DOS

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Imagen de Isabella en multimedia.

La pareja miraba a la niña jugar, ella sólo jugaba con dos muñecas.

— puede que sí tenga alas.

— viéndola... lo dudo.

— le preguntaré.

— Amenadiel. — el hombre se acercó a su sobrina y Linda no tuvo de otra que acercarse, puede que tenga un poco de curiosidad de la respuesta.

— ¿te puedo llamar tío Amenadiel?

— claro, pequeña. — le respondió con una sonrisa. — Bella, de casualidad... ¿no tendrás alas?

— sí, de vez en cuando vuelo pero no puedo hacerlo muy alto. — dijo haciendo una mueca de tristeza y la pareja se miró.

— ¿podrías mostrarnos tus alas?

— no, lo siento, las dejé en mi casa.

— oh, que lástima, quería verlas.

— lo sé, a muchas niñas les gustan mis alas, ¿les puedo contar un secreto? — asintieron y la niña se acercó a ellos. — soy un hada. — ambos sonrieron por la inocencia de la niña. — pero no le digan a nadie, nadie debe saber ni secreto.

— okay... no diremos nada.

— pero yo me refería a alas de ángel.

— ah... sí.. también, soy una mezcla de ángel y hada pero también se me olvidaron en casa, por favor no le digan a nadie, ni siquiera a papá, no sé si querría a una niña así.

— si se enterara o le dijeras, te entendería, él también es un ángel.

— con razón soy mitad ángel. — sonrieron. — si mi papá es un ángel y tú eres su hermano... ¿tú también eres un ángel? — asintió. — ¿también tienes alas?

— sí, por cierto las tengo aquí. — dijo dirigiéndose a la habitación de Lucifer.

— Amenadiel... — le habló Linda y lo siguió. — sabes cómo reaccionó Charlotte y cómo reaccioné cuando supe sobre Lucifer y sobre ti.

— pensará que son falsas como las suyas, no te preocupes.

— entonces... ¿ella no es un ángel?

— es la primera en ser hija de un ángel y un humano, no lo sé, tal vez se tarde en salirle o en tener un poder, no lo sé.

— y nadie lo sabe. — el moreno negó. — investigaré, tal vez encuentre algo.

— ¿crees que...?

— vamos, los humanos somos muy creativos, tenemos demasiada imaginación. — sonrió y asintió, estando de acuerdo con la doctora.

— ¿lista, Bella? — gritó.

— sí, tío. — apareció sus alas, aunque no eran tan hermosas como antes y que tampoco tuvieran todas plumas completas, y salió hacia la sala. — ¡wow! Son hermosas, ¿dónde las compraste?

— en la Ciudad Plateada.

— ¿me las puedo probar?

— no, son muy pesadas para una niña de cuatro años.

— tengo cinco. — corrigió.

— lo lamento.

— no importa, parezco más joven. — los tres rieron y justo en ese momento llegaron Lucifer, Chloe y Dan, Amenadiel rápido escondió las alas sin que Bella o los demás vieran.

— niña, ¿cómo murió tu madre? — le preguntó Lucifer y todos lo miraron mal.

— no sabes qué es la sutileza, ¿verdad? — la niña comenzó a llorar y Chloe la abrazó.

— no te preocupes, te entiendo, yo perdí a mi papá cuando tenía 16. — Bella la abrazó devuelta. — lamento hacer esto pero eres una testigo y necesitamos hacerte unas preguntas sobre tu mamá, ¿podemos hacerte esas preguntas? — asintió. — bien, ¿sabes cómo murió tu mamá? — negó. — ¿sabes si pasó algo que te hiciera dar cuenta que había algo fuera de lo normal? — la niña volvió a asentir.

— alguien entró a la casa, me desperté por los gritos y me fui a asomar pero sin que se diera cuenta.

— ¿y viste a la persona?

— tenía un pasamontañas, sé que era un hombre alto y usaba una playera de manga corta, era de piel... como si se hubiera se hubiera bronceado de más.

— ¿tenía algún tatuaje?

— ¿qué es un tatuaje?

— es un dibujo en la piel que es permanente.

— ah... no, no tenía.

— ¿alguien que se peleara o se llevara mal con ella?

— varias personas, había un hombre que siempre iba a la casa, ambos se quedaban en la habitación de mamá y hacían ruidos extraños pero siempre cuando ya se iba de la casa se peleaban y una vez la golpeó. — explicó. — y una mujer pero creo que porque mamá no pagaba la renta pero ganaba muy poco en su trabajo y ese hombre siempre le daba poco dinero.

— ¿te sabes su nombre?

— creo que es Quentin Dixon.

— ¿y el de la mujer?

— Hye Irie, es japonesa. — la detective terminó de escribir en su libreta de notas.

— muchas gracias, Bella, sé que es muy difícil para ti pero fuiste de gran ayuda para poder resolver el caso de tu mamá.

— ¿caso de mi mamá?

— esta niña necesita ir a la escuela con urgencia. — susurró Lucifer quejándose y Linda, Amenadiel y Dan lo miraron mal. — ¿qué?

— ¿puedo preguntarle algo?

— sé sutil.

— lo seré. — dijo y se acercó a su hija. — la Srta. López dijo que tu mamá murió hace dos días pero me buscaste hoy... y también ¿cómo llegaste de Malibú a Los Ángeles sola?

— te preocupas por ella. — el ángel caído lo miró mal.

— en el kínder nos encargaron tareas para el Día del padre, mamá me dijo tu nombre y cuando llegaba el Día del padre yo era la única sin su papá. — la miró triste. — y cuando asesinaron a mamá, fui con los vecinos de a lado porque no quería estar sola, les hablé de ti y el señor me trajo al Lux y después me dijeron que estabas en la comisaría así que fui allí.

— ¿quién encontró el cuerpo? — le preguntó la rubia a su colega.

— los vecinos de la casa de la izquierda y una mujer llamó. — respondió Dan.

— Bella, de casualidad ¿no se llamarán Ivan y Kate Garza?

— sí, ¿por qué?

— porque pueden ser unos sospechosos.

— ¿ellos? Son muy buenos, me han cuidado muchas veces y me tratan como una hija.

— a veces las apariencias engañan.

— es un completo angelito.

— ¿podrían cuidarla un rato más? — preguntó Lucifer pidiéndolo.

— claro. — le respondió Linda.

[...]

La noche cayó, los vecinos no resultaron ser los asesinos así que faltaba buscar e interrogar a las personas que Isabella mencionó.

Lucifer llegó al penthouse y planeaba tocar un poco el piano pero vio a la pequeña dormida en el sofá, cubierta por una manta. Decidió sólo tomar un trago mientras miraba a su hija.

Hija, esa palabra aún le resultaba extraño hasta para él, jamás creyó poder tener descendencia, ni siquiera lo planeaba.

"Okay... no seré tan cruel." La tomó en sus brazos y la acostó en su cama. Miró su carita, era como ver una mini Lucifer pero ella era todo lo contrario a su padre y él esperaba que siguiera siendo así.

Tarde o temprano tendrá que asimilar el ser padre.

Una pequeña diablilla angelical [Lucifer Morningstar]Where stories live. Discover now