Laia Ferrer

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Amanecí de nuevo con jaqueca. Me dolían los brazos, las piernas, el estómago... y la vida. Ayer Anne había hecho de mi la persona más humillada de todo el colegio. Y ya no sabía si todo esto era a causa del bullying, el cutting o los trastornos.

Estaba casi por graduarme como periodista y rendirme en este punto ya no era una opción, aunque a veces quería, sería tirar por la borda todos mis sueños.

Escuché la voz chillante de Anne pidiendo que saliera de la ducha para que pudiera entrar ella. Tomé mi uniforme, me vestí rápido y salí del baño.

''Solo te recuerdo que has olvidado cubrir tus piernas''. -Mencionó para después entrar al baño.

Saqué aire y sin responder bajé a mi cama, maquillé mis piernas, la falda corta del uniforme me dejaba algunas lesiones al descubierto.

En el dormitorio también se encontraba Estefania. La que juró ser mi mejor amiga y terminó no solo alejándose de mi, sino también burlándose. Era difícil estar ahí, pero lo peor ya había pasado.

Bajé a la biblioteca a investigar un poco más sobre fútbol mexicano, que realidad sabía las últimas noticias y mi tesis estaba enfocado en ello, pero tendríamos una conferencia en el colegio con el personal de prensa de la Femexfut (Federación Mexicana de Fútbol).

-Sabía que estarías aquí. -Pronunció Dave sentándose a lado de mi.
Él era mi amigo desde la infancia, pero un tiempo dejó de vivir en la Ciudad, después de varios años nos reencontramos en el colegio. -¿Ya has desayunado? -Cuestionó mientras tomaba mi mano.

Negué. -No tengo hambre. -Traté de sonreírle.

-¿Estás lista para la conferencia? -Su mirada se encontró con la mía y yo podría jurar que eran los ojos más lindos que había visto.

Asentí. -Desde siempre.

-Nos vemos allá, pequeña. -Besó mi frente y salió del lugar.

Era mi para mi la única persona en el mundo que valía la pena. Muchas veces llegué a confundir mis sentimientos hacia a él, creía que entre nosotros iba a pasar más que una amistad, pero no, él nunca se fijaría en alguien tan fea y dañada como yo, además, siempre me había visto como su hermana pequeña y no pensaba deshacer ese vínculo.

Mis papás habían decidido olvidarse de mi cuando se enteraron que tenía un problema con la comida, decían que solo lo hacia para llamar la atención.

El prestigiado colegio Elite Way School me había becado al 100% y el señor Puente, quien es papá de Anne y un empresario multimillonario se había comprometido a ser mi tutor durante los próximos tres años.

ÁNGEL DEL DESTINO | Giovani dos Santos |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora