23 - MARCADA

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Le relaté a Suga sobre la tatuada y su historia de vida; su padre había golpeado a su madre en sus años de niñez y adolescencia, tanto que ésta murió a causa de una de las golpizas al cumplir los catorce. Su hermano fue el siguiente en marchar cuando uno de sus amigos le sugirió irse con él a Estados Unidos dejándola con el hombre que simplemente se la pasaba yendo a encuentros de pelea clandestinos, porque no tenía los medios para llevársela con él. Fue expulsado del boxeo en cuanto se enteraron de lo que le había hecho a su esposa y sobre sus actos delictivos, cayendo preso y desde entonces vivía con su mejor amiga.

Él aseguró que lo suponía porque algo en ella se lo decía; que no había tenido una vida fácil y en parte yo también lo veía venir. Digo, siempre fue muy alegre y extrovertida, pero a veces se finge para ocultar el dolor que se siente, y sabía que ella era una de aquellas personas que lo hacían. Por lo que sus ojos me gritaban sin decir palabras explicitas.

Me preguntó si sabía algo más sobre el chico misterioso del que se sentía atraída, Sí, le confesé mi angustia sobre ella y su interés por alguien, y con rezagues le dije que ni una jodida idea, que eso me frustraba y me hacía tener tanta incertidumbre con respecto a si alguna vez sería capaz de hacerle llegar mis sentimientos, y mi amigo me aconsejó nuevamente el que me confesara de una vez y aprendiera a lidiar con el rechazo de ser el caso porque no me estaba haciendo bien simplemente ver el tiempo pasar sin mover dedo. Y si era al revés y me aceptaba, debía esforzarme en que no dudara de lo que sentía hacia ella y conquistarla a como diera lugar, cada día un poco más.

Así que decidí que lo haría, aun cuando mis manos sudaban y sentía que perdería el control de mi cuerpo.

Sin embargo, no pude. Pasaron las semanas y cuando me acercaba con intenciones de aclararle lo que sentía, sencillamente los nervios me jugaban en contra y terminaba desistiendo de la idea, y era un estúpido idiota que hacía lo que no debía; dejar que se prolongara todavía más, esperando... ¿qué? ¿Qué el dinero cayera de los árboles? ¿Qué los pingüinos comenzaran a volar? ¿Qué ella se diera cuenta sola de lo que a mí me sucedía?

No sé, pero ciertamente, si seguía así tal vez terminaría perdiéndola... y me arrepentiría tanto de ello.

Marcada | Namjoon | BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora