REENCUENTRO

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Pasaron dos años desde que tomé aquel avión.

Mi vida no había continuado, solo pasaban los días... La depresión, la ansiedad y la soledad volvieron a tomar completamente mi vida, junto a ellas regresó la anorexia, la bulimia y los cortes... Y qué mal estaba en llamarlas "ellas", porque no eran varias, era una, era yo.

En México sí había encontrado un trabajo, un poco más estable, correctora de estilo en una revista científica que se publicaba cada mes, tomaba cursos de idiomas y fotografía y de vez en cuando era reportera en una agencia de medios.

Me encontraba en Cancún realizando el seguimiento de un concurso de Freestyle Nacional. Diversos colectivos de Hip Hop y de arte urbano se organizaron para crear un congreso para realizar actividades recreativas, impartir talleres y difundir el panorama Mexicano.

Las actividades habían comenzado a las 9:00AM. Hubo una conferencia de una Productora, aprendimos un poco más sobre métrica y estilos, y terminamos con una quedada musical con uno de los raperos más importantes.

Cuando decidí aceptar me arrepentí demasiado, pues era algo que no conocía, nunca imaginé que iba a estar rodeada de arte, color, talento y gente sumamente sencilla y comprometida.

Las 20:00 hrs. Todos estaban esparcidos por la playa, habían decidido tomarse esa noche libre para conocerse, convivir o simplemente descansar.

Me quité el abrumante suéter que llevaba puesto para cubrir mis brazos y las deportivas. Me senté frente al mar, me perdí entre mis pensamientos... Todo volvió, mis recuerdos de la jodida vida que siempre he llevado, mis miedos, mi soledad, deseaba poder estar en un lugar que fuera MI LUGAR.

Ahogué mis lamentos y mi rostro se inundó de lágrimas. Sentí que cada herida volvía a abrirse. Ya ni el mar, ni el periodismo me daban la paz que necesitaba.

Me dispuse a levantarme e ir a mi habitación, de pronto creí escuchar la risa que tanto anhelaba, giré mil veces la cabeza buscándola... Hasta que me encontré con él.

Estaba parado junto a Vela y Jonathan, rodeados de niñas muy lindas con las que reían abiertamente.

Mi mundo se quebró al instante. No por las niñas, sino por volver a verlo.

Salí del trance al percatarme que Jonathan había hecho contacto visual conmigo. Quise salir corriendo. Mi corazón comenzó a latir muy rápido mientras él se secreteaba con su hermano, quise escapar, pero mi cerebro no funcionó y no coordinó a mis pies, me negó avanzar y huir.

Solo pude ver cómo apagó su sonrisa al verme. Tomé aire y me dispuse a caminar pero Giovani avanzó hacia a mi, miré a su grupito, todos comenzaron a irse y yo no entendía que pasaba.

En cuestión de segundos estaba frente a mí. -¡Hey! -Llamó.

Abrí la boca, pero no pude decir algo. Nos miramos y algo en mí comenzó a ir bien.

Después de un momento, me sonrió y abrió sus brazos.

Lo abracé, sin más. Él respondió con más fuerza, sentí como nuestros cuerpos y nuestros latidos se aferraban, su rico aroma invadió mis fosas nasales. Y sabía que estaba ahí, en mi lugar.

Derramé un par de lágrimas y me aferré más a él. Quería quedarme a vivir entre sus brazos. Todo volvía a estar bien tan solo con sus sonrisa.

Sonrió antes de cortar el abrazo. -Tanto sin verte. -Por fin pronunció y escondió su cara en el hueco de mi cuello. Sentí su tranquila respiración en mi piel, y fue ahí que todo en mi mundo volvió a ir bien.

-Pensé que jamás volvería a abrazarte. -Confesé.

Nos alejamos un poco y me miró detenidamente. El aire nos golpeó un poco e hizo que nos regalaramos una sonrisa.

ÁNGEL DEL DESTINO | Giovani dos Santos |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora