40: penúltimo.

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6 meses después.

– ¡Sara! Tienes 20 minutos para salir, ¿dónde están tus tacones? -me apresura Cameron con un reloj en su mano.

– ¡No tengo idea! -exclamo, buscando entre las cosas.

Desfile de Victoria's Secret, modelo principal y no encuentro mis tacones, definitivamente esto es un desastre.

– Aquí están -grita un ayudante al otro lado de la habitación, levanto la mirada y esos son.

Corro hasta ahí, me los coloco y me encamino con Cameron a la fila de modelos. Una vez que camino por la pasarela y dirijo mi vista al público puedo afirmar que mi novio no se encuentra en el lugar, pues su silla está vacía.

Sigo con mi misma expresión y una vez que entro, todas me felicitan por mi pasarela.

– ¿Qué sucede? -cuestiona Kendall al mirarme tan seria y pensativa. Mis ojos se cristalizan.

– Justin no está -susurro con un hilo de voz.

Su expresión cambia y soba mi hombro, tratando de animarme de una u otra forma.

– Hey, quizás se le olvidó o se le presentó algo importante, sabes que él es un hombre de mucho trabajo...

– No, Kendall, le hablé de este desfile durante meses, hicieron miles de anuncios, reservó este día en su agenda para venir a verme ¿qué pudo haber sido tan grave? -la preocupación comenzó a crecer.

¿Y si le había pasado algo?

– Vale, no llores, respira y cálmate, estamos en medio de un acto muy importante para nuestras vidas. Luego hablarás con él ¿vale? -asiento y nos dirigimos de nuevo a la fila.

Nos dan algunas prendas para colocarnos arriba de las que ya teníamos y comenzamos a salir todas las modelos, dando a entender que la pasarela estaba a punto de terminar.

El resto del día se basó el arreglar papeles, ir de un lado al otro, salir a la celebración y todo eso. Apenas tuve tiempo para revisar el celular, pero las pocas veces que lo hice no vi ni un mensaje de Justin.

Estos meses hemos estado muy ocupados con el trabajo, la distancia comienza a crecer entre nosotros y eso no me gusta nada.

Nos vemos cuando mucho una vez a la semana, y no es porque no queramos, sino por el hecho de que nuestras responsabilidades son muy grandes. Hay días en que hasta se nos olvida llamarnos el uno al otro, y no nos culpamos, son cosas que pueden pasarle a cualquiera.

Ahora lo suyo se basa en ayudar a otro artistas con sus canciones, hacer publicidad y una que otra colaboración con algún artista. Aparte está entregado a la iglesia, lo cual me alegra pero a la vez me inquieta, puesto que a pesar de que creo en Dios, no lo hago a su manera, he intentado acompañarlo pero realmente no es mi lugar.

Me duele pensar que quizás esto no pueda funcionar si seguimos así.

Pero debo seguir luchando ¿no?

Una vez que llego a casa, miro la hora.

10:21p.m.

Marco el número de Justin.

– Hola nena.

– Hey, ¿cómo fue tu día? -pregunto algo preocupad, con algo de miedo.

– Fue lo mejor, al fin pude tener un día de descanso, me quedé en casa y dormí la mayor parte del día -escucho una pequeña risa, mi corazón se estruja.

Se le olvidó.

Suspiro.

Solo sé compresiva.

Needing you | Justin BieberWhere stories live. Discover now