24 - MARCADA

35 5 0
                                    

Me citó para reunirnos en el muelle donde me confesó la historia de su familia. Llegué primero porque tenía nervios de solo tenerla cerca, luego de las tantas ocasiones en que tuve la oportunidad de confesarme y no lo hice. Por mi cobardía. La esperé, mientras pensaba en lo inútil que era para decir lo que verdaderamente ocurría dentro de mí, las palabras que no salían y las emociones que escondía por temor, y aunque sabía que si no lo enfrentaba me hundiría más de lo que ya estaba, la parte débil vencía las batallas. Y me hacía sentir vacío, e infeliz.

Cuando llegó la noté rara. No podía definir el porqué, pero lo percibía en ella y en el ambiente.

-Me mudaré a México y cuidaré a mi hermano - anunció, tomándome totalmente desprevenido y provocando que un dolor desgarrador surcara mi pecho -. Tiene una novia adorable que lo cuida, pero ella no puede encargarse sola y además, hace tanto que no lo veo. Tomé esta decisión hace unos meses, mi amiga me ayudó a reunir el dinero, pero últimamente me he sentido mal por ello, porque en cierta medida no me quiero ir - dijo, mirándome con una sonrisa triste -. Hay algo que me lo impide y necesito saber que estaremos bien aun si me voy.

-¿Lo dices por el chico que te gusta? - interrogué un poco desganado y sin intención real de que me respondiera, pero necesitaba hacerla por mucho que pudiera herirme.

-Más bien, por el chico al que le gusto - la miré fijamente. Seguía sonriendo tristemente, pero era de una manera que me encogió el corazón. ¿Ella sabía de mis sentimientos? -. Sé qué te gusto, si es lo que te planteas y lo sé por qué, sin aires de ofender, no eres demasiado disimulado que digamos.

Se rió, como si no fuera nada del otro mundo, pero para mí era demasiado importante para que fuera una broma, así que no me reí con ella cosa que percibió, haciendo que parara y se pudiera seria como yo.

-Si me dices esto porque vas a rechazarme, hazlo - contesté cortante, siendo la primera vez que lo hacía y lo notó -. No quiero que te sientas culpable y por eso no puedas irte porque tal vez te llegues a sentir mal por mí. Si me dirás que no sientes lo mismo lo aceptaré y haré como que no paso para que puedas irte tranquila. Sin ataduras y todo ese rollo...

-¿Qué sientes por mí exactamente? - interrumpió, tomando mi mano, erizándome los vellos -. Quiero que seas totalmente sincero conmigo. Quiero saberlo - al abrir la boca, añadió: -. Sin mentiras, sin excusas para no decírmelo y sin huir.

Nos miramos y aunque lo último que dijo era todo lo que yo quería hacer, sabía que no podía ocultarlo ni ser un cobarde. No ahora que ella quería realmente saberlo de mis propios labios y que tal vez se iría por mucho tiempo.

-No me gustas... estoy enamorado de ti - le confesé finalmente, respirando hondo -. La primera vez que te vi con tus tatuajes y eso me sentí intimidado porque nunca había visto a nadie con tanta tinta en la piel. Luego cuando comenzaron a decir lo de las artes marciales y que golpeabas a otros, ahí me sentí todavía más asustado por lo que pudieras hacerme si me metía contigo, pero cuando me ayudaste con aquellos matones que me molestaban y me sonreíste para tranquilizarme supe que no eras mala - sujeté su mano, apretándola levemente -. Empecé a observarte porque me parecías alguien interesante y misteriosa, y pude darme cuenta de que eras inofensiva, y también de las miradas de todos sobre ti. Las de desaprobación más que nada - asintió, dolida por esa realidad que hasta yo veía -, y quise protegerte aun sabiendo que eres capaz de hacerlo sola; puedes cuidarte físicamente, pero en tu interior... nadie te protegía, ni tú misma, y yo quería hacerlo. Quizás desarrollé este sentimiento desde ese momento y sé qué puedes verlo en mis ojos, porque como yo no pude ocultar mis sentimientos de ti, tú no pudiste ocultar ese dolor que sientes de mí, y quiero ser yo quien pueda curar ese sufrimiento que está en tu corazón.

Un silencio prolongado nos invadió. No sabía si había hecho lo correcto, pero sí sabía que el gran paso lo di después de tanta cobardía y espera de mi parte, y que no había sido tan malo como lo imaginé.

-¿Me esperarías? - me sacó de mis pensamientos, aturdido y desorientado ante su pregunta -. ¿Me esperarías hasta que regrese de México?

Quedé pasmado. Estupefacto. En un shock existencial crónico. ¿Me pedía que la esperara? Entonces ella...

-¿Tú...? - no podía terminar porque tenía miedo de hacerlo, pero al mismo tiempo quería que me entendiera y me lo dijera ya, en un nanosegundo.

-Tal vez tú seas ese chico del que me siento atraída - contestó, fingiendo estar distraída, pero con una gran sonrisa en su hermoso rostro -. Quién sabe, ¿no?

*******************************

*******************************

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estos son los demás tatuajes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Estos son los demás tatuajes. Son hermosos, ¿no? Yo me haría, tal vez en un futuro. No así de grandes o con demasiados colores, pero pequeños y la mayoría negros, sí. 💗❤

El siguiente es el último capítulo. Nos vemos shic@s 😄

Marcada | Namjoon | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora