TEMP 2: CINCO

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Mientras Bella odiaba la relación de su papá con Eva, Chloe Decker recordó el motivo por el cual viajó hasta el Vaticano.

Había ido a leer todo aquel libro que hablara sobre el Diablo y recurrió a un sacerdote que le dio un un brebaje para matar a Lucifer.

Pero al final se arrepintió y no lo mató, no tan sólo por el hecho de que estaba confundida si estaba enamorada de él o no, si era lo correcto o no, también por la pequeña Bella, ya había perdido a su madre, habia pasado por muchas cosas y ahora le quitaría a su padre, no podría con esa culpa.

— ¿sabes qué día se acerca? — le preguntó la detective al Diablo.

— no, ¿cuál?

— 6 de diciembre.

— pronto nacerá el bebé de Amenadiel y Linda, cierto.

— ¿es en serio? — preguntó la rubia sin poder creerlo.

— ¿qué?

— es el cumpleaños de Bella.

— ¿de quién?

— de tu hija, Lucifer, tanto tiempo con Eva está haciendo que te olvides de tus prioridades.

— claro que no me olvido de mis prioridades.

— sí lo haces, ni siquiera te acordabas de tu hija. — el asesor comenzó a sentirse mal.

Tenía razón, desde que Eva había llegado, había cambiado su forma de ser, hasta sus alas cambiaron.

Estaba olvidando su promesa.

— planeo hacerle una fiesta, ¿qué le gusta?

— le gustan las hadas, los ángeles, le gusta Tinker Bell, las donas, el helado sabor menta con chocolate, le gusta una película sobre motociclistas y surfers, Trixie y ella siempre la están viendo. — enumeró Chloe. — mmm... Linda la conoce más, pasa más tiempo con ella.

— comoquiera todo eso es de gran ayuda, gracias detective.

— de nada, Lucifer.

— Decker, te hablan de las celdas.

— ¿es el padre Kinley? — asintió, bufó. — en un minuto iré, gracias. — el policía se retiró y la detective se levantó de su silla para ir a las celdas, donde se encontraba el padre Kinley, que trató de matar a Lucifer.

— detective Decker, gracias por venir.

— sólo vine a pedirle que deje de solicitar hablar conmigo, no tenemos nada de qué hablar.

— lo siento. — respondió el recluso levantándose de la banca. — no tengo mucho tiempo, me van a enviar devuelta a Roma para mi juicio.

— no puedo decir que me entristece verlo partir.

— hay algo que debe saber.

— no, hay algo que usted debe saber, se equivocó acerca de Lucifer, él es un buen hombre, se puede decir que es un ángel.

— necesito decirle sobre la profecía.

— ¿profecía?

— verá, pensé que la profecía se sobre usted pero ahora me doy cuenta de que me equivoqué. — soltó mientras Chloe caminaba hacia la salida. — si no es usted, ¿quién es el primer amor de Lucifer? — Chloe se detuvo. — sabe quién es, ¿no es cierto? ¿Está aquí? — no respondió nada. — sólo necesito que escuche la profecía.

— de acuerdo.

— cuando el demonio se pasee por la Tierra y encuentre a su primer amor, la maldad será liberada. — Chloe solo suspiró y salió de ese lugar.

— sólo la paso en tu casa, en la de Chloe o en la de Ella, ya casi no veo a mi papá desde que llegó Eva, me envía contigo y no me quejo pero... quiero a mi papá devuelta y no sé qué hacer, intenté separarlos con mi poder pero no pude ni puedo. — dijo la niña frustrada ante la doctora.

— yo también pienso que es una mala influencia para Lucifer, desde que vi las alas de tu papá.

— ¿ya te las enseñó? Son de demonio, antes eran de ángel y sólo llega Eva y son de demonio. — se quejó y se acostó en el sofá.

— definitivamente no suenas como una niña de casi 6 años, ya pasado mañana es tu cumpleaños.

— sí, mi primer cumpleaños sin mi mamá y tal vez sin mi papá.

— te haré una fiesta, no te preocupes.

— no es necesario, tía.

— insisto.

— gracias. — sonrió sinceramente y en ese mismo momento, la doctora comenzó a hacer gestos de dolor. — ¿ocurre algo?

— creo que ya viene el bebé. — se vio como el vestido de la rubia se mojaba. — sí, ya viene el bebé.

— ¿le hablo al tío Amenadiel?

— sí y a Maze. — asintió, tomó rápido el celular de su tía y marcó al número del ángel. — hola tío, ¿estás ocupado?

— no, ¿todo está bien? — se escucharon los quejidos de Linda.

— tía Linda dará a luz.

— ya voy en camino, quédense donde están y dile a Linda que respire.

— eso hace. — el ángel colgó. — ¿y si te acuestas en el sofá?

— no quiero tener al bebé en el sofá.

— no lo tendrás en el sofá, solamente para que se te baje el dolor. — la doctora se acostó en el sofá en lo que la niña llamaba a la demonio. — ¿Maze?

— ¿qué pasó?

— tía Linda ya va a dar a luz al bebé.

— ¿qué? — colgó.

— ni siquiera preguntó en qué hospital. — dejó el celular en el escritorio y se sentó en el suelo para darle su mano a su tía.

— ella ya sabe.

— ya llegué, vamos. — cargó a Linda y la niña los siguió al auto de la doctora.

— ¿sabes manejar?

— Linda me enseñó.

Minutos después, un nuevo integrante en la familia celestial llegó.

— Bella... — salió Maze con una sonrisa. — entra. — se levantó de la silla de la sala de espera y entró a la habitación, allí en la cama se encontraba su tía con su primo recién nacido en brazos.

— ¡felicidades! — dijo abrazando a su tío.

— gracias. — la cargó y vio mejor a su primo.

— se parece a ti, tío, ¿y cómo se llama?

— Charlie, por Charlotte.

— es un hermoso nombre. — la ex pareja sonrió, igual la demonio y la niña. — ¿alguien le avisó a mi papá?

— no, yo llamaré a Lucifer. — dijo Maze saliendo de la habitación.

— ¿y sus alas?

— aún no le salen.

— no sabemos si le saldrán, a ti todavía no te salen, linda. — dijo la rubia y Amenadiel bajó a la niña.

— es mejor que descanses. — dijo cargando al pequeño Charlie, asintió y se acomodó para descansar. — tú también.

— no tengo sueño, esperaré a papá afuera. — se acercó a Linda, besó su mejilla y salió de la habitación.

Ella en su interior, sentía más que Linda y Amenadiel eran sus padres y no Lucifer, eso la entristecía porque hace unos momentos se sintió parte de esa familia.

Y deseaba que tuviera ese sentimiento con su papá.

Una pequeña diablilla angelical [Lucifer Morningstar]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz