad, son la una, no sé si quiero desayunar o almorzar, o fusionar ambas en un gran almuerzayuno.

Me volteo a verlo y abre sus ojos perezosamente, es hermoso.

— Buenos días pequeño terremoto — dice y su voz suena increíble cuando recién se levanta.

Le doy una pequeña sonrisa de disculpa.
— ¿Estuve muy molesta?

Se ríe y asiente.
— No paraste de moverte en toda la noche ¿Practicas karate en sueños?

Me pongo de pie estirando su camiseta para cubrir mi trasero, sus ojos me escanean de todas formas.

— No quiero ser grosero, pero tu culo es una cosa maravillosa.

Suelto una risita.
— ¿Gracias?

— Ven conmigo ¿Por qué te levantas tan pronto?

— Te prepararé el desayuno a modo de disculpa por patearte toda la noche, vuelvo enseguida.