Tontas palabras [Serie Tontamente #2]

20 - Lo que esperas

La fiesta está por comenzar, los invitados empiezan a llegar y se reúnen al pie de la escalera para esperar la entrada de los chicos, que esta vez sumaron a Emma.

Matteo insistió por una hora que vistiera de blanco y bajara la escalera con él, pero no pude aceptar. Aún no he hablado con Noah, y no estoy lista para ser el centro de atención y mucho menos el centro de crítica de todas las chicas que esperan una oportunidad con él.

La música cambia y las luces se apagan para dejar encendidas sólo unas que apuntan a las escaleras.

Dios, él es hermoso. Es la definición de belleza.

Bueno, todos lo son, pero él es sin dudas el más hermoso de los cinco, en todos los sentidos.

Baja las escaleras rodeado por sus hermanos como si fuera el dueño del mundo, sus ojos me buscan ansiosos y cuando por fin me encuentran me sonríe haciendo que mi estómago se sacuda.

¿Estoy enamorada? Definitivamente lo estoy, de hecho, me siento molesta con la cantidad de chicas que murmuran todo lo que estoy pensando.

Él es mío.

Mierda, sueno como una loca posesiva.

Mucha gente se acerca a saludarlo, así que regreso con Liam y supongo que me buscará luego.

—¿Qué haces aquí? Ve con él, Noah ya no importa a esta altura —me regaña mi amigo y ambos observamos como un montón de gente lo llena de elogios tontos.

Entonces diviso a Emma en la multitud, unos chicos le hablan y le impiden el paso.

—Mira —le digo a Liam golpeándole el brazo para que vea en la misma dirección que yo —, la están molestando, ¿Por qué no vas por ella?

Liam trae a Emma luego de un momento.

Ella le sonríe.
— Gracias.

— No hay de qué Bombita, quédense aquí que voy por unas bebidas — Liam dice antes de desaparecer entre la gente.

Emma me mira frunciendo el ceño.
— Eso fue extraño, ¿Siempre entran como quinceañeras?

—Si, es una costumbre o algo así. No te preocupes, encajas perfecto con ellos.

—Bueno, debo admitir que tengo muchas de sus más notables cualidades: Belleza, narcisismo, inteligencia y apatía.

Tiene toda la razón, yo pensé que solo Noah era así, luego conocí a Matteo, y hace poco noté que los pequeños son exactamente iguales.

Asiento, sin quitar los ojos de mi chico que aún saluda a diferentes personas.
—Los cinco lucen como si no les importara ni mierda nadie y al mismo tiempo como si supieran que merecen ser admirados solo por respirar.

Ella se ríe, es increíble lo mucho que se parece a ellos.

La observo mirar entre la gente con ansiedad.
—Pero en realidad son bolitas de ternura cuando los conoces bien.

Eleva sus cejas y niega.
—Yo no soy una bolita de ternura.

—Claro que lo eres, mira como buscas a Noah ahora.

— ¿En qué me he convertido? — eleva las manos como hablándole al cielo y ambas nos reímos.

Liam nos trae las bebidas y vuelve a irse, hace rato vi una chica con la que tiene una especie de historia, que no involucra sentimientos obviamente, pero creo que anda tras ella.

— ¿Pasa algo entre ustedes? — me cuestiona Emma mirando a Liam desaparecer.

—No, claro que no. Él es como mi hermano —finjo una cara de asco y luego sonrío.