Una pequeña diablilla angelical [Lucifer Morningstar]

TEMP 6: DIEZ

Amaneció y transcurrió la mañana.

Revisó el reloj, eran las tres de la tarde, había dormido diez horas.

El paso de las horas eran cada vez más y más aterradoras para la familia Morningstar-Decker.

— ¿estás bien? — preguntó al ver a su, ahora pareja, en una especie de trance, viendo al techo con una expresión de preocupación. 

— hoy es 4 de agosto.

— es un lindo día.

— es... un día terrible para mi familia. — las lágrimas cayeron en la almohada.

— ¿qué pasa el 4 de agosto?

— mi papá nos abandona, no sabemos a dónde va o por qué, pero... desaparece, él ha estado tratando de evitar eso pero aun no sabe cómo hacerlo. — lo miró. — tengo miedo de perder a mi papá. — la abrazó.

— no lo vas a perder.

— no lo sabes, ni yo lo sé, ni él, existe la mínima posibilidad de que lo haga y sea por algo que no puede controlar.

— voy por Chris, si quieres puedo dejarte en el Lux o en casa de Chloe para que pases el día con Lucifer, sólo por si acaso.

— gracias, pero... prefiero ir sola.

— está bien, cuidate, te amo.

— yo más.

— no, yo más. — rió sonrojada. — anda, disfruta este día.

— okay, jefe. — lo besó, se levantó, salió de la casa y se fue volando hacia el Lux.

Pero cuando llegó, no encontró a nadie, incluso llamó a su padre pero no contestaba, entró en pánico, rápidamente llamó a su mamá.

— hola estrellita, ¿cómo amaneciste?

— bien, hasta que... — se calló y su madre escuchó cómo aguantaba no llorar pero sus sollozos se alcanzaban a escuchar al otro lado de la línea. — ¿estás en casa?

— sí, aquí te espero. — salió al balcón y se fue volando a la casa Decker. — mi niña... — la abrazó para reconfortarla. — tu papá se irá a ningún lado.

— mamá...

— libre albedrío.

— pero Rory sigue aquí.

— ¿tú tambien crees en esa teoría del bucle?

— sí, si algo hubiera cambiado, Rory ya no estaría aquí, estuviera en su presente, tal vez es algo que ni papá puede evitar, algo tan grave que es inevitable.

— yo sé que quieres pensar eso, pero... él estará con nosotras en la Tierra.

— papá... tiene que ir al Cielo. — dijo aún confundida.

— no, ya no, decidió no ser Dios, él cree que no es su vocación y le creo, lo apoyo, Amenadiel tomará su lugar.

— creo que al final de cuentas mi abuelo tenía razón, mi tió y papá lo resolverían y que mejor ángel que él.

— y sí, la verdad es que sí.

— en fin, ¿dónde está papá?

— no lo sé, salió con Rory pero ella llegó hace rato, debe estar en Lux, por cierto preparate, pasaremos la tarde en la playa, los cinco. — sonrió pero su celular comenzó a sonar.

— es papá. — respondió la llamada. — hola papá.

— hola cariño, ¿podrías venir al Lux, por favor?